Pingyao, la ciudad amurallada china que mira al pasado

Muchos dicen que la China del progreso ha arrasado sus barrios y ha segado su tradición urbana en pos de la modernidad. Que ha derruido aquellos distritos que la hacían única para levantar enormes rascacielos. Y

algo de cierto hay en ello, pero dicho discurso es simplista y falto de miras. Simplemente tienen una forma muy diferente de conservar su legado. Y eso lo demuestra la antigua ciudad amurallada de Pingyao, uno de los pueblos mejor conservados de todo el país.

Un callejón en la ciudad antigua de Pingyao

China tiene una forma muy distinta de mirar al futuro, y si bien podemos fruncir el ceño ante muchas de las actuaciones de sus gobernantes, también hemos de tratar de entender que se trata de otra cultura con ajenas formas de actuar. Y la conservación de su patrimonio es una de ellas.

La ciudad antigua ofrece estampas muy bellas

Pingyao

En China prefirieron mantener en las grandes urbes únicamente sus edificios más emblemáticos y modernizar lo que se pudo. Mientras, en ciudades más históricas optaron por realzar la belleza de esos lugares que representaran su pasado milenario, como es el caso de la apabullante Xian, una ciudad que es historia toda ella.

O Lijiang y Suzhou, eso sin mencionar a Pekín, la siempre tildada como un pueblo grande de notoria belleza.

El turismo chino aprovecha para vestirse de época

Además de las aquí mencionadas, hay una pequeña ciudad que brilla excepcionalmente al hablar de esa China del pasado bien conservada. Se trata de Pingyao, aunque deberíamos referirnos a su ciudad antigua, que como era norma en el pasado, estaba dentro de unas murallas.

¿Merece la pena visitar el pasado imperial o es cartón piedra?

Alguno podría llegar a pensar que la representación del pasado histórico de China en una ciudad como Pingyao podría ser una turistada de cartón piedra. Como los barrios temáticos que hay en otros sitios del país.

Pero nada más lejos de la realidad, Pingyao es real en su representación de su pasado porque si la visitas verás las construcciones reales de hace más de 2.700 años. Al menos las más importantes.

Una calle en Pingyao

Si te gusta ver cómo es el pasado o sentirte dentro de una película de época, Pingyao es un lugar imperdible para ti en China. Es como un viaje al pasado con las modernidades de nuestros tiempos.

Toda la ciudad está exquisitamente remodelada y cuidada para que sientas que estás en otra era.

Los detalles de modernidad no desentonan con las construcciones de su pasado

Porque Pingyao (escrito en mandarín como 古城) es uno de los pueblos amurallados mejor conservados de toda China. Si nos fijamos en su origen de hace casi tres milenios, fue el epicentro de las finanzas imperiales durante la dinastía Qing.

Como viajero, lo que te puede aportar es ese viaje en el tiempo, con sus farolillos rojos, sus calles empedradas y sus tejados tradicionales. Una parada ideal para quienes estén interesados en el país milenario de China.

¿Cómo visitar la ciudad antigua de Pingyao?

Pingyao era un lugar importantísimo en los tiempos antes de Cristo, pero su tamaño es pequeño comparado con el de las urbes de hoy en día.

Su mapa cuadrado debido a su arquitectura -cuenta con una muralla de cuatro lados iguales- nos da un tiempo de recorrido de unas dos horas a pie si no nos paramos en ningún sitio. Por lo que en un día o dos basta para disfrutarla.

Una muralla y un paseo rodean la ciudad

Además, su ubicación geográfica ayuda. Años atrás, visitar Pingyao -que se ubica en la provincia de Shanxi- podía resultar complejo, pero con los trenes de alta velocidad es relativamente sencillo.

Desde Pekín puedes llegar en cuatro horas en tren rápido, y desde Xian en tan solo dos y media. Es por eso que si quieres ir de la nueva capital a la vieja, ambas muy necesarias en tu viaje por China, parar un día o dos en Pingyao es una opción genial.

El atardecer es el momento favorito de los locales

Ten en cuenta que los billetes de los trenes de alta velocidad solo pueden adquirirse dos semanas antes en ventanillas o a través de intermediarios oficiales, como trip.com.

Al llegar a la estación de Pingyao Guchen estarás a unos siete kilómetros de la ciudad antigua. Puedes coger un coche con Didi, el Uber chino, por un euro y medio. O la opción más auténtica: al salir hay un autobús en dirección norte, el 108, que te lleva por un yuan a la puerta norte de la ciudad.

El bus de un yuan

El clima, afortunadamente, es llevadero durante todo el año. Lo ideal es la primavera y ante todo el otoño, cuando puedes disfrutar de cielos muy limpios.

En invierno hace un poco de frío, pero no hay casi viajeros y la estampa invernal hace que todo sea de postal. Y en verano el calor es notable y hay mucha gente, pero también es agradable.

