Cap. 05 – Dura llegada a Chame, empieza lo bueno…

Etapa 3 Trekking circuito del Annapurna. De Tal a Chame

En el comedor de la guesthouse de Tal tan solo estábamos desayunando cuatro personas: nosotros y en la mesa de en frente otra vez Derek y su compañero. El grupo que habíamos visto empezando el trekking desde Tal el día anterior se había dispersado entre todos los hostales del pueblo e iba ya más separado. Por suerte Toni ya se encontraba mucho mejor y, aunque no estaba al 100% de fuerzas, su intestino habían decidido dejar de trabajar tanto. Como ya hiciéramos la primera mañana nos pusimos en marcha bien temprano pues, según Yam, el trayecto de ese día ya no era un paseo en lancha y qué miedo me dió escuchar aquellas palabras…

Cruzamos el pueblo y salimos por el lado contrario al que habíamos llegado la anterior jornada. Tras ver una cascada a lo lejos, cruzar un pequeño puente de madera y adelantar a un reducido rebaño de vacas nos limitamos a seguir el camino que bordeaba el río hasta el siguiente pueblo. Por allí el paisaje seguía sin variar mucho; montañas escarpadas a un lado y a otro y el río con el agua tan clara que se podía ver cada roca de su fondo.

Saliendo de Tal de buena mañana
Saliendo de Tal de buena mañana
La catarata que sale de la montaña
La catarata que sale de la montaña
El camino que cogimos donde iba el rebaño de vacas
El camino que cogimos donde iba el rebaño de vacas
Y aquí las tenéis
Y aquí las tenéis

Hacia algo de fresco ya por allí pero el continuo ejercicio todavía conseguía mantenernos calientes sin necesitar prendas muy gruesas. Los niños que nos cruzábamos andando al colegio, parecía que no lo notaban demasiado a juzgar por su finos jerseys.

Vistas del camino junto al río
Vistas del camino junto al río

Dos horas después llegamos a Dharapani y estando como estábamos todavía frescos por el ligero esfuerzo realizado, paramos apenas 10 minutos, pasamos por el chek point a realizar el pertinente control y seguimos andando. Pensé que quizás Yam había exagerado aquella mañana simplemente para picarnos un poco, porque hasta que llegamos a Bagarchap no encontramos dificultad alguna. Lo que no sabíamos era que todo aquello que habíamos recorrido hasta el momento era solo un pequeño calentamiento para prepararnos para el tramo final…

Vistas de Dharapani a lo lejos
Vistas de Dharapani a lo lejos
Cruzando otro de los muchos puentes que cruzamos en el trekking
Cruzando otro de los muchos puentes que cruzamos en el trekking
El check point de Dharapani
El check point de Dharapani
Salida "alegre" de Dharapani. Como se nota que no sabía lo que me esperaba
Salida «alegre» de Dharapani. Como se nota que no sabía lo que me esperaba

Tras otro ratito por la carretera volvimos a cruzar un riachuelo y nos acercamos a una pared. Cuando Yam señaló hacia ésta pensé que quizás había alguna cabra que quería que viésemos pero no fue así, resultó que las cabras íbamos a ser nosotros y nuestras piernas las que iban a subir. Aunque había camino para seguir aquello se veía muy empinado. Cogí aire y pensé que si había que subirlo sí o sí mejor hacerlo cuanto antes, pero primero solté el aire en un resoplido de resignación. ¡Qué remedio! 3, 2, 1… ¡en marcha!.

Subiendo y subiendo
Subiendo y subiendo
Y subiendo y subiendo...
Y subiendo y subiendo…

Los primeros cinco minutos aguantamos bien el tirón, pero a partir de ahí tuvimos que parar cada pocos metros a respirar. Yo era la que peor forma física tenía de los tres, pero las secuelas de la reciente diarrea habían dejado a Toni casi casi a mi altura, así que el porteador se armó de paciencia pues para él tenía que ser como para nosotros subir con dos nonagenarios, el tío ni siquiera modificó su frecuencia respiratoria… El camino se hizo laaaargo y del desayuno ya no quedaba ni el recuerdo en nuestro organismo cuando llegamos arriba. Puede que si hubiésemos hecho esa subida más pronto la hubiésemos tolerado mejor, pero después de toda la mañana andando ese último esfuerzo nos dejó K.O.

Y más subiendo y subiendo
Y más subiendo y subiendo

Desde allí hasta el restaurante de Timang utilicé la energía de reserva teniendo que concentrar toda la fuerza de mi ser en cada pierna que iba a mover al dar cada paso. Exhausta es la palabra que mejor define cómo estaba yo al llegar a las puertas de aquel comedor, consumida más bien. Miré a Yam que con su sonrisita y su frente carente de cualquier gota de sudor preguntó “Are you hungry?” Nunca en mi vida me he comido un plato tan grande y tan lleno de macarrones. Creo que eso contestó su pregunta.

