El primero de los templos de Sukhothai que visitamos fue el Wat Traphang Thong Lang, que es de los que te encuentras al llegar a la ciudad antigua nada más llegar. Situado al mismo lado del museo y rodeado de un estanque lleno de flores de loto y voraces peces se accede a él por medio de unas pasarelas de madera que le dan un toque peculiar. El templo dispone de una estupa antigua y un templo más reciente donde los monjes hoy por hoy realizan sus rezos y demás.
Hay una huella de Buda, de las muchas que se encuentran por los templos de Tailandia, donde la gente acude a poner pan de oro y a hacer donativos. No deja de ser curiosa y casi siempre nos acercamos a verlas para contemplar los grabados que suelen llevar.
El estanque de agua rodea todo el recinto del Wat Traphang Thong Lang, embelleciendo las vistas de los alrededores. Y también se pueden encontrar puestos donde comprar comida para los peces que hay en sus aguas, que asoman sus enormes bigotes volviéndose locos por las bolitas de pienso…