Pingyao en verano

Para dormir, lo precioso es hacerlo dentro de la ciudad amurallada. Además hay muchas casas antiguas que han sido acondicionadas como hoteles, y es la experiencia más auténtica.

A nosotros nos gustó mucho Pingyao Laochenggen, una residencia tradicional con habitaciones muy clásicas.

¿Qué hacer en Pingyao?

Simplemente con caminar alrededor de la ciudad antigua de Pingyao es suficiente para que merezca la pena la visita. Puedes entrar en teterías tradicionales, probar empanadillas caseras cocinadas en la calle, visitar el arte callejero que vayas encontrando y tratar de hablar con los lugareños, son muy agradables.

Pingyao al atardecer

Parte de la gracia es que no verás las infames marcas internacionales de hamburguesas o cafés presuntuosos, la conservación del lugar es tal que no se permite que haya cadenas de restauración que empañen la imagen.

Aunque te reirás con la burla que hacen algunos comerciantes, como una señal falsa de Starbucks que indica un camino hacia un callejón donde no hay nada. Una mueca socarrona para que el turista despistado que no puede pasar sin su dosis de gentrificación se dé de bruces con un callejón sin salida.

La hora del día también será muy importante. A primera hora de la mañana, verás cómo amanece por las calles casi desiertas, lo que tiene un aire especial.

Durante las horas de sol, eso sí, tendrás muchísima actividad. Comerciantes, turistas y muchos viajeros chinos vestidos con ropajes ancestrales. Eso le da cierto aire pintoresco.

En hora punta y en fechas vacacionales suele haber mucha gente

A la noche, los faroles rojos tan característicos de China se iluminan y muchas calles se quedan completamente vacías, dando un ambiente especial. Las zonas comerciales cobran vida y todo el mundo come en la calle o disfruta en los bares.

Hay espectáculos de música tradicional en vivo y muchas coctelerías con un toque artístico e histórico.

La noche se ilumina en las zonas centrales

Además de todo ello, hay varias actividades culturales de las que disfrutar en la ciudad antigua de Pingyao.

Lo más auténtico es recorrer la muralla original de Pingyao. Puedes hacerlo desde el paseo que ves en la foto un poco más abajo, pero desgraciadamente es una calle con tráfico, por lo que se hace pesado.

Además, todos los coches son eléctricos para no contaminar, por lo que no hacen ruido y no te enteras de si pasarán cerca tuyo.

Es mejor subir arriba de la muralla, tiene un precio simbólico ascender y recorrerla a pie.

La entrada norte de la muralla

Existen muchos edificios que rememoran el pasado histórico de Pingyao. Al ser una sede comercial, puedes ver el primer banco de China, llamado Rishengchang. También tienes la antigua oficina del gobernador local y se pueden ver los tribunales, los patios e incluso los instrumentos de tortura.

Hay varios templos preciosos, como el confuciano de arquitectura Ming, uno de los más antiguos del país. También está el templo Chenghuang, el del dios de la ciudad. Es pequeñito, pero bello.

Como hemos comentado, cualquier paseo que hagas por Pingyao será interesante, aunque no lleves rumbo. A veces lo mejor es eso, ya que la distancia contenida del lugar invita a que lo descubras a tu aire, y ya te irás encontrando los diversos lugares de interés conforme te vayas topando con ellos.

Consejos y consideraciones finales para disfrutar de Pingyao

A nosotros nos parece que Pingyao puede ser una bonita parada en el camino a través de China, sobre todo si pasas por el norte-centro del país.

En caso de que visites Pekín y Xi’an, dos ciudades a nuestro parecer imprescindibles, la antigua ciudad amurallada de Pingyao es un bonito alto en el camino.

Las motos permitidas son las eléctricas

Sin embargo, no es para todo el mundo. Es más bien para aquellos que deseen una visita sosegada y algo de tranquilidad, ya que en este pequeño destino no verás la locura de la modernidad china.

Los turistas locales son gran mayoría, con unos pocos internacionales. Curiosamente, es fácil ver por sus calles a gente de habla hispana.

Un comercio en Pingyao

Igualmente, hay que entender que dentro de la ciudad amurallada no hay gente local, es un lugar de turismo y representación. Si quieres ver algo de cómo vive realmente la gente de la zona, nada más salir de la muralla podrás ver a la gente de la región haciendo sus quehaceres.

Un artista en Pingyao

A nosotros nos gusta pasear sin rumbo, ya que cada callejón tiene un encanto particular, e ir probando comida local. Si te gusta la paz, mejor camina al amanecer o a la noche.

Y si te apetece algo más cultural, hay representaciones locales en la plaza central. Todo eso y mucho más te lo ofrece la antigua ciudad amurallada de Pingyao.