Cap. 04 – Phnom Penh y el genocidio de los jemeres rojos

La primera visita a Phnom Penh fue rápida pero intensa. Aunque al final de nuestro viaje volvimos a pasar unos días por la capital, esta vez solo estuvimos uno… pero nos cundió. Nos dio tiempo de ver los tres sitios que no nos podíamos perder según las guías, las visitas obligadas:

Algunos conductores ya llevaban carteles con los nombres de los sitios escritos en un papel y colgados dentro del tuk-tuk por si algún turista despistado tenía alguna duda de lo que no podía dejar de ver.

Entrada a Tuol Sleng
Entrada a Tuol Sleng

Nada más levantarnos cogimos el equipaje y nos fuimos a la Tat Guesthouse, más asequible a nuestro bolsillo por tan solo 7 dólares la noche. El único problema es que estaba más alejado de la zona fluvial y para movernos necesitaríamos un vehículo. Se trataba de una guesthouse muy acogedora con pocas habitaciones y una terracita cubierta. Tenían una estantería llena de libros y guías y las paredes rebosaban de fotos y carteles en los que se podía leer “bienvenidos” en muchos idiomas hecho por los huéspedes que iban pasando por allí. Nosotros no tuvimos que hacerlo porque ya estaba en castellano y en catalán. Tengo muy buen recuerdo de la mujer que nos atendió, muy simpática e interesada en lo que queríamos ver y hacer. Nos preparó el desayuno y nos explicó como llegar al Tuol Sleng a pie.

Salimos con la idea de ir andando hasta el museo ya que con la explicación de la señora no parecía que quedara muy lejos, pero no tardó en perseguirnos un tuk-tuk. El conductor, dotado de su instinto cazaturistas nos había visto mientras desayunábamos en la terraza y  nos saludaba desde la calle haciendo señas para que fuésemos con él, aunque no le habíamos hecho demasiado caso había insistido y ahora venía detrás de nosotros. Nos dijo que si íbamos con él todo el día nos llevaba ahora gratis y como sabíamos que luego íbamos a necesitar uno le dijimos que sí.

Con nuestro tuk-tuk por Phnom Penh
Con nuestro tuk-tuk por Phnom Penh

Y menos mal, porque si hubiésemos tenido que cruzar la avenida andando no hubiésemos llegado nunca. Y es que las calles de Camboya son un caos, las señales de tráfico escasas además de inexistentes a los ojos de los conductores y cada uno va literalmente “como le da la gana”. No es raro ver motos que van por el carril contrario, tuk-tuks que hacen un cambio de dirección en medio de una avenida o cualquier vehículo que sean capaces de imaginar y construir circulando. Los cruces son  ya todo un espectáculo, la única norma al llegar a uno es disminuir la velocidad. Se acercan unos a otros y se abren paso  entre los huecos en los que consiguen meterse. Extraordinariamente en pocos minutos llegamos a Tuol Sleng y el conductor nos dijo que nos esperaría en un par de horas en la esquina de la calle.

Empezamos por este sitio porque realmente tenía muchísimas ganas de verlo. Había leído alguna cosa sobre la historia de este lugar y estar allí dentro fue como me había imaginado, una visita escalofriante. No pretendo dar una lección de historia a los lectores, no sabría ni aunque quisiera, pero no puedo escribir sobre el museo sin primero intentar explicar qué es lo que sucedió allí durante el régimen de los jemeres rojos. Y la verdad, no tiene desperdicio.

Museo del genocidio
Museo del genocidio

La historia de este museo va ligada a lo que sucedió en Camboya durante los cuatro años que gobernaron los jemeres rojos. Fue en abril de 1975 cuando estos guerrilleros llegaron al poder de la mano de Pol Pot una vez finalizada la guerra de Vietnam. Entonces se produjo la caída de Phnom Penh y la del dictador Lon Nol, quien gobernaba el país después de un golpe de estado al gobierno del príncipe Norodom Sihanouk en 1970. Los jemeres rojos formaron la Kampuchea Democrática y tuvieron a favor a una parte de los campesinos incómodos con Lon Nol que había dado su apoyo a Vietnam del sur y a EEUU, el mismo que había estado bombardeando  su país.

