Hace solo unos días que comenzó de nuevo el festival más grande del mundo, el Oktoberfest, que se celebra entre el 21 de septiembre y el 6 de octubre en Múnich, Alemania. Este festival de salchichas blancas, pretzels y puestos de cerveza en abundancia atrae a muchos turistas -entre ellos españoles- que, como es mi caso, deben opinar que qué grandes fueron aquellos que inventaron este elixir de los dioses. Nos enteramos desde el portal de viajes momondo.es que han encontrado una docena de curiosidades sobre el festival de la capital bávara: desde un Premio Nobel que trabajó como obrero hasta los destinos favoritos de quienes se oponen al Oktoberfest de Múnich.
Quizás algunas de estas anécdotas sean incluso desconocidas para los más devotos, pero sin duda merece la pena comentarlas mientras tomamos unas cervezas:
Increíble pero cierto. Al principio no había nada de alcohol. La cerveza y otras bebidas alcohólicas solo podían comprarse fuera del recinto del festival. Sin embargo, los organizadores y las autoridades de la ciudad se dieron cuenta enseguida de que tenía más sentido permitir la venta de cerveza en el festival. Fue en ese momento cuando se establecieron los puestos tradicionales de cerveza.
El proyecto de arte «Los desastres de la cerveza» está dedicado al lado más desagradable del festival: a la gente que orina en público, que vomita o que lo estropea de algún modo. Si es que como diría mi abuela: en este mundo hay «de tó».
El genial físico contribuyó activamente en el festival de Múnich. En 1896, Albert Einstein trabajó como obrero en la construcción del pabellón de Schottenhamel.
El Oktobesfest también cuenta con su propia oficina de correos que instala anualmente correos de Alemania. Desde aquí se envían recuerdos y tarjetas a todos los rincones del mundo. Falta saber si después de unos litros escribes bien la dirección…
A fecha del 03.09.2013 hay 60 279 objetos en Ebay dentro de la categoría «Oktoberfest», desde el vestido dirndl (blusa), a la decoración casera azul y blanca del Oktoberfest. Aquí, los aficionados al festival popular más concurrido del mundo pueden encontrar casi cualquier cosa. Hasta los tesoros históricos se venden por Ebay, ya que un vendedor que ofrece una amplia colección que consiste exclusivamente en 930 jarras del Oktoberfest.
Los precios aumentan considerablemente durante el Oktoberfest. El Maßpreis, que crece cada año, este año alcanza los 9,85 euros. Históricamente, se ha incrementado hasta mil veces (se ha registrado un incremento de 1081% entre 1950 y 2010). Para aquellos que no sepan es la medida utilizada para medir el volumen de las cervezas. Originalmente medía 1,069 litro. Hoy en día, un Maß equivale a un litro.
Esto no tiene nada que ver con lo que se tarda en reservar una de las codiciadas mesas en los puestos de cerveza, sino el tiempo para convertirse en anfitrión Wiesn. Quien quiera solicitarlo a la ciudad de Múnich entrará en una lista de espera hasta que haya una vacante, lo cual sucede cuando alguien renuncia. También es muy caro, ya que desmontar y construir un pabellón nuevo cuesta alrededor de 2 millones de euros. Además, solo los anfitriones más experimentados dan la bienvenida a los Theresienwiese.
El contenido en alcohol es increíblemente alto, aunque la bebida favorita de los visitantes no es la típica cerveza, sino una bebida elaborada especialmente para el festival. Esta original cerveza tiene un 1,3% más de alcohol que una cerveza convencional.
Quienes vistan pantalones de cuero y crean que llevan un complemento tradicional bávaro están equivocados. Las cabras que proporcionan el cuero para los nuevos Lederhosen de Oktoberfest suelen criarse en India o Pakistán.
El famoso brindis «Ein Prosit der Gemütlichkeit», que se acompaña normalmente con un trago de la jarra, no es originario de Baviera. Fue popularizado por un músico de Chemnitz, Bernhard Dittrich.
Durante el Oktoberfest es cuando se duplican las tarifas de los hoteles en Múnich. Solo en el caso de los alojamientos de lujo, en los hoteles más caros y exclusivos de la ciudad, los precios se mantienen constantes. La «Royal Suite Ludwig» en el hotel Four Seasons tiene suelos de mármol de Carrara, decoración confeccionada con cuero de becerro y servicio de mayordomo las 24 horas, y cuesta 15 000 euros la noche. No se yo si nos llega el presupuesto a nosotros…
No a todos los muniqueses les gusta este festival de dos semanas. En esta época del año son más de 27 000 los que buscan unas vacaciones fuera de Múnich. Según las estadísticas de momondo, los destinos como Bangkok, Copenhague, Lisboa, Estambul y Nueva York son especialmente populares. Aunque estas ciudades son las preferidas por los muniqueses para una escapada, la capital tailandesa es la favorita por goleada.