Ir prácticamente en navidad a Boracay (y repetir en el año nuevo chino) da como resultado que encontrar alojamiento en esta bonita isla de Filipinas, y encima a buen precio, sea toda una odisea. Al final tuvimos suerte y pudimos disfrutar de Melinda’s garden, un jardín rodeado de cabañas de dos pisos todas hechas en madera, bambú y un poco de cemento. Las hamacas colgando y la tranquilidad que se respira fueron los motivos principales para quedarnos aquí durante una semana.
Melinda’s garden se encuentra en la station 3, el lugar donde presuntamente es más barato encontrar alojamiento. No está frente al mar, y casi que ni falta que hace, porque en el momento en que sales de playa y llegas a su jardín (no más de 100m), el ruido disminuye y el relax aflora.
El interior de la habitación es bastante acogedor, con una cama bien grande hecha de bambú, tela mosquitera, un armario, un ventilador (o a/c) y un amplio baño. Nosotros pillamos la habitación con ventilador, más barata que con aire acondicionado, y dormimos tranquilamente sin pasar calor ninguna de las noches.