Parque Nacional Bako: toma de contacto con los narigudos

Visitar el Parque Nacional Bako en la parte de Malasia de la isla de Borneo era algo que me hacía especial ilusión. Había leído en distintas fuentes que el avistamiento de animales en este parque era bastante probable y después de estar en Taman Negara, en el que los únicos animales que conseguimos ver fueron los centenares de murciélagos que habitaban la cueva en la que dormimos y el osado puercoespín que vino a recoger los restos de nuestra comida, ya tenía ganas de toparme con alguna especie que no hubiese visto antes. ¡A eso habíamos ido a Borneo!

El Parque Nacional Bako

El Parque Nacional Bako se encuentra en la península de Muara Tebas, en la costa de Sarawak y a escasos 40 km de Kuching. En un espacio relativamente reducido, 27 km cuadrados, concentra una enorme variedad de especies de plantas y según la web del parque se puede ver casi cualquier especie endémica de la isla porque alberga diferentes tipos de ecosistemas.

Los protagonistas indiscutibles del Parque Nacional Bako son los narigudos o probóscide. Estos monos, a una nariz pegados, son vistos en muchas ocasiones por los turistas que visitan el parque y avistar algún ejemplar (o varios) es la guinda perfecta a cualquier paseo por la jungla, más todavía, si como nosotros eres un enamorado de los animales y te encanta verlos en libertad. Pero estos no son los únicos animales que se dejan ver, pues en la misma zona de las cabañas, si uno se levanta pronto y tiene suerte, puede ver algún langur plateado aprovechando los primeros rayos de sol para alimentarse. Otros, que con total probabilidad van a aparecer en algún momento de la visita, son los terribles cleptómanos de la selva: los macacos, que aprovecharán cualquier descuido del personal para hacerse con alguna valiosa posesión: un refresco, un cacho de pan o una cámara que ni saben ni tienen interés en usar, la cuestión es robar. Los encontrarás siempre cerca del comedor, rebuscando en las basuras o allanando alguna morada. También se pueden ver cerdos barbudos, nutrias, muchas especies de aves y cocodrilos, pero estos últimos son un tema aparte y algunos preferirán incluso no llegar a ver ninguno…

Parque Nacional Bako
Parque Nacional Bako

Salimos de buena mañana desde Kuching en autobús y acompañados de Nico, un viajero italiano que habíamos conocido en Kapas y se había unido a la excursión. Justo delante de nuestro hostal paramos al vehículo y unos minutos más tarde y por tan solo 3,5 ringgits nos encontrábamos en Kampung Bako, lugar desde el que se compra la entrada al parque y desde el que se coge una barca para llegar hasta él.

Oficina para comprar los tickets de las barcas
Oficina para comprar los tickets de las barcas
De camino a la barca en el río
De camino a la barca en el río

El paseo en barca hasta la playa en la que desembarcaríamos fue algo tenebroso, pues la niebla, que hacía que el horizonte quedase totalmente difuminado y las gotas que empezaban a caer, convirtieron el momento en una escena perfecta de cualquier película de piratas malditos.

El paisaje hasta Bako
El paisaje hasta Bako

Cuando la barca paró, o mejor dicho encalló, nos arremangamos las perneras y nos tiramos al agua. Unos pasos después, en la orilla, nos esperaban miles de nerviosos cangrejos que no paraban de entrar y salir de los agujeros en la arena y a lo lejos un gigantesco cartel nos daba la bienvenida: Welcome Bako National Park.

El desembarco en la playa
El desembarco en la playa
Todos alucinando con los cangrejos
Todos alucinando con los cangrejos
¡Bienvenidos al Parque Nacional Bako!
¡Bienvenidos al Parque Nacional Bako!

