El Castillo de Karak es una impresionante edificación de arquitectura militar ubicada en la ciudad de Al Karak y cuenta con más de dos mil años de historia. De acuerdo con los expertos, este lugar fue uno de los principales asentamientos del Reino de Moab en el siglo IX a.C. Los moabitas se mencionan en el Antiguo Testamento, donde se dice que fueron sitiados por el Rey de Israel y sus aliados.
Construido sobre una colina, este famoso bastión de los cruzados, que posteriormente se convirtió en una ciudadela mameluca, data del siglo XII y tenía como función principal proteger a los pastores beduinos, viajeros y comerciantes en las rutas que iban desde Damasco hasta Egisto y Arabia Saudí.
Si deseas visitar el castillo de Karak, uno de los lugares que ver en Jordania que deberías apuntar en tu lista, te recomendamos dos opciones:
Al final, como siempre decimos: ¡tú decides!
Aunque Al Karak es una ciudad con una larga historia, su característica más resaltante es el imponente castillo que se alza sobre la montaña rocosa. Los cruzados fueron los encargados de construirlo comenzando en la década de 1140.
Esto ocurrió durante el reinado del rey Fulco de Jerusalén, bajo el mando de Payen el Mayordomo. El motivo fue el de hacer Al Karak su lugar principal, y por eso su construcción destaca por el diseño para resistir largos asedios.
No obstante, el castillo sufrió varios asedios por parte de los musulmanes, y finalmente fue Saladino quien tomó la fortaleza en el año 1189, tras la batalla de los Cuernos de Hattin.
Luego, en el año 1263, estuvo en manos del mameluco Baibars, quien ordenó ampliar el castillo. Posteriormente, fue tomado por Ibrahim bajá en 1840 y gran parte de sus fortificaciones fueron destruidas.
Este impresionante castillo es un ejemplo de la arquitectura de los cruzados, ya que combina estilos bizantinos, europeos y árabes. Es por esto que se conoce como un buen ejemplo de un “Castillo Montano o de Espolón”, ya que es una fortaleza edificada sobre un promontorio.
Como tres de sus lados están sobre colinas empinadas, entonces los soldados solo debían concentrar sus defensas en el lado por donde podía acceder el enemigo.
Es por esto es también tiene fosos de hasta 20 metros de altura, conocidos como pozos bizantinos, porque así podían mantener al enemigo a distancia.
En la actualidad, el Castillo de Al Karak no se encuentra en las mejores condiciones, ya que es menos robusto que otras fortalezas contemporáneas. Pero, aunque no está siendo conservado o restaurado, es una construcción que brinda un vestigio histórico de la importancia de estas edificaciones de su época.
Como está entre la ruta que va desde el Norte de Jordania a Petra, es un lugar que se puede visitar para conocer su interior, que se caracteriza por su imponente Galería de los Cruzados, así como su antigua capilla, las galerías subterráneas y algunas de sus torres que aun siguen de pie.