Ser Patrimonio de la Humanidad además de centro budista del país hace de Kandy una de las ciudades más visitadas de Sri Lanka y con una cantidad inmensa de ofertas de alojamiento, desde básicas guesthouse hasta lujosos hoteles. Nosotros lo teníamos claro, queríamos huir un poco del centro de la ciudad y quedarnos por las zonas verdes del noreste del lago, por lo que elegimos la Green Woods guesthouse para pasar allí un par de noches.
Si por algo fue un acierto Green Woods guesthouse fue por la tranquilidad que se respiraba. Rodeados de vegetación y con un salón y terraza repleta de luz, los días que pasamos en este lugar fueron de los de cargar pilas para seguir la ruta.
El salón es amplio y se utiliza como comedor, dispones de libros para leer, sofá para descansar y una terraza donde tomar el sol. Eso sí, hay que ir al loro y tener siempre las ventanas cerradas porque hay una manada de macacos por los alrededores atentos a robarte lo que puedan.
La habitación es bastante simple, sin muchos ornamentos ni gracia, pero está limpia y es espaciosa.