Ya en recepción, donde nos registramos y nos dieron un mapa del Parque Nacional Bako dibujado a mano, recogimos las llaves de nuestra cabaña y nos acercamos a la zona de alojamiento. Llegar hasta nuestra habitaciòn, con aquel parque inundado de macacos de mirada desafiante y preparados para saltar a la caza de cualquier cosa que llamase especialmente su atención, fue todo un desafío. Enfilé por el camino con la mirada clavada en el suelo y mordiéndome la lengua para no empezar a gritar cada vez que alguno daba un paso hacia mí. No os engañéis amigos, no es que no me gusten los macacos, son ellos los que no me quieren a mí…

Nuestra cabaña
Nuestra cabaña

Dejamos las mochilas, nos sentamos en el porche y, palo en mano para espantar a algún que otro monito malo que se acercaba enseñando los dientes de vez en cuando, examinamos el escueto mapa que nos acababan de dar. Sobre las cuatro lineas que se supone representaban el parque nacional estaban marcados los senderos de las diversas rutas que se podían realizar y el tiempo aproximado de duración: desde paseos de 30 minutos hasta caminatas de algo más de ocho horas (aunque algunos no se podían realizar porque una zona del parque se encontraba cerrada por mantenimiento).

Decididos a ir a visitar las playas de T. Pandan Besar y T. Pandan Kecil nos pusimos cómodos y empezamos la excursión.

Tras volver a atravesar la zona minada de macacos y el comedor nos metimos en el camino que para nuestra sorpresa estaba perfectamente señalizado. Unas señales de madera marcaban cada ciertos metros hacia dónde tenía uno que seguir su camino dependiendo del destino que hubiese elegido. Perderse, en las rutas más cortas, era algo bastante improbable. Nos sorprendió también, aunque nos recordó al parque nacional de Penang, que en los tramos más abruptos hubiese pasarelas de madera, cuerdas o escaleras para ayudar al excursionista, lo que lo convierte en un parque muy accesible para las personas con menor capacidad física. No obstante, para tranquilidad de a quienes les gusta lo genuino, no llega a resultar artificial.

Pasarelas y señales para hacer la excursión más sencilla
Pasarelas y señales para hacer la excursión más sencilla

El paisaje cambió en un par de ocasiones: el manglar inicial dio paso a la jungla, esta volvió a desaparecer y, tras atravesar una zona menos densa con arena, otra playa volvió a aparecer ante nosotros: T. Pandan Besar. La playa en cuestión se veía desde lo alto de la montaña, un precipicio desde el que vimos un par de manchas que nuestra imaginación nos llevó a pensar que eran cocodrilos pero que perfectamente podrían haber sido unos varanos muy grandes. Puesto que en estas aguas está prohibido nadar por su presencia, no era del todo imposible.

El manglar
El manglar
Un poco de jungla
Un poco de jungla
Y por fin T. Pandan Besar
Y por fin T. Pandan Besar

Como el esfuerzo para llegar hasta allí no había sido grande, decidimos seguir nuestra ruta visitando también T. Pandanr Kecil. Retrocedimos un poco los pasos que habíamos dado, volvimos a ver las plantas carnívoras y nos metimos por otro sendero que nos llevó directos a la otra playa, ésta bastante más frecuentada que la anterior, y desde una zona muy rocosa pudimos contemplar otro paisaje espectacular.

Planta carnívora
Planta carnívora
T. Pandan Kecil
T. Pandan Kecil

Por la tarde decidimos acercarnos hasta T. Paku, una playa a tan solo 800 metros de distancia de la zona del alojamiento y que, tal y como indicaba el mapa, tardaríamos tan solo una hora en recorrer. El motivo de nuestra elección fue que, según los mantenedores del parque, era la zona donde más probabilidades había de ver a los monos narigudos al amanecer o al atardecer, y no queríamos dejar escapar esta oportunidad de verlos por primera vez. Nada nos habría hecho pensar que aquel escaso kilómetro nos iba a hacer sentir como si nos hubiésemos adentrado de repente en la selva más profunda, a pesar de las plataformas y escaleras. La densidad de aquella zona de jungla del Parque Nacional Bako nos sorprendió gratamente y nos dejó con la boca abierta casi todo el trayecto.

