Mal de altura en trekking de alta montaña: información y consejos

Una de las cosas más importantes a la hora de organizar un trekking de alta montaña, es informarse bien sobre el famoso mal de altura y saber cómo actuar en caso de que nos afecte. Antes de empezar nuestro trekking por los Annapurnas (el primero que hicimos en alta montaña), estuvimos leyendo mucho sobre el tema y recopilamos mucha información para que nuestro viaje fuese lo más seguro posible. En estos casos, tan desconocidos para nosotros o para cualquiera que no se haya movido a gran altitud, cualquier precaución es poca y de la importancia que le demos dependerá en gran medida el haber disfrutado o no del trekking.

En el Ice Lake (4600m) en una jornada de aclimatación para evitar el mal de altura
En el Ice Lake (4600m) en una jornada de aclimatación para evitar el mal de altura

Mal de altura

¿Qué es el mal de altura?

El mal de altura (o MAM – mal agudo de montaña) es la respuesta de nuestro organismo a la falta de oxígeno que existe a gran altitud. A medida que aumentamos la altitud, la presión atmosférica baja y el aire, menos denso, cuenta con menos oxígeno. Que aparezca o no va a depender de la altura y la velocidad de ascenso. Los efectos son menores a una altura inferior de 2 200 metros, pero resultan más evidentes y frecuentes por encima de los 2 800 metros tras un ascenso rápido.

¿Cuáles son sus síntomas?

Conocer los síntomas del mal de altura nos ayudará a prevenir males mayores, así que hay que estar atentos a nuestro cuerpo y actuar en consecuencia. Hay un fácil test que te puede ayudar a hacer un diagnóstico rápido y así hacerte una idea orientativa de qué fase de mal de altura puedes estar padeciendo. Cada síntoma tiene un valor (en puntos); suma los puntos y sabrás el resultado.

  • (1p) Dolor de cabeza leve
  • (1p) Náuseas o perdida de apetito
  • (1p) Insomnio
  • (1p) Vértigo
  • (2p) Dolor de cabeza resistente al ibuprofeno
  • (2p) Vómitos
  • (3p) Disnea en reposo (falta de aire)
  • (3p) Fatiga anormal
  • (3p) Oliguria (falta de orín)

Resultados:

  • De 1 a 3 puntos: Mal de altura ligero. Suficiente con tomarse un ibuprofeno.
  • De 4 a 6 puntos: Mal de altura moderado. Reposo, ibuprofeno y suspender el ascenso.
  • Más de 6 puntos: Mal de altura agudo. Descenso inmediato.

Consejos para evitar el mal de altura

Casi siempre nos van a decir que ascender lentamente para que el cuerpo se vaya aclimatando es lo mejor para evitar el mal de altura, pero hay otros factores a tener en cuenta que ayudarán a nuestro cuerpo a que se adapte mejor a la altura. Vamos a enumerar las que hemos recopilado:

  • Ascender gradualmente. En muchos lugares hemos leído que lo ideal, hasta llegar a 5000m, es ir subiendo no más de 500m cada día. Nosotros creemos que es una buena medida y la que habría que tener en cuenta, aunque es cierto que hemos estado 3 días subiendo 700m diarios debido a nuestro planning y que comentaremos con más detalle en el próximo artículo.
  • Ascender de forma pausada. Hacer el trekking y subir altura no debe tomarse como una competición, así que hay que ir subiendo con calma, sin forzar al cuerpo y disfrutando de las vistas a medida que vas ascendiendo.
  • Hacer jornadas de aclimatación. Es conveniente dormir varios días en alturas de 3500m para aclimatarte antes de subir al Thorong La. También es bueno durante esos días hacer subidas a cotas más altas y luego volver para dormir más abajo.
  • Beber mucha agua, al menos 3 o 4 litros diarios, aunque no tengamos sed. Hay que evitar la deshidratación.
  • Hacer una dieta con un alto consumo de hidratos de carbono. Arroz vais a tener por un tubo con el famoso Dal Bhat nepalí, pero también disponéis de pasta para las comidas y muesli para los desayunos.
  • La sopa de ajo es un remedio natural nepalí para el mal de altura que nos recomendó nuestro porter-amigo Yam (gracias a nuestro lector de facebook Prodi Ferxi por recordárnoslo)
  • Evitar el alcohol. Evitar también los alimentos salados.

¿Qué hacer si tengo mal de altura?

Primero dejar claro que no somos médicos, así que como siempre recomendamos la visita a un especialista y que sea éste quien os explique todos los pormenores. Según todo lo que hemos leído y en base a nuestra experiencia personal en el trekking os dejamos nuestra opinión:

