Otro de los templos de Chiang Mai que se me pasó de largo la primera vez y que te recomiendo visitar si estás de viaje por Tailandia es el Wat Phra That Doi Kham, conocido también como el Templo de la Montaña de Oro.
Está situado en lo alto de una colina desde donde puedes disfrutar de una vista espectacular de la ciudad, y lo que más te va a impresionar nada más llegar es la enorme estatua de Buda que te recibirá, imponente y contrastando con el cielo.
Sin duda, esta gran imagen es una de las razones para que te acerques a este templo, pero detrás de ella hay mucha historia y tradiciones que hacen de este lugar un espacio único y muy especial.
El Wat Phra That Doi Kham tiene más de 1.300 años de historia, ya que fue fundado por la reina Chamadevi, la primera gobernante del Reino de Haripuñjaya, allá por el año 687 d.C. Se construyó para albergar una reliquia muy valiosa: un mechón de cabello de Buda.
Aunque el templo estuvo abandonado durante siglos, en 1966 una fuerte tormenta hizo que la antigua estupa colapsara y revelara en su interior numerosas estatuas de Buda, lo que llevó a la comunidad local a restaurarlo y devolverle el protagonismo que tiene hoy día.
La gran estrella del templo es sin duda la estatua de Buda sentado que ves nada más llegar, que mide aproximadamente 17 metros de altura. Esta imagen transmite una calma impresionante y es un símbolo muy potente de espiritualidad.
Además, desde el mirador junto al templo tendrás unas vistas panorámicas de Chiang Mai que no te puedes perder.
El templo está construido siguiendo el estilo tradicional Lanna, típico del norte de Tailandia, con techos curvados y detalles muy cuidados. La estupa dorada en la cima es el centro del conjunto, rodeada por pequeños santuarios y campanas.
Para llegar hasta allí, subirás por una escalinata custodiada por dos nagas, esas serpientes mitológicas que representan protección y sabiduría en la cultura tailandesa. Todo el conjunto crea un ambiente que invita a la calma y la reflexión.
Como hemos comentado anteriormente, el templo que tienes junto a la imagen de Buda bien merece que pases un buen rato explorándolo. Todos los adornos de la parte exterior están muy bien cuidados y te aconsejo levantar la vista en la entrada para que compruebes esto que te digo.
Su interior es muy parecido a otros templos que puedas haber visto por Tailandia, pero siempre sorprenden sus tallas de Buda y, por qué no decirlo, ese cambio de temperatura que se nota nada más entrar, que refresca un poco el cuerpo del calor que hace en este país casi siempre.
Dando una vueltecita por el recinto, te acercarás a una zona donde hay otro par de templos y pagodas, y seguro que ves a turistas locales realizando sus ofrendas, haciendo sonar un gong simplemente con frotarlo, rezando junto a monjes y un largo etcétera.
Casi todos los templos que verás están custodiados por dos nagas, con unas cabezas desafiantes a la vez que fotogénicas, perfectas para tu cámara.
Hay un templo bastante viejo construido parcialmente en madera que también tiene una ornamentación muy chula. Si eres aficionado a la fotografía, lo disfrutarás seguro. Allí dentro verás a los locales rezando y haciendo plegarias, y no tendrás problema en hacer fotos siempre que seas respetuoso.
Dando una vueltecita nos acercaremos a una zona con otro par de templos y pagodas donde seguro que ves a turistas locales realizando sus ofrendas, haciendo sonar un gong solo con frotarlo, rezando junto a monjes y un largo etc.
Casi todos los templos que verás están custodiados por dos nagas, con unas cabezas desafiantes a la par que fotogénicas.
Hay un templo bastante viejo construido parcialmente en madera que también tiene una ornamentación muy chula. Si eres aficionado a la fotografía lo disfrutarás, eso seguro.
Allí dentro vimos a los locales rezando y haciendo plegarias, y no tendrás problemas en hacer fotos siempre que seas respetuoso.
Una de las historias que escucharás sobre este templo es la de una familia de caníbales llamada Pu Sae, Ya Sae y su hijo Sudeva, que vivían en las montañas cercanas. Cuenta la leyenda que intentaron comerse a Buda, pero él estampó su pie en una roca, dejando una huella que todavía puede verse.
Impresionados, la familia se convirtió al budismo y desde entonces realizan un sacrificio anual de un búfalo de agua como símbolo de arrepentimiento, en lugar de humanos. Esta tradición forma parte de un festival que celebra la llegada de la temporada de lluvias.
La parte final de la visita que a todos gusta es el mirador desde donde puedes tener una vista panorámica espectacular de Chiang Mai. Al estar en altura, suele correr viento, así que la visita termina de forma agradable, que ya sabemos el calor que hace aquí…
Si quieres bajar andando, solo tienes que seguir el camino que sale desde el mirador. Como seguramente habrás llegado en moto o taxi, lo mejor es dar media vuelta y volver por el mismo camino. Y antes de marcharte, te recomiendo comprar un shake de naranja para recuperar líquidos. Están de muerte ;-)
Si tienes tiempo, no te pierdas lugares próximos como el Royal Park Rajapruek, un jardín botánico precioso con plantas tropicales y una réplica del templo dorado de Bagan, o un pueblo famoso por su artesanía en madera que merece la pena visitar llamado Baan Tawai.
Ver comentarios
Hola buenas!! Viajamos a tailandia en octubre y una de nuestras paradas será chiang mai. Decis que es recomendable ir en moto a este templo pero podemos alquilar una moto?? Van con conductor o sin?? Se alquila por dia?? Y cuando vendria a costarnos??
Puedes alquilar motos por toda Tailandia. El precio depende del tipo de moto y, depende del lugar donde las alquiles (ciudad, playas...) te vendrá a costar entre 150 y 250 bahts.