Dentro de la jungla
Dentro de la jungla
Más jungla
Más jungla
Y más...
Y más…
¿Había dicho que íbamos por la jungla?
¿Había dicho que íbamos por la jungla?

Sin embargo, al llegar a la playa los únicos primates de nariz grande que vimos eran las personas que se habían congregado allí buscando los mismo que nosotros y que con un palmo de narices aceptaron resignados que ese día allí no había aparecido ninguno.

Llegamos a la playa
Llegamos a la playa
¿Habrán narigudos por aquí?
¿Habrá narigudos por aquí?

No obstante algo me decía que yo ese día iba a ver algún probóscide, y obstinada y enfadada con un destino que no me los quería enseñar, quise esperar un rato en la playa…

Esperaremos un poco por si aparecen
Esperaremos un poco por si aparecen

Pero durante la media hora que estuvimos allí entretenidos con el paisaje y haciendo fotos, no vino a vernos ningún narigudo y resignados como los demás turistas, decidimos volver al campamento, pues se nos iba a hacer de noche.

Volvemos al campamento
Volvemos al campamento

La sorpresa del día llegó cuando, a punto de llegar a la zona de las cabañas, cerca del manglar, vimos agazapados a un lado del camino a tres jóvenes malayos que observaban un punto lejano con atención. Llenos de curiosidad les preguntamos qué era aquello que miraban con tanta atención, y para nuestra sorpresa, lo que había ahí escondido entre las ramas de los árboles era un probóscide que descansaba completamente ajeno a la expectación que había creado, primero en aquellos jóvenes y ahora en nosotros. El animal estaba tan escondido que nos costó de encontrar, y además no se veía completo. Decidimos dar unos pasos más por aquel camino hasta llegar a la parte trasera desde la que sí se podía ver todo, pero estaba tan alto que ninguna de nuestras cámaras pudo retratar bien el ejemplar. Nico, que llevaba un teleobjetivo sí que sacó alguna en la que le pudimos ver bien la enorme nariz.

La foto que hizo nuestro amigo ©Nico
La foto que hizo nuestro amigo ©Nico

Contentos con el hallazgo, suficiente para dejarnos satisfechos, volvimos a nuestra cabañita de madera a descansar y en la que pasamos algunas horas en vela después de cenar. Pocos sonidos interrumpieron la calma aquella noche en la que el único revuelo lo creó un descarado jabalí barbudo que se acercó hasta nosotros en busca de algo que comer.

Descansando en nuestra cabaña
Descansando en nuestra cabaña
El cerdo barbudo
El cerdo barbudo

Datos prácticos del Parque Nacional Bako:

  • Cómo llegar desde Kuching: En bus hasta Kampung Bako (el uno o el seis) por 3,5 MR y desde allí coger una barca hasta la entrada del parque por 20 MR
  • Entrada parque: 20RM
  • Mapa de las rutas realizables del parque
  • Precio cabaña Bako: 66 MR entre los dos
  • Comer en el parque: en la entrada del parque hay un restaurante en el que se preparan comidas y cenas (auque según nuestra experiencia nada exquisita, pero suficiente para salir del paso) y además se pueden comprar refrescos, cervezas (sí, sí, cervezas), chocolatinas y agua.

¿Recomendamos la visita? Encarecidamente. El Parque Nacional Bako es nuestro parque favorito de los que visitamos en Malasia, mucho que ver en muy pocos km, probabilidad alta de ver animales y muy accesible. Además se puede elegir entre hacer excursiones cortas o trekkings de varias horas y el paisaje varía mucho: playas, manglares, selva, acantilados y cataratas.

¿Quedarse a dormir o hacer una visita de un día? Si se dispone de tiempo recomendamos pasar la noche en el parque para realizar la excursión o las excursiones sin prisas y sin tener que estar pendientes de la hora de salida de la última barca en dirección a Kampung Bako. Además el ambiente de las cabañas, cuyas habitaciones son de dos, tres o cuatro camas, es totalmente relajado. Es recomendable reservar con antelación porque hay muy pocas habitaciones. También es posible acampar

Dónde reservar el alojamiento: En la oficina National Parks Booking Office de Kuching o por correo electrónico.

