Imagina que te sumerges en las aguas cristalinas, más azules de lo que tu mente es capaz de crear. En una playa de arena blanca custodiada por palmeras tropicales. Según vas descendiendo en la transparencia, te adentras en un mundo paralelo, un reino azul donde la vida fluye en todas direcciones.
El ruido del mundo desaparece y solo te acompaña el sonido de tu respiración y ese chasquidillo intermitente que caracteriza la melodía de los arrecife de coral.
De repente, estás rodeado por cientos, miles de peces moviéndose en perfecta sincronía, como si danzaran en el agua. Barracudas en espiral giran a tu alrededor como un torbellino plateado, mientras tiburones patrullan la profundidad con una elegancia imponente.
Las tortugas, majestuosas y tranquilas, parecen flotar sin esfuerzo, como si estuvieran suspendidas en el tiempo. El coral, vivo y vibrante, se extiende como un bosque submarino lleno de colores intensamente inimaginables como rojos ardientes, amarillos brillantes, púrpuras profundos.
Y en ese instante, te das cuenta de que estás dentro de un ecosistema tan vasto y perfecto que las palabras se quedan cortas para describirlo. Hay que vivirlo.
Una experiencia que cambia tu forma de ver el océano y la vida misma. Sipadan demostró que la mínima intervención humana, enriquece de vida un lugar. La cantidad de encuentros con criaturas marinas asombrosas te deja completamente atónito.
Igual que ocurre en los safaries de Africa, en donde no te puedes marchar si no logras ver los 5 grandes, en Sipadan pasa lo mismo, el objetivo es encontrar –Los BIG 5 de Sipadan– Barracudas, tortugas, tiburones de arrecife, grandes cardúmenes de jureles y el pez loro gigante cabeza de bulto.
La verdad es que donde quiera que mires es un espectáculo. Y si además te tomas un tiempo para admirar con atención más de cerca las paredes verticales tan imponentes que rodean el escenario, verás una gran cantidad de micro-vida, que ni en las películas de fantasía se podrían replicar. Su riqueza marina se debe a su ubicación en una corriente rica en nutrientes, lo que atrae a una increíble variedad de especies.
Sipadan es una de las islas más espectaculares del mundo para el buceo, está en la costa este de Sabah, Malasia (el país que tan bien me acogío y ya van para 10 años. Gracias!) Y como me suele pasar en mi vida, en el 2022 me invitaron a dar un curso de corales, dándome la oportunidad de conocer este increíble lugar.
Lo que le hace tan especial, es que esta isla oceánica está formada por un cono volcánico cubierto de corales a lo largo de miles de años. Es muy famosa en el mundo del buceo porque su diversidad marina es única, y sus impresionantes paredes de coral que caen a profundidades abisales son impresionantes.
Y aquí aparecí yo, sin haberlo planeado, con otras almas de mar, a las que estoy infinitamente agradecida al universo de haber tenido la oportunidad de haber compartido esta experiencia con ellas.
Nos viene a recoger una lancha pintada de tigre, cuatro malayos que se veía que llevaban haciendo eso durante toda su vida. Nos recogen. Nos dicen que nos sentemos a coger el material y nos dirigimos a uno de los mejores sitios para bucear del mundo.
Una corriente de emoción nos recorre el cuerpo a todos los presentes. Somos buceadores con experiencia pero sabemos que lo que vamos a vivir va a ser inolvidable.
Después de tomar los datos y pasar por el control del Parque Marino, para controlar que todos tenemos el permiso y cumplimos los requisitos, nos enseñan el mapa con los puntos de buceo. Por las condiciones del día, nos sugieren empezar por el barracuda point.
Justo la noche anterior nos habían enseñado los locales la canción propia del lugar de Sipadan en el que hacen mención a este lugar. Me resuena en la cabeza solo con evocar el recuerdo de todos cantando a la luna.
Cuando íbamos hacia la barca levantabas la vista y sentías la arena blanca, el agua turquesa indescriptiblemente precioso y como cuando empezaba el arrecife empezaba a oscurecerse. La emoción ya no cabía en mí y solo podía disfrutar de la alegría con una sonrisa compartida con mis compañeras cada vez que hacíamos contacto visual.
Nos lanzamos hacia atrás, bromeamos entre risas hasta que el instructor nos da la señal, nos sumergimos…
Ya el color del agua es increíble, pero ver la cantidad de Moorish idol – Zanclus cornutus – amarillo y negro que aparecía en la película de «Buscando a Nemo.» Y pequeños yellow spotted triggerfish – pez gatillo- y cuando estábamos disfrutando todo eso, de repente empiezan a pasar millones y millones de barracudas, que ha sido la primera vez que me han echo saltar las lagrimas debajo del agua. De hecho me tuve que contener, pero empecé a gritar como una loca de emoción.
