La crónica cósmica. Nepal, adiós y hasta pronto

Después de martirizaros con estas crónicas durante los últimos veintiún meses, y cuando faltan pocas horas para que salga volando de vuelta a Occidente, deseo despedirme de Asia (espero que temporalmente) apuntando algunos datos interesantes del Nepal.

Nepalidades

  • Según las creencias hindúes, las parejas se juntan de nuevo en cada reencarnación, y el divorcio es simplemente inimaginable (¡O sea que ni tan siquiera los separa la muerte!). Para un hombre es esencial tener un hijo varón, porque cuando él muera solamente éste podrá prender debidamente la pira funeraria que auspicie el buen camino hacia un nuevo renacimiento. Si un hijo hace la “barbaridad” de casarse con una mujer de otra casta, aparte de convertirse él y sus descendientes en unos intocables, “dalit”, tal hecho afectará negativamente las futuras vidas de toda la familia, pues creen que el karma es parecido a una escalera por la que, dependiendo de los actos, se puede ascender o descender. Al contrario que en muchas partes de la India, los nepaleses se distinguen por su tolerancia religiosa. En cuanto a la contradicción carnívora con el “no matarás”, han solucionado el problema sacrificando solamente a un animal cuando éste da el visto bueno con un movimiento de la cabeza que se dispone a perder (Umm…). Me permitiré comentar que la comunión católica es otro de tantos plagios copiados del hinduismo, en este caso el del “prasad” consagrado en el templo que reciben los devotos (generalmente un dulce o fruta, pero también puede ser un almuerzo completo).
  • La poligamia está plenamente aceptada a pesar de no ser legal, y un amigo mío aseguraba que su abuelo había tenido nueve esposas.
  • En el Nepal conviven un montón de tribus y etnias que pertenecen a treinta y seis castas distintas y hablan su propio idioma (en realidad son subcastas nacidas a partir de las cuatro originales). En las poblaciones de las colinas se crean tradicionalmente unos grupos llamados “guthi”, con quince jóvenes del mismo sexo y menores de dieciocho años, que organizan actividades diversas como excursiones y encuentros con “guthis” del sexo contrario. Más tarde, al convertirse en adultos, se juntan formando unas cooperativas de veinticinco miembros, y de nombre “dhigur”, que se dedican a los negocios y a mejorar la comunidad. A pesar de que la mayoría de estas tribus sean patriarcales, sus costumbres son por lo general muy liberales con las mujeres.
  • Los Sherpa provienen de las tribus Bhote que emigraron del Tíbet hace trescientos años y viven a más de tres mil seiscientos metros de altitud, donde se han especializado tradicionalmente en aparejar y criar yaks y vacas.
  • Los Managi son unas tribus nómadas que ahora usan sus caravanas para el contrabando de oro, armas y drogas.
  • Los Newar han residido en el valle de Katmandú desde la prehistoria y se cree que el nombre del Nepal proviene del suyo. Según se asegura, su lengua es la más difícil del mundo. Tienen sus propias sesenta y cuatro castas, y la más baja es la de los cortaúñas. Residen en poblaciones grandes, se dedican frecuentemente a diferentes artes, y su religión es una mezcla de budismo e hinduismo.
  • Durante treinta años he estado convencido de que la palabra “Dhobi” significaba lavandero o lavandería, así que me ha sorprendido (estos países nunca dejan de sorprenderme) saber que “Dhobi” es una subcasta que, por supuesto, se dedica a lavar la ropa de las demás.
  • Bonpo es una antigua religión anterior al budismo.
  • La lengua nepalesa desciende del sánscrito y solamente la domina el cincuenta por ciento de la población.
  • Los pocos musulmanes del Nepal vinieron desde Cachemira al ser contratados como armeros por el rey.
  • Antes de que se crearan los bancos, en el Nepal existían las denominadas “Casas del Tesoro” o “Hanumandoka”; ahora se acaban de abrir dos de ellas que habían permanecido cerradas desde el año 1913, y en su interior, y bajo montones de escombros, polvo y telarañas, han hallado muchos baúles que, aparte de joyas, utensilios reales y tesoros del Siglo XII, contienen (o contenían…) toneladas de lingotes de oro y plata.