Los jemeres rojos tenían una ideología ultra izquierdista que pretendía implantar el comunismo y convertir a Camboya en un país de campesinos con una política totalmente agraria en la que no existieran ciudades, destruyendo cualquier indicio de cultura urbana. Para ello desalojaron la ciudad trasladando a la gente al campo donde hacían trabajos forzados sin recibir apenas alimentos para sobrevivir. Pero las ciudades no eran lo único que se disolvió: las familias fueron separadas, los matrimonios rotos, los hijos separados de sus padres…

Edificio en Tuol Sleng
Edificio en Tuol Sleng

Se cometieron todo tipo de delitos contra la humanidad durante este régimen, la gente desaparecía, era asesinada, moría de inanición y de enfermedades, etc,  hasta el punto que se llegó a exterminar a la cuarta parte de la población camboyana. Monjes budistas, gente con carrera o el más mínimo rastro de intelectualidad era motivo de asesinato; la paranoia de buscar al enemigo en todas partes llegó al tal extremo que llevar gafas o hablar inglés podían ser razón para sospechar de alguien y matarlo.

Dentro de las miles de barbaridades perpetradas, el S-21 dirigido por Duch es una de las más conocidas. Un instituto que fue convertido en prisión durante el régimen comunista donde se  aniquilaron a miles de personas después de ser torturadas consiguiendo que confesaran cualquier cosa. Los vietnamitas liberaron a los camboyanos del régimen de los jemeres rojos en 1979 y en 1980 y como prueba de las atrocidades acometidas, la prisión secreta se covirtió en un museo abierto a todo el público, a todo aquel que tenga estómago para entrar y ver lo que nosotros pudimos ver.

El Tuol Sleng está formado por tres edificios alrededor de un jardín central en el que se pueden ver las tumbas de los últimos asesinados y un cartel con una serie de normas estúpidas que debían seguir los reclusos: debes contestar según mis preguntas, debes contestar rápidamente sin tiempo de reflexionar, no hagas el imbécil porque eres tú quien se opone a la revolución, prohibido gritar mientras te dan latigazos o descargas eléctricas, espera mis órdenes y si no hay órdenes no hagas nada, etc, etc. Y como no, si no obedeces estas normas recibirás muchos latigazos y descargas eléctricas, si solo desobedeces una  diez latigazos o cinco descargas, eso si, no los puedes contar. Y para que voy a seguir…

Entrada de una de las salas de tortura
Entrada de una de las salas de tortura

Sabiendo esto de antemano uno ya entra a este sitio con el corazón en un puño, y no sale mejor.

Pagamos la entrada (2$) y empezamos el recorrido por el edificio de la izquierda. En él vimos una serie de habitaciones en las que torturaban a los presos y en las que conservaban aun las camas de hierro donde ataban a la gente y les daban descargas eléctricas. También se pueden ver todo tipo de instrumentos de tortura con los que conseguían someterlos a un martirio tal que cualquiera confesaba hasta la cosa más absurda e improbable.

Cama en sala de tortura
Cama en sala de tortura

Y en las paredes colgados cuadros donde se representaban las escenas mas horrorosas.

Cuadro mostrando las barbaridades
Cuadro mostrando las barbaridades

Caminando por los pasillos del edificio revivías la pesadilla y la sensación era espeluznante.

Paso entre salas de tortura
Paso entre salas de tortura

La cara de la gente que salía del edificio central sugería que este tampoco debía ser nada agradable. Y así era. En éste se encontraba lo que habían sido las celdas de prisioneros construidas con ladrillos y de un tamaño justo para una persona que hacía imaginar que con tal falta de espacio e higiene el hedor debería ser intenso y desagradable durante aquella época.

Celdas para los reclusos
Celdas para los reclusos

En una de las plantas se habían expuesto unos murales hechos con los retratos de los encarcelados, incluidos ancianos y niños que reflejaban el rostro del sufrimiento. Además, no conformándose solo con cometer barbaridades, los guardias de la prisión las fotografiaban y había algunas fotos realmente impactantes como gente con la cara arrancada, gente muerta o inconsciente después de haber sido torturada. Una perversidad de la que tan solo sobrevivieron 7 personas de las que según algunas fuentes cinco eran niños de las casi 15000 que pasaron por allí.

Retratos de gente torturada y asesinada
Retratos de gente torturada y asesinada

Entre otras muchas imágenes estremecedoras en otra de las plantas había fotos de los principales culpables de tal calamidad. Pol pot, que así es como se hacía llamar Saloth Sar, el “hermano numero uno” y líder de los jemeres rojos aparece junto a otros responsables del genocidio en varias fotos. Increíble que hoy en día sigan esperando ser juzgados por un tribunal, salvo el líder que ya se libró de la sentencia en 1998 cuando murió, según se dijo, de una insuficiencia cardíaca.

