A unos kilómetros de Mandalay, en Amarapura y cerca del puente de U Bein, se encuentra uno de los monasterios más visitados por los turistas que van de viaje a Myanmar. Se trata del Maha Ganayon Kyaung, fundado en 1914 y donde miles de jóvenes aprenden las doctrinas budistas y donde se respira un ambiente religioso bastante pronunciado. Pero si algo tiene de especial este monasterio es el desfile de monjes que hacen sobre las 10,00h para recibir comida por parte de los feligreses que se acercan hasta él.
Grandes canastos de aluminio repletos de arroz hervido y cestos llenos de frutas son básicamente el sustento de estos monjes que viven de la caridad de la gente. A cambio éstos rezarán por ellos y harán plegarias por sus vidas. Es un intercambio de favores muy arraigado en Myanmar. En este país los monjes están muy bien valorados y más todavía por ayudar al pueblo ante el gobierno de la junta militar birmana.
Y en unos instantes empieza el desfile. Cientos de monjes desfilan en fila india por un pasillo en forma de L mientras les van llenando el cuenco negro que utilizan para recoger la comida. Los turistas, que son bastantes cada vez, empiezan a disparar sus cámaras y al final, uno por uno los comensales entran en el comedor para intentar aislarse un poco de la “atracción turística” en la que se han visto envueltos involuntariamente.