Lo había visto en mil documentales pero nunca en la vida real. Y cuando empiezan hacer el vórtice es flipante. Llega un momento que parecían un solo organismo en sí mismo; la naturaleza es asombrosa.
Uno de nuestros compañeros se quedó en medio grabando, nosotros nos acercamos con cuidado desde fuera. Cada vez se unían más. Parecía que sabían dónde tenían que ir, era una coreografía perfecta. Llegó un momento que estaban tan cerca, que podíamos ver sus ojos, como nos miraban y seguían con sus aleteos en su baile coordinado.
Sphyraenidae sp son muy potentes, te observan, sus escamas crean un patrón plateado atrayentemente bonito, pero sus dientes te invitan a mantener distancia. Son unos depredadores muy activos. Su forma alargada les permite acelerar rápidamente, de hecho es uno de los más rápidos.
Sus mandíbulas poseen esos afilados y duros dientes que solo de un bocado puede arrancar medio pez. O a otra barracuda. Eso lo he visto yo, barracuda come barracuda.
Sipadan es una zona de cría de especies. Los grupos de barracudas suelen ser juveniles. Los adultos normalmente son solitarios y divisan desde lo alto el arrecife. A pesar de su aspecto y de todas las connotaciones negativas que tienen, no son agresivos, a no ser que se les provoque.
Y normalmente son curiosos, así que suelen ser ellos los que se acercan a los buceadores. Nuestra misión, contemplarlos y dejarlos que te contemplen, sin molestarse.
Las barracudas tienen mala vista y se sienten muy atraídas por los objetos metálicos reflectantes, porque son como los peces plateados de los que se alimenta. Así que si no quieres que curioseen más de la cuenta, evita sumergirte con objetos muy brillantes.
Porque les ofrece a los juveniles protección contra los depredadores, la llamada seguridad en números. Cuando un depredador ataca el banco de peces forma un vórtice giratorio, lo que evita que una sola barracuda se fije como presa. Una escuela grande significa compartir porciones más pequeñas de alimentos, pero tiene los beneficios de la protección y también, la detección de alimentos.
Practican eso que los humanos olvidaron: la unión hace la fuerza.
Dicen que solo los buzos afortunados son testigos del Barracuda Vortex que ocurre en el arrecife de la isla de Sipadan. Todo depende de las corrientes. Ya nos habían avisado. En cuanto las barracudas empezaron a desaparecer de nuestro campo de visión, una enorme corriente nos sacudió.
Mira que he buceado en Galicia, con mar de fondo, pero esa corriente era imposible de luchar. Hicimos caso de nuestro instructor y nos acurrucamos entre el coral, intentando tocar lo mínimo posible. Con un dedo estábamos agarrados todos. Esperamos un rato y de repente nos dio una señal, se soltó y se dejó llevar por la corriente.
Hicimos lo mismo. Torcimos como una pared enorme llena de corales de múltiples colores, que no podía ni apreciar porque la corriente nos llevaba a gran velocidad. Pasamos la pared, y de repente… La calma.
Parecía que estábamos literalmente dentro de un acuario. Bueno, muchísimo mejor. Era la perfección. De repente dos tortugas verdes enormes se empiezan acercar nadando entre ellas. Hacia el otro lado, tres morenas enormes salen de una cueva que forma el arrecife.
Y de repente, la estrella; la morena cinta Gymnothorax fimbriatus, tímida y territorial a la vez, se dejó ver entera con su cuerpo sinuoso adornado de azul y amarillo. Precioso momento.
Peces de dimensiones enormes. Con unos colores. Cada uno con su destino o rutina diaria. Me sentía como en medio del escenario de una ciudad submarina.
Nunca había visto tantísimas tantísimas tantísimas tortugas juntas. De verdad, hacia cualquier lado que el campo de visión te ofrece debajo del agua veían tortugas por todos los lados. Cuando te empiezas a fijar veías como se camuflaban entre las paredes del arrecife, simulando sus colores con su caparazón. Ahí descansando pasaban desapercibidas para muchos.
Siempre me había preguntado en donde duermen las tortugas. En aquel momento entendí que los puzles de la naturaleza crean piezas en todo detalle. Ahora el caparazón de las tortugas tenían sentido.
