Mercados flotantes de Bangkok, entre la turistada y la foto de postal

El turista despistado no suele enterarse mucho de lo que es un mercado flotante en Tailandia. Pero lo suele alabar incluso sin saber mucho de qué va el asunto. Porque el nombre de mercado flotante suena demasiado rimbombante. Y además el mito que venden las agencias de que poder cruzar ríos y canales en barcas, negociando con otros navegantes en mitad del agua, es algo que suena a paisaje de fantasía.

Y claro, si además uno ve en una guía las postalitas que representan a tan pintoresca estampa, es normal que se queda prendado de algo que, en realidad, no es como lo cuentan.

Damnoen Saduak, el turístico mercado flotante de Bangkok

Es más, muchos turistas de paquete organizado suelen visitar estos lugares simplemente porque estaban en el plan. Y por eso simplemente salen contentos tras el viaje en barca a través de canales, como si el paseíto por las aguas les hubiera dejado anonadados y listos para la siguiente actividad. Luego, si les preguntan, dirán que fue maravilloso sin saber muy bien por qué.

Es común que la mayoría de los recién llegados no comprendan muy bien qué son los mercados flotantes en Bangkok y sus alrededores. Pero dicha confusión es normal ya que el mito es más bonito que la realidad, que es mucho más simple: hoy estos mercadillos sobre aguas son básicamente representaciones turísticas de un pasado que ya no es.

Mercado flotante Bangkok

Cuando un mercado flotante en realidad no flota

El embrollo con lo de los mercados flotantes de Bangkok es tal que hasta el nombre es incorrecto. El inglés floating market que nosotros traducimos es un concepto pomposo para darle belleza a algo que es mucho más simple: el mercado del agua. Así se traduce de su idioma. Porque en tailandés a estos lugares se les denomina simplemente así, talaad naam, que básicamente combina las palabras mercado y agua.

Las aglomeraciones están garantizadas en Damnoen Saduak

Igualmente, entre turistas no se suele hablar de estos lugares en plural, sino que las guías pretenciosas hablan de “el mercado flotante”, y con ello lo normal es que se refieran a Damnoen Saduak, uno de los más míticos en un pasado ya demasiado lejano, de donde salen todas las fotos que adornan las agencias de viajes. El mismo destino que también es la mayor turistada de lo que hoy nos ocupa.

Y es que buena parte de la gente que va por primera vez a Damnoen Saduak sale espantada, y motivos no les faltan. Les han contado que los mercados flotantes son unos centros comerciales sobre las aguas, donde puedes ir con tu barquita negociando y viendo a los locales usar el trueque, cuando eso dejó de ser así hace siglo y medio.

Porque en la era de Internet, ¿por qué diantres los tailandeses iban a ir a comprar a un canal lejano?

El lugar menos cómodo para ir de compras

Alguno podría pensar que quizás es que se venden artículos originarios de ese lugar que solo pueden encontrarse en los canales, pero no es así. Lo que hay en los mercados flotantes lo puedes adquirir en otros lugares, y en realidad en Damnoen Saduak lo deben llevar de fuera y es más caro.

Uno se preguntaría entonces para qué ir a un mercado flotante si no se puede comprar nada interesante. Y la respuesta es clara: por la experiencia turística que representan. No solo para el extranjero, también para los propios tailandeses.

Porque la realidad es que sí que les gusta a las gentes del país visitar los mercados flotantes. Pero no a comprar nada necesario, sino a pasar el día o ir de viaje.

Eso sí, al que no irán seguro es a Damnoen Saduak, ese queda relegado a los turistas internacionales desde que la gentrificación lo engulló. Pero hay otros y son más amables.

Historia de los mercados flotantes en Bangkok y transformación actual

Los mercados flotantes de Bangkok como centros de negocio son algo del pasado ya que perdieron su sentido con la llegada del mundo moderno. Su origen es particular y se debe a las complicaciones de la naturaleza.

La compleja geografía de los alrededores de Bangkok forzó algo único: en lugar de crear mercados en las aldeas, la riqueza se movía hacia los canales y los ríos. Porque la capital tailandesa es un entramado de callejones de agua y, para moverse por ella, lo más sencillo no era construir caminos a campo través, sino viajar por los canales y crear nuevos.

El mercado flotante de Amphawa rememora su pasado de manera fiel

La ciudad creció alrededor de sus ríos y se crearon enormes y grandes avenidas de agua, por donde lo normal era viajar en barca. Todo ello le dio a Bangkok el apodo de “la Venecia de Oriente”. Y el lugar de encuentro comercial era el mercado del agua, mal llamado flotante.

Allí se reunían vendedores y compradores, cambiaban alimentos, compraban y vendían ropas, y mercadeaban todo lo que podían. Luego cada uno regresaba a su hogar remando a través de las aguas.

