Francia

Saint-Malo, entre corsarios y viajeros

Saint-Malo, al norte de Francia, es siempre un buen destino para escapar unos días, sobre todo en primavera o verano cuando el tiempo es más cálido (aunque la realidad es que a nosotros nos pilló de paso en un largo viaje de vuelta de Reino Unido a Valencia).

Visitar la Normandía o la Bretaña francesa es viajar a esa parte del país repleta de historias de corsarios, buques y fortines. Una zona portuaria por excelencia donde el clima y el carácter de sus habitantes nos hace encontrarnos lejos del bullicio parisino.

Saint-Malo es uno de esos destinos 100% recomendables para hacer una parada de dos o tres días. Además de la ciudad portuaria, ubicada en la desembocadura del río Rance, los alrededores nos permiten montar una ruta perfecta en la que puedes incluir una escapada al Monte Saint-Michel. Conocida por sus mareas y por sus altas murallas, esta ciudad de corsarios y pescadores es un escenario perfecto para una película o unas vacaciones.

Sait-Malo, un poco de historia

Primero como puerto galorromano, se convirtió en ciudadela en el siglo XII. Desde allí partió Jacques Cartier en su primer viaje hacia el “nuevo mundo” en concreto hacia lo que hoy llamamos Canadá. Su puerto también despidió muchas veces a los corsarios que, sirviendo al rey, devolvían a la ciudad botines con los que se construyeron muchos edificios. También los pescadores de bacalao zarpaban de Saint-Malo rumbo a Terranova, isla canadiense, donde llenaban sus buques de pescado. Algunos volvían, otros no. Villa portuaria, con viudas de luto y riqueza marítima, historia compartida con muchas otras ciudades costeras europeas.

Villa portuaria, bienvenidos a Saint-Malo

Dentro y fuera de sus murallas

A un lado y otro de sus murallas, la ciudad se convirtió en un lugar de referencia para la región. Delante de ellas, sus playas y las imponentes mareas que parecen intentar devorarla constantemente. Con marea baja podrás visitar el fuerte de la ciudadela de Alet, el fuerte del Petit Bé, el Grand Blé, el fuerte nacional y la Torre Solidor. Caminar sobre su muralla urbana es ideal para tener una vista completa de la ciudad, sube para tener una buena panorámica.

Paseando por la muralla
Vistas desde la muralla
Turistas descansando

Dentro de ellas, una ciudad de estilo medieval reconstruida en gran parte tras los bombardeos sufridos en 1944, fruto de la 2ª Guerra Mundial. En tu paseo intramuros encontrarás la plaza Chateaubriand, la torre Quic-en-Groigne, la casa Pélicot, el castillo con su gran torreón, la torre des Dames y des Moulins y por supuesto la catedral Saint-Vincent y las iglesias Sainte-Croix y Saint-Ideuc. Un largo pero bonito paseo.

Ahora toca entrar
Y pasear por intramuros
Paseando por el centro
Tienes que perderte por sus callejuelas

¿Qué destacamos de Saint-Malo?

Las espectaculares mareas

Conocidas como las grandes mareas, son un espectáculo natural propio de esta costa y que en el caso de Saint-Malo, es imprescindible presenciar. Son buenos lugares para contemplarlas le bastion de la Hollande o la digue de Rochebonne. En su web de turismo te informan del calendario de mareas. Ofrecen además tours guiados bastante interesantes y asequibles.

Señales evidentes de las mareas
Catedral Saint-Vincent

La gastronomía

Saint-Malo es también un destino ideal para comer ostras y mejillones, además de otros platos típicos de la zona, como los crepes o galettes (de estos últimos encontrarás decenas de restaurantes). Si eres de moluscos… este es tu lugar.

Sus playas

Evidentemente en Saint-Malo podrás disfrutar de sus playas, aunque solamente sea para dar un paseo por la arena. Hay varios tramos como la Grand plage, plage Du pont, Du minihic…

Playas de Saint-Malo
No dejes de dar un paseo por la arena

Su oferta cultural

Festivales hay varios a lo largo de todo el año, pero debemos destacar uno por su especial interés si te gusta la literatura. Anualmente, desde 1990, se celebra el Festival Etonnants Voyageurs, festival literario que llena la cuidad de literatura, cine, exposiciones y otras actividades vinculadas a la producción literaria de Oriente, América Latina y África. Una cita ineludible para los amantes de los libros y los apasionados por las historias de viajeros y de otros lugares distintos al nuestro. Más de 60.000 visitantes al año consolidan esta cita literaria que hace un guiño a un poema de Baudelaire, le voyage.

Turistas en Saint-Malo

¿Cómo llegar a Saint-Malo?

Si viajas en coche depende del trayecto, claro. Pero si optas por transporte público, recuerda que la línea TGV te llevará a Saint-Malo desde París en poco más de 2 horas. Si llegas en avión, el aeropuerto de Dinard se encuentra a 13 kilómetros de la ciudad.

Una vez llegues, te recomendamos aparcar el coche a la entrada de la ciudad, aparcamiento Relais Paul Féval. El ticket diario cuesta 3,30€ y da derecho a 5 personas a utilizar gratuitamente el bus que te llevará al centro de la ciudad. Nada mal, ¿no?

Disfruta de Saint-Malo

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