Era una locura, había tantas que no sabías a cuál grabar entre tanto vuelo acuático. En serio, parecía que volaban sobre tu cabeza, debajo… hacia todos los lados que mirases. Algunas estaban alimentándose rompiendo cachos de coral para alcanzar las esponjas más sabrosas. Veías grupos de cinco. Veías algunas con un montón de rémoras. Otros hacían de transporte para un montón de pececitos de colores que se ponían bajo su vientre. Un auténtico espectáculo, con mayúsculas y muchas exclamaciones!!
Y también estuvimos en la cueva de las tortugas, donde se han encontrado esqueletos de tortugas que se perdieron en su laberinto subacuático.
En nuestra última inmersión nos lanzaron justo encima del arrecife. Sipadan es como una mesa, que cae a 600 m de profundidad, con sus arrecifes verticales. Pues esta vez en lugar de tirarnos en el borde, nos tiramos justo en el arrecife y resulta que nos asalta repentinamente un grupo enorme de los peces más grandes y feos, pero a la vez bonitos, que he visto en toda mi existencia: los bumphead parrotfish.
Es el más grande de su especie, crece incluso hasta los 70 kg. Se alimenta de corales vivos porque tienen un pico enorme. Parecen de épocas jurásicas-oceánicas, van mordiendo las ramas de los corales y a la vez lo van ayudando a desperdigarse. También come algas. Y duerme al anochecer en grupos enormes dentro de cuevas.
Es una de las rarezas oceánicas y puede llegar a medir 1,5 metros. Su color azul verdoso con su pico rosado y con ese bollo en la cabeza, mirándome como diciendo «quítate de mi camino» mientras te intentaban evitar, me hicieron mucha gracia.
Está clasificadas como ‘Vulnerables’ (UICN), ya que su crecimiento es muy lento, sus hábitats cada vez más escasos y sus amenazas-humanas incrementando, así que encantada de ver a otra especie que lo mismo desaparece durante nuestra existencia.
La corriente es lo que puede llegar a complicar una inmersión si no tienes suficiente experiencia en el buceo. “Las corrientes más peligrosas son las que te empujan hacia abajo”. Si no llevas el ordenador de descompresión, puedes verte a 40 metros sin querer. Y a más profundidad, menos tiempo de inmersión.
Así fue cuando fuimos testigos de estas corrientes cuando encontramos al grupo de tiburones grises del arrecife Carcharhinus amblyrhynchos. En Sipadan hay bastantes especies de tiburones, pero estas en concreto son especialistas en fuertes corrientes. Son uno de mis animales favoritos del mar y su perfección anatómica me parecen atrayentemente preciosos.
Es increíble haber tenido la oportunidad de encontrarlos en estas aguas cristalinas. Estábamos disfrutando con la danza de una tortuga en mitad del azul cuando de repente me vi completamente rodeada por una enorme escuela de Jack.
Los jureles son unos incansables cazadores de mar abierto. Estos depredadores están activos de día y de noche en constantemente en movimiento. Tienen que hacer esto porque solo tienen una vejiga natatoria rudimentaria y se hundiría si se quedaran quietos.
Otros peces ocupan un lugar destacado en su menú y, en ocasiones, es posible ver y admirar las impresionantes velocidades que alcanzan cuando cazan.
Los juveniles de algunas especies hacen uso de las medusas como protección cuando están en mar abierto, ya que de otro modo estaría desprovisto de refugio. También son bien conocidos como peces piloto porque acompañan a los tiburones, entre otras especies. Así fue como un grupo bajando de una cueva nos avisaba de donde estaban los tiburones.
Cuanto más se mira, más se ve. Hay muchos detalles en este mundo, pero no todo el mundo se fija en ellos. A veces, es por puro desconocimiento. Muchos buceadores pasan por encima de estas criaturas sin ni siquiera notar su presencia y estas joyas marinas son tesoros oceánicos para los biólogos.
Entre corales y nudibranquios, existe un pequeño y artístico micro-cosmos oceánico. Encontrarme y fijarme en estos detalles de la vida, aumentan aún más mi curiosidad.
Mucha de la delicadeza que muestran estas minúsculas criaturas, sintetizan la belleza innata que se esconde en nuestro Planeta Azul. Tenemos un Planeta precioso. Hay que apreciar esos pequeños detalles que hacen de la naturaleza un lugar muy especial.
Tuvimos la suerte de ver los Big 5 de Sipadan, que me hicieron muchísima muchísima ilusión. Pero poco se habla de los detalles que hacen a esta isla tan rica en biodiversidad.