Esto fue durante el siglo XIX, pero a principios del XX las carreteras empezaron a cobrar importancia y los canales dejaron de tener sentido como lugares de intercambio, ya que en barca se tardaba más para poder llegar a ellos. Su importancia empezó a caer y casi cayeron en el olvido.

Sin embargo, el auge del turismo los relanzó hace unos 50 años. Tailandia vio un filón al poder recrear cómo eran los mercados flotantes para atraer a millones de extranjeros además de conmover a los locales. Así que reconvirtió algunos y levantó otros nuevos, tratando de mostrar cómo eran en el pasado estos centros de negocio.

El mercado flotante de Hat Yai

Es por eso que los mercados flotantes de Bangkok son turísticos. Es como cuando en Europa hacen ferias medievales en zonas rurales, y llevan los agricultores sus productos cargados por animales como si estuvieran en un mercadillo de muestras del pasado. 

Y en realidad no es malo visitar un mercado flotante si se tiene en cuenta que es un lugar que representa a un pasado perdido. Solo que algunos, como el masificado Damnoen Saduak empañan su experiencia por su brutal gentrificación. Pero otros como Amphawa ofrecen una bonita experiencia para ir a comer, pasear y disfrutar de las aguas.

Mercados flotantes para visitar (o evitar) cerca de Bangkok

Damnoen Saduak

El más famoso y, para quienes escriben, seguramente el más decepcionante. A menudo se refieren a Damnoen Saduak como “el mercado flotante”, como si fuera el único. Eso sí, es el que puedes ver en todas las guías de viaje, con sus imágenes de eternas barcas a través de canales.

Se encuentra a unos cien kilómetros de Bangkok y abre todos los días para atraer al turista extranjero. Y en realidad su origen es real, porque por donde ahora se encuentran sus canales se elevó el precioso mercado original. Solo que ahora está copado por comida cara de calidad cuestionable, pantalones de elefantes, falsificaciones y supercherías que seguramente no necesites.

Damnoen Saduak

Además es complejo en cuanto a sus timos y, si vas a tu aire, puedes fracasar estrepitosamente. Al llegar hay muchos barqueros y diferentes lugares desde donde acceder al río. Si no vas donde toca, pueden pedirte tranquilamente 25 euros por persona para que te den un paseo por los canales.  

Eso sí, Damnoen Saduak es el único mercado flotante donde podrás comprar desde una barca en movimiento. Pero el peaje a pagar es tan elevado por vivir dicha experiencia, con sus turistadas, que tú tendrás que decidir si merece la pena. Abre además muy temprano y has de ir antes de las 10 de la mañana, porque a mediodía todo cierra.

Si así y todo te animas, puedes visitarlo en un pack de excursión al mercado flotante y al mercado sobre la vía.

Amphawa

Palabras mayores son necesarias para referirnos al mercado flotante de Amphawa. Si en Damnoen Saduak es difícil ver a tailandeses, aquí es al revés. En este recinto junto a los canales verás a muchísimos curiosos locales que han ido a pasar el fin de semana, porque en realidad abre solo en sábado y en domingo.

Se trata de un lugar igualmente turístico, pero como lo son tantos otros mercados callejeros del país. La diferencia es que aquí todo está frente a los canales, pero no podrás montar en barca, aunque no no lo necesitarás.

Amphawa

Lo bonito en Amphawa es recorrer el mercado de arriba abajo y pasear por sus callejones probando diferentes platos de comida, tomando café o simplemente haciendo fotos. Es muy común poder comer junto al agua, con los vendedores ofreciéndote platos de fideos desde sus barcas.

Al anochecer es entretenido hacer una excursión en barca para ver luciérnagas, o quizás puedas quedarte en uno de los hoteles cercanos junto al río. Amphawa, al ser un lugar de recreo, cobra importancia durante el mediodía y especialmente al atardecer.

Llegar te costará un poco más, ya que pese a que se encuentra cerca de Damnoen Saduak, aunque tienes viajes organizados hacia él.

Taling Chan

Si quieres ir a un bonito mercado flotante, más pequeño, y no quieres irte muy lejos de Bangkok, Taling Chang es ideal. Se trata de un bonito mercado con puestos normales de interior, que luego dan a un canal donde hay zonas frente al mar con las barcas ofreciendo mariscos y dulces locales.

Taling Chan

Está abierto únicamente los fines de semana por la mañana, y cierra después de comer. Es una bonita parada donde ir a desayunar o a comer antes de perderte por el río a la tarde en Bangkok.

Khlong Lat Mayom

Muy auténtico, y uno de los favoritos del público tailandés. Eso sí, se centra especialmente en la comida, con puestos a pie de canal, barcas con fideos, curris, marisco y frutas frescas. Es mucho menos turístico y se puede recorrer en un par de horas, y quizás puedas hacer un paseo en barca por los canales cercanos, aunque sin comercio como en Damnoen Saduak.

Khlong Lat Mayom

Abre los fines de semana y puedes llegar en taxi desde cualquier punto de la ciudad de manera sencilla.

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