  1. El mejor remedio contra el mal de altura es saber detectar los síntomas de nuestro cuerpo y en caso de duda DESCENDER. Hay algunos lugares en el trekking, como Manang a 3500m, que disponen de médico y al que habría que ir si no nos encontramos bien.
  2. Hay un medicamento llamado DIAMOX que favorece al cuerpo a aclimatarse a la altura más rápidamente y ayuda contra los síntomas leves del mal de altura. Se debe tomar antes de ascender a gran altura y los días posteriores (preguntar la dosis a médico o farmacéutico) y uno de sus efectos secundarios es que es diurético, con lo que hay que recalcar todavía más la ingesta de agua para evitar deshidratarnos. Nosotros lo compramos por si acaso, pero no lo llegamos a tomar, pues realizamos las pautas recomendables para una buena aclimatación de forma natural pero ya os lo contaremos detenidamente en el próximo artículo.
  3. Es normal tener un leve dolor de cabeza. Casi el 60% de la gente que hace el trekking tiene mal de altura en fases leves, así que aunque hay que tener precaución tampoco hay que caer en la paranoia. Nosotros empezamos a notar un leve dolor de cabeza subiendo al High Camp (4850m) que fue desapareciendo por si solo en el caso de Carme y con un ibuprofeno en mi caso.
  4. Es normal también tener dificultad para dormir cuando estás a gran altura. Al margen de despertarte por el frío, o porque se te seca la boca del aire tan helado y seco y necesitas beber para rehidratar, es cierto que a veces no te duermes tan pronto como en otros lugares. Estás dándole vueltas a la cama y no coges el sueño hasta bien entrada la noche. En estos casos NO es recomendable tomar pastillas sedantes de las que facilitan el sueño.
  5. Si notas que se te hinchan la manos o la cara, como cuando te acabas de levantar, no te alarmes demasiado. Padecimos estos síntomas desde que llegamos a 4200m y no se nos fueron en unos días. Se trata del llamado edema de las alturas y se debe a la alteración en la distribución de sales que se produce en el cuerpo a grandes alturas. La inflamación de manos venía mientras caminábamos, yéndose al estar media hora parados, pero la cara no se desinflamaba tan rápidamente. Así y todo solo fue una pequeña molestia para nosotros más que otra cosa.
  6. Vómitos. A nosotros no nos ha pasado, pero nuestro amigo Emmanuel tuvo dolor estomacal y algún vómito en el High Camp (4850m), aunque pudo subir al Thorong La al día siguiente aún con pequeñas molestias. Al no pasar a peor quedó ahí la cosa.
  7. Tampoco lo hemos vivido en nuestras carnes pero es común despertarse en mitad de la noche respirando muy rápido y con el corazón bombeando fuerte. Nuestro cuerpo está aclimatándose a la nueva altura, por lo que no hay que agobiarse a no ser que la sensación perdure durante mucho tiempo.

Casos graves del mal de altura

Esta información la ponemos de referencia, pues ni lo hemos padecido ni hemos estado en contacto con nadie con estos cuadros clínicos. Cuando el mal de altura pasa a un cuadro más severo y nuestro cuerpo no ha podido aclimatarse a la gran altura (por un ascenso rápido o por el motivo que fuese) podemos desencadenar enfermedades más graves. Los síntomas son los siguientes:

  • Un dolor de cabeza intenso y grave, que no desaparece con analgésicos corrientes; vómitos.
  • Náuseas marcadas
  • Mareos, descoordinación, alteraciones visuales
  • Presión en el pecho, respiración y pulso rápidos, sensación de dificultad respiratoria
  • Disminución de la cantidad de orina
  • Confusión, desorientación
  • Cambios psicológicos (indiferencia, pérdida del sentido del peligro, etc.)
  • Convulsiones

En estos casos hay que contactar urgentemente con un médico y descender a la persona rápidamente a cotas más bajas de altura. Ni que decir tiene que habrá que disponer de un buen seguro de viajes que nos cubra cualquier urgencia o rescate por la zona (no hace falta que os recordemos que tenéis un 5% de descuento con IATI seguros) Estando de trekking vimos dos veces pasar el helicóptero de rescate; por suerte no venía a por nosotros.

Hay dos formas graves del mal de altura, las cuales pueden ir precedidas de síntomas leves o bien aparecer bruscamente a causa de un ascenso de gran desnivel o realizado con gran rapidez. Las dos tienen un alto índice de mortalidad y pueden ocurrir cuando ya ha pasado un día o un día y medio a demasiada altura (normalmente, por encima de 3500 metros). Son los siguientes:

  • HAPE – Edema pulmonar de gran altura (líquido en los pulmones). El edema pulmonar de las alturas puede complicarse rápidamente y, en pocas horas, pasar de ser una enfermedad moderada a una afección posiblemente mortal. Es habitual que la víctima padezca tos seca, provocándole un cosquilleo al principio para que se ablande después y genere expectoración. La persona puede expectorar gran cantidad de flemas, por lo general de color rosado, e incluso con sangre. También es posible que tenga algo de fiebre. Los labios, bordes externos de las orejas y uñas pueden parecer azuladas (cianóticas), debido a la falta de oxígeno.
  • HACE – Edema cerebral de gran altura (líquido en el cerebro). El edema cerebral de las alturas (la forma más grave del mal de montaña) comienza entre las 24 y las 96 horas posteriores a la llegada a un lugar de gran altitud, o bien puede estar precedido por el mal de montaña agudo o por el edema pulmonar de las alturas. En el edema cerebral de las alturas se acumula líquido en el cerebro. La dificultad para caminar (ataxia), posiblemente acompañada por torpeza en los dedos o en los movimientos de las manos, es un primer signo preocupante. Los dolores de cabeza son más intensos que en el mal de montaña agudo. Más tarde comienzan las alucinaciones, pero, por lo general, no se las reconoce como tales. Cuanto mayor es la altitud, mayor es la pérdida del discernimiento y la percepción. Los síntomas son similares a los efectos causados por las bebidas alcohólicas. El edema cerebral de las alturas puede dejar de ser una enfermedad leve para convertirse rápidamente en un trastorno de carácter mortal. Ante la sospecha de un cuadro de edema cerebral, la víctima debe ser trasladada de inmediato a una altitud inferior.

Esperamos haber aclarado dudas que teníais. Ante todo recordad que hay que ir subiendo despacito y con calma, evitando subir demasiados metros cada día y beber mucho. No tiene por qué pasaros nada si tenéis un poco de sentido común.

Bibliografía:

275 270 Toni
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