Porque también existen los «Tiny 5 ‘s»!!! (bueno, esto me lo he inventado yo) pero con ello me refiero a esos tesoros ocultos en el arrecife, donde la vida despliega en detalles minúsculos unos habitantes «invisibles» que mantienen la rica tapicería de criaturas, con un papel crucial en la armonía del todo.
Muchas de ellas era mi primera vez que las veía, algunas es que sólo están allí, y me encantó entender sus combinaciones de colores, mostrándonos sus variadas formas que dan pistas de sus distintos modos de vida.
Actualmente sólo puedes entrar con un permiso del Parque Marino, ya que están limitados los permisos de buceo al día. Solo los buzos avanzados o superiores son aceptados. Debes tener al menos el Advance de buceo para entrar, porque las corrientes son muy fuertes y hay que estar conpenetrado con el equipo. Además así se asegura que los buceadores no destrozan los corales con sus aleteos, ya que controlan su flotabilidad.
Hace dos años querían aumentar el número de buceadores permitidos en el día y todos los centros de buceo se unieron en contra. Han entendido que más visitantes pueden perjudicar el ecosistema marino que se supone que tienen que proteger y del cuál quieren seguir presumiendo.
La entrada está restringida sólo a 176 permisos de buceo al día y, el acceso a la isla está altamente regulado. Y desde 2004, no hay alojamiento en la isla; los visitantes deben quedarse en islas cercanas como Mabul. Qué es lo que hicimos nosotros.
Cuando sales del agua de uno de los mejores sitios para bucear del mundo. La infinita energía que siente llena todo tu ser. Sipadan es el ejemplo de que la mínima intervención humana en un lugar, hace que la vida abunde a salvo. Sin duda una de las mejores experiencias que he vivido debajo del agua.
Esta experiencia me hace sentir como una de las personas mas afortunadas del mundo, por la cantidad de encuentros marinos que tuvimos la oportunidad de observar y por supuesto, por el vínculo que se crea con las personas con las que compartes esta experiencia.
He de agradecer a una pareja de españoles que encontré en el descanso entre buceos, que me intercambiaron una de las baterías de la GoPro, ya que las mías estaban ya en el límite. La gente con la misma pasión crea una conexión especial. Gracias.
Sipadan es el ejemplo de que el mundo necesita más reservas marinas. Más protección y control en las aguas oceánicas. Esto sería necesario para intentar mantener la salud de nuestro planeta. Actualmente en las zonas de arrecifes son ecosistemas que escasamente cubren un 0.2% del lecho oceánico, pero son el hogar de más de una cuarta parte de las especies marinas.
Los Big 5 no solo son buscados por su belleza y singularidad, sino que también son indicadores de un ecosistema marino saludable. Para la biología marina cada uno de estos animales tiene un efecto cascada en su ecosistema. Por eso, protegerlos no solo es importante para la biodiversidad, sino también para la estabilidad del océano, y para nosotros.
El ser humano tiene que controlar sus deseos de destruirlo todo y mantener «acuarios naturales» en donde el control de sus visitas dependa del nivel de concienciación. No hay palabras para explicar el gusto de sentir que existen lugares prístinos en donde la vida surge sin el peligro del acecho humano. Con mi mayor deseo de que esto perdure en el tiempo, se extienda a otros lugares y sirva para valorar el poder de la naturaleza… porque el océano es un susurro antiguo, que nos precede y nos sobrevivirá.
Que Sipadan siga siendo un santuario donde la luz se filtra entre las aguas turquesinas-cristalinas como un secreto sagrado, donde cada criatura siga danzando en el espacio del azul, y donde quienes se aventuren en su profundidad no solo descubran un mundo maravilloso, sino el eco de su propia esencia, recordándoles el compromiso de preservar su latido, eterno.
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Beautifully written on a beautiful place. Reading this feels like I’m transported to the crystal-clear blue waters of Sipadan.
Este artículo me ha transportado e imaginaba que yo buceaba. ¡Maravilloso mundo! Gracias
Hola Marta!! Me alegro mucho que estéis en esas islas tan bonitas, si sigue habiendo vida pero es verdad que Perhantian 10 años antes los corales eran super vibrantes y sanos, ahora demasiados turistas van allí y se nota. Disfrutad mucho de Malaysia ✨la vida nos volverá a juntar!
Muy instructivo y preciosa información. Me encanta que nos lo describas, creo que estoy alli, lo veo todo. GRACIAS
Me ha encantado Maria. Estoy aprendiendo mucho e interesándome por lo que cuentas. Estamos en Perhentian besar y hemos hecho snorkel. Hemos visto muchos peces y tortugas, pez payaso, pez loro….
Pero es cierto que el coral esta destrozado.