Talibania

  • El cincuenta y seis por ciento de los emigrantes nepaleses son estafados por las diferentes organizaciones que se dedican supuestamente a conseguirles empleo y visado, y hay cientos de ellos que se encuentran “colgados” en los Emiratos Árabes sin trabajo, visado, dinero o billete de vuelta.
  • Otra estafa de moda tiene que ver con la venta de riñones, y hace poco convencieron a los siete miembros de una familia pobre para que cada uno se quedase solamente con un riñón; a pesar de que les prometieron unas cantidades que cambiarían sus vidas, terminaron pagándoles como máximo el diez por ciento.
  • Violencia de género en el Nepal durante el último mes: 105 denuncias de violencia domestica y 19 social, 10 asesinatos y 65 violaciones (no olvidéis que la mayoría de los casos no son tan siquiera denunciados…).
  • ¿Sabíais que muchos nepaleses viven en cuevas?
  • Ocurren tantos accidentes de aviación (mayormente aviones de hélices y en pequeños aeropuertos de las montañas), como para creer que son las noticias acerca del tráfico de fin de semana.
  • Katmandú está tan miserablemente “urbanizada” (¡Rediós, todavía se continua edificando al tuntún sin los servicios de un arquitecto ni permiso de obras!) como para que muchas de sus partes se inunden con cada chubasco (¡Con el agua hasta los hombros!), y me pregunto qué debe suceder durante los monzones.
  • Debido a las pésimas instalaciones eléctricas, hay mucha gente que muere electrocutada, y el oficio de electricista está considerado como uno de los más peligrosos.
  • En el superpoblado estado indio de Uttar Pradesh, los habitantes de un lugar se hartaron de los continuados cortes del servicio eléctrico, y destrozaron una central eléctrica cercana. Supongo que comprenderéis tan desmesurada reacción si os aclaro que sufrían una ola de calor (¡Con 47º a la sombra!) y echaban realmente en falta los ventiladores.
  • Un matrimonio con un bebé de siete meses tomó un autobús nocturno en Katmandú para dirigirse a la lejana aldea de su familia, pero durante el viaje, y mientras ellos dormían, el pequeño salió gateando, y en una parada en medio de la noche y de la nada se las arregló para terminar cayendo al exterior. Los padres, que solamente descubrieron el drama al llegar a su destino y despertar, hicieron inmediatamente el viaje de regreso con el corazón en un puño hasta que, a seis horas de distancia (aquí lo de los kilómetros no significa nada), encontraron al bebé rodeado de sonrientes policías y en brazos de un camionero que lo había hallado.
  • Detuvieron a una banda de Katmandú compuesta por cuatro hombres y una mujer que se dedicaban a vaciar los bolsillos de los cándidos a los que ella engatusaba amigablemente a tomar un té cargado de narcóticos.
  • Igual que sucede en Delhi, Lima o Jartum, las leyes que impone el gobierno de Katmandú confirman el refrán de que la distancia es el olvido; el ejemplo más frecuente tiene que ver con el casco de los motociclistas, el carnet de conducir o la densa nube negra que sueltan muchos de los vehículos, de los que no hay el mínimo control en cuanto se alejan del centro de la capital.
  • Un marido difícil de calificar drogó a su joven esposa de veintidós años, con la que ya había tenido un hijo, y se la vendió al propietario de un burdel por dos mil euros. Quince años después, y gracias a un cliente que se enamoró de ella y compró su libertad por doscientos euros (claro, siendo de tercera mano…), la mujer ha podido regresar a casa y, tras denunciar al marido (¡Qué mala, ¿no?!), el hijo de la gran puta ha sido condenado a cadena perpetua.
  • También han detenido a un padre que cogió un pequeño mosqueo con su hija porque se había casado con un chico de otra casta, y alquiló los servicios de unos sicarios para que la estrangulasen.
  • La policía de Katmandú hizo una espectacular redada y clausuró veinticuatro farmacias ilegales que además vendían medicamentos caducados; curiosamente, o no, al día siguiente las mismas farmacias abrieron de nuevo sus puertas al público.
  • Detuvieron a un policía que intentaba cambiar billetes falsos (siempre de rupias indias).
  • La mayoría de escuelas nepalesas no tienen servicios de baño o están inutilizados.
  • En el mercado negro se puede conseguir la ciudadanía nepalesa por quinientos euros.
  • Detuvieron al chofer de un autobús de largo recorrido por no tener carnet de conducir.
  • Destituyeron al director de un hospital debido a que cuando llevaba solamente unos pocos meses en el cargo ya había contratado a setenta y nueve nuevos empleados innecesarios a los que cobraba una comisión.
  • Un adolescente contrató a dos asesinos para que matasen a su padre y a su hermana, y cuando fue detenido por la policía confesó, “Me recriminaban continuamente mis malos resultados escolares, y yo estaba más que harto”.

¿Me lo dice o me lo cuenta?

  • Decía Eleonor Roosvelt: “Las grandes mentes hablan de ideas, las normales de hechos, y las mediocres, de gente”.
  • Decía Nithya Shanti: “Lo que los demás piensan y dicen de ti, no es de tu incumbencia”.
  • Decía Julio Llamazares: “Para escribir como se ha de escribir hay que estar en Babia”, y “Lo más importante en la vida es perder el tiempo”.
  • Decía José Luís Cuerda: “Quien sabe perder, lleva mucho ganado”, y “¿Pensamos algo o esperamos al lunes?”.
  • Decía Juan Cruz: “Cuando un autor pide consejo, lo que busca es que corroboren lo que está haciendo”.
  • Digo yo, “Los individuos de mi tribu provienen diferentes razas, culturas y creencias, pero todos tienen la misma nacionalidad, la terráquea.
  • También decía un servidor: “Cada escritor es un maestro, y para evitar crear monstruos debería cuidar las enseñanzas que imparte. De existir el Más Allá, desde Buda a Jesús, pasando por Mahoma, Marx y cincuenta grandes hombres más, se estarán removiendo en sus tumbas al comprobar las imbecilidades que se llevan a cabo en su nombre.

Mira lo que pienso

  • Debido a que desconozco totalmente el deseo de ser recordado, ni tan siquiera mi ego sufre tal debilidad.
  • De la misma forma que hay personas a las cuales ves andar con una ágil naturalidad, y otras que, quizás por falta de práctica o por tener demasiada barriga, pecan por el lado contrario, cuando se trata de pensar sucede igual.
  • Estoy tan equilibrado mentalmente como para que ni tan siquiera me atemorice mi evidente locura.
  • Está el escritor que piensa, y está el pensador que escribe.

Y esto es todo por hoy, mis queridos papanatas. Bom Bom.

La crónica cósmica, de Nando Baba
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Nando Baba

Escritor y viajero. No te pierdas las crónicas cósmicas de Nando Baba.

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