Estuvimos un buen rato haciendo fotos y grabando hasta que se hizo la hora que habíamos quedado con el conductor y a la salida del instituto me acechó un hombre con la cara totalmente desfigurada pidiendo limosna.

Y después de lo que habíamos visto aun nos quedaban por ver los campos de exterminio…

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8 comentarios
  • Buenas tardes ! Soy Paola, estoy planificando mi escapada al Sudeste asiático. Antes que nada felicitarlos por el blog, es genial, las explicaciones, fotos e incluso vídeos !! Me ayudaron muchísimo! Tengo varias dudas, quizás me puedan ayudar…

    Tengo poco tiempo, no pensaba ir a Phnom Penh ya que desde Siem Reap (en donde sólo pasaré un día visitando los templos) tenía pensado coger el autobús nocturno el día 27/10 directo a Ho Chi Minh en dónde estaría hasta el día 31/10 que tengo un vuelo a Hanoi x la mañana. Pero realmente creo que no quiero dejar de visitar todo lo que aquí cuentan por muy escalofriante que sea, me interesa.

    Creéis que saliendo a primera hora de la mañana el mismo 28/10 podría visitar esos tres principales lugares del genocidio en un día y por la noche coger un bus a Ho Chi Minh para disfrutar el día siguiente de los túneles de CU Chi (tengo entendido que sobre las 16/17 cierran) como lo veis ? Alguien sabe los horarios de los autobuses. Tengo entendido que el barco tarda más y perdería todo el día …

    Muchísimas gracias y espero podáis ayudarme ya que me he quedado trabada en este punto del viaje debido al escaso tiempo y todo lo que quiero abarcar .

    Saludos !!!!

    • Hola Paola.

      Desconozco los horarios de autobuses, pero no te recomiendo hacer estas "visitas relámpago". ¿Qué tal si te coges un día más y lo ves con tranquilidad? Además dices que vas a estar solo un día en Siem Reap viendo los templos de Angkor, ¿cuánto tiempo le vas a dedicar a Camboya? ¿Un día y medio?

      ¿Te has planteado viajar a Camboya cuando dispongas de tiempo?

      Venga un saludo y no te lo tomes a mal.

  • Buenas tardes Toni (o Carme), os tomo la palabra.

    Igual más adelante, aun me falta tiempo, os consulto alguna duda concreta. Me han puesto muy bien Myanmar, a ver qué tal resulta.

    Me alegro de que os sirviera mi blog de Laos.

    Me gusta mucho el estilo que teneis de contar las cosas en el blog. Es muy fácil de seguir y de entender lo que vais sintiendo a lo largo del viaje.

    Os seguiré leyendo. Un abrazo.

  • Estuve hace dos años viendo Tuol Sleng e impresiona más por lo que sabes que ha pasado entre esas paredes que por lo que ves.

    Salí con mal sabor de boca, pero encantado de haberlo visitado.

    Es de los lugares que más me han impresionado.

  • Hola Melo. Que sepas que en nuestro viaje a Laos tu blog fue el que más seguimos. Ahora me acabo de dar cuenta que te vas a Myanmar. Estuve en el 2007 y estaría encantado de aconsejarte en cualquier cosa que me preguntes (aunque a estas horas se que no hay mucho que acosenjarte). Te deseo un buen viaje y disfruta de la gente birmana que son de lo mejor que me he encontrado viajando.

    Toni

  • El ser humano, el animal capacitado para hacer más daño, no solo a las otras especies del planeta, sino también a los suyos.
    Hay tela aqui, humanidad, claro que la hay y mucha afortunadamente, pero el hombre (el ser humano)es el ùnico ser habitante de la tierra capaz de destruir cualquier cosa que se le antoje y lo hace por poder, por ideologia o simplemente por placer.
    No hay nada que pueda justuficar una guerra, mucho menos un genocidio, en este planeta hay sitio para todos.

  • Que horror, no puedo visitar esos sitios.

  • La verdad es que se nos quedó un poco de mal rollo cuando terminamos con el museo, pero te hace ver hasta donde llega un ser humano en sus ralladuras de cabeza. Te hace pensar que vivían en una especie de locura colectiva…

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