Algo muy habitual y lo que la mayoría de turistas que viajan a Marruecos hace es un tatuaje de henna. La plaza Djemaa el Fna y el mercado de las especies está lleno de gente que se dedica a ello y es muy complicado no caer en sus garras, así que Carme tuvo que hacerse el tatuaje de rigor y estuvimos un rato con un par de marroquíes bastante peculiares.
Como nota al margen, decir que nos hizo gracia durante todo el viaje que siempre te preguntasen de donde eres al oírte hablar, y claro, nosotros hablando en valenciano pronto nos encasillaron somo catalanes. Todo esto no pasa por ser una mera anécdota si no fuese porque todavía existen los prejuicios en Marruecos y todavía ven al catalán como «agarrado» (los catalanes que respondan en un comentario), con lo que no paraban de decirnos que no gastábamos dinero en Marruecos: «tú catalán no gastas» (palabras textuales). En fin, que de todo hay en la viña del señor… Tal y como me comentaba un señor mayor amigo mío: «por una patà que pegue el borrico no le vas a cortar la pata«.
Muy interesante acompañaros, como siemre^^
Eso si, deberias tener cuidado con los tauajes de henna y pedir que lo hagan con la henna natural, que tiene un tono marron oscuro o rojizo segun la zona, porque la henna negra contiene un colorante tóxico, prohibido en muchos paises europeos por ser altamente perjudicial al almacenarse en el hígado…Aun así, por un dibijo pequeño como ese dudo que pase nada, pero es bueno saberlo igual:)