El peculiar hotel Hasina, que pone nombres de plantas a sus habitaciones, es céntrico y uno de los más frecuentados de Antsirabe. A pesar de alguna visita esporádica que nos hicieron nuestras eternas compañeras de viaje, las cucarachas, se trata de un lugar limpio y luminoso.
Las espaciosas habitaciones con suelo de madera noble, poseen baño propio y están dotadas de mesa, sillas y una tele en la que no pudimos sintonizar ningún canal. Las camas, comparadas con el resto de camas malgaches, son confortables y con unas cuantas mantas, y en sus cálidas habitaciones no se advierte el frío de la noche (recordemos que Antsirabe se encuentra en las tierras altas centrales y por la noche refresca). En la mesita, como no, no puede faltar el nuevo testamento.
Los recepcionistas del hotel Hasina hablan inglés y pueden ponerte en contacto con guías locales por si se tiene intención de realizar el tour en piragua por el río Tsiribihina. Al lado de la entrada principal està el restaurante del hotel en el que sirven desayunos completisimos por 14000 ariarys. La buena atención y el ambiente encantador hace que, aun no siendo de los alojamientos más baratos de la ciudad, atraiga clientela (sobre todo viajeros de mediana edad).