La parada a comer. ¡Uf que día!
La parada a comer. ¡Uf que día!

Mientras esperábamos a que dejase de llover y contemplábamos los maravillosos picos nevados, decidíamos si seguir adelante un poquito más o quedarnos allí a pasar la noche. A pesar del considerable esfuerzo hecho esa mañana, Toni no se encontraba mal, aunque no queríamos jugar con fuego. Finalmente nos fiamos de nuestro joven amigo que dijo que el trayecto que quedaba hasta Chame era coser y cantar comparado con lo de esa mañana y decidimos seguir. Además la pasta había tenido en mi el mismo efecto que las espinacas en Popeye y el paisaje, aunque anunciaba lluvia, me animaba todavía más.

Continuamos hacia Chame. Yam siempre contento y sin cansarse
Continuamos hacia Chame. Yam siempre contento y sin cansarse
Niebla y nubes... la lluvia nos espera.
Niebla y nubes… la lluvia nos espera.

Realmente el último tramo del día si que fue tan fácil como dijo el joven nepalí. No había muchas subidas, y las pocas que había no eran nada en comparación a lo que habíamos subido. Íbamos tan relajados que nos permitimos el lujo de jugar con la gopro y hacer tomas para el video adelantándome un poco a Toni y Yam y volviendo a retroceder para salir en el plano. Solamente paramos en una ocasión para hacer otro chek point y de paso ponernos la ropa impermeable.

¡Lo estamos consiguiendo!
¡Lo estamos consiguiendo!
El último check point de la jornada
El último check point de la jornada

A pesar de la lluvia a las 4:20 llegábamos a Chame, otro pequeño pueblo con poco más que una calle y sus casas con habitaciones, pero al que nos alegramos mucho de llegar.

¡¡Llegada trunfal a Chame!!
¡¡Llegada trunfal a Chame!!
Entrada a Chame
Entrada a Chame

En el hostal en el que nos alojamos estaban celebrando el cumpleaños de la hija pequeña y parece que llegamos justo en el momento de la tarta. La parte baja, donde festejaban el aniversario, era su casa y en la primera planta tenían las habitaciones. Subimos y nos metimos en la nuestra o más bien saltamos encima de la cama en la que nos quedamos tumbados casi diez minutos sin ser capaces de reaccionar. Cuando me hice a la idea me levanté y me dirigí al baño compartido y, aunque la ducha se calentaba con un termo de gas, allí hacía un frío que pelaba. Suerte que en el comedor de abajo, cuando la fiesta terminó, el brasero y una sopa riquísima nos estaban esperando. Sin duda alguna, aquel rato que pasamos allí bien calentitos pagó el sufrimiento de todo el día.

Calentándonos junto al brasero
Calentándonos junto al brasero
700 465 Carme
4 comentarios
  • hola toni, gracias por tu respuesta, en que meses recomendas ir entonces? a partir de marzo en adelante?
    conoces si hay algun tren o bus desde Bankgok hasta Katmandu? tengo que ir desde Tailandia a la india, y tengo poco presupuesto, y dispongo de muchos dias…
    gracias

  • hola chicos, soy martin desde argentina, estoy planeando ir a nepal en Enero, y quiero hacer un trekking pero no dispongo de tantos dias, que me recomiendan?

    saludos y graciasss por compartir sus viajess

    • Hola Martin. De momento decirte que enero es un mes un poco jodido, porque empieza el frío y esto se traduce en nevadas y caminos cortados por la nieve. Sobre el tema de los pocos días piensa que necesitas, al menos para hacer el circuito clásico, unos días mínimos para aclimatarte a la altura. Una vez bajes el Thorong La puedes coger un jeep e ir a Pokhara, pero los días anteriores los vas a tener que hacer si no quieres tener problemas, y eso si no está nevado…

  • Me encanta leeros!!! Sois geniales!!!

Dejar una Respuesta

Start Typing

Preferencias de privacidad

Cuando visitas nuestro sitio web, éste puede almacenar información a través de tu navegador de servicios específicos, generalmente en forma de cookies. Aquí puedes cambiar tus preferencias de privacidad. Vale la pena señalar que el bloqueo de algunos tipos de cookies puede afectar tu experiencia en nuestro sitio web y los servicios que podemos ofrecer.

Por razones de rendimiento y seguridad usamos Cloudflare.
required





Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios y mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias mediante el análisis de tus hábitos de navegación. Si continuas navegando, consideramos que aceptas su uso. Puedes cambiar la configuración u obtener más información aquí