Localización

700 467 Carme
11 comentarios
  • Hola chic@s!
    Antes de nada agradeceros la amplia información sobre vuestra estancia en el parque… ;)) Quisiera haceros una consulta, queremos reservar la cabaña lodge 6 para finales de abril, cosa que veo que ya se está llenando.. la cuestión es que tengo que registrarme para realizar la reserva pero llega un momento que me piden un código OTP que sólo envían a teléfonos malayos… ¿Vosotros os tuvisteis que registrar? ¿O lo hicisteis como invitado?
    De todas formas les he enviado un mail por si..

    Muchas gracias de antemano!

    Un saludo,
    Mireia

    • Hola Mireia, no me acuerdo de si nos registramos o no, pero lo hicimos desde Malasia y teníamos un teléfono malayo. A ver si con un poco de suerte te contestan, si no a una mala siempre puedes hacerlo con una SIM malaya cuando llegues al país… pero supongo que te contestarán.

  • Buenas noches, iremos este verano con un niño de 7 años a conocer el parque, creemos que es mejor dormir en Kuching, crees que las rutas para los niños son difíciles? me recomendarías alguna en concreto?Muchas gracias

    • Hola Marta. Al menos las que hicimos nosotros, sin alejarnos demasiado, eran muy fáciles, con todo el camino muy marcado y pocas posibilidades de perderte. Allí mismo verás un mapa con rutas y podrás escoger la que prefieras por distancia recorrida.

  • Hola! Estoy intentando reservar cabaña para 2 personas en el parque de Bako pero en su web cuando selecciono el LODGE 6 (1 room, 2 person) me separa a dos habitaciones. ¿Me podrías indicar cómo lo reservasteis vosotros? gracias!

    • ¡Hola! ¡Qué raro! Nosotros lo hicimos desde la web también y no nos dio problemas. No sé si es que igual no queda ninguna habitación libre y os está repartiendo en dos… ¿Has probado a mirar en otra fecha?

  • Tania (Llévame lejos)

    ¡Hola chicos! Os escribo porque me surgen varias dudas de tipo veterinaria, y teniendo a Carme aquí, no podía no preguntar. Llevo un mes en Malasia y quiero viajar hacia Borneo en busca de monos, orangutanes especialmente. Además de verlos, poder visitar el Parque Nacional y algún otro lugar que quiero, me gustaría saber si te fue posible realizar o saber algo sobre algún voluntariado por allí. Aunque fuera pagando una tasa, pero me encantaría realizar un voluntariado así durante un tiempo.Muchas gracias por toda vuestra información

    • ¡Hola Tania! Hace un par de años estuve buscando voluntariados con orangutanes por Indonesia y Malasia, pero todo lo que encontré era excesivamente caro (pedían más de 1000 euros en algunos sitios y desconfié) y además no encontré nada para veterinarios, era todo para ayudar en la limpieza y alimentación. Hay una web que conocí hace poco por veterinarias con las que he coincidido en Chiang Mai que se llama Kookaburra y en la que ponen ofertas de trabajo y voluntariados: https://www.kookaburravets.com/Worldwide/worldwide.htm Ahora mismo no veo nada con orangutanes ni fauna salvaje en Malasia, pero puedes mirar de vez en cuando por si actualizan la info, o a lo mejor te gusta alguno de los que hay :p
      Siento no poder ayudarte demasiado, la verdad es que yo al final desistí, pero si encuentras alguna cosa interesante cuéntamelo :)
      Un abrazo y a seguir disfrutando

      • Tania (Llévame lejos)

        ¡Muchas gracias Carme! Yo seguiré buscando, pero lo que he visto también es de pago…Igualmente gracias por escribir sobre voluntariados veterinarios que haces y la página que me has pasado. Ya cada vez que busco algo, me acuerdo de ti y busco en vuestro blog antes.Un besote!

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