Como buen destino turístico internacional, en la Riviera Maya vamos a contar con una amplia oferta hotelera en todos los rangos de precio y calidad de servicios. Famosos son los hoteles resort y su producto estrella, el ‘todo incluido’.
Los hay grandes, muy grandes, a pie de playa en el área de Cancún y Playa del Carmen, pero en los últimos 20 años se han ido diseminando como lluvia fina por todo el litoral del Caribe mexicano, desde Isla Blanca en el norte hasta casi Chetumal, la capital de Quintana Roo que ya linda con la frontera con Belice.
Estos resorts también han tomado Tulum y sus alrededores, si bien aquí se han cortado un poco y aunque acotan la playa e impiden la entrada a los que vamos por libre, al menos se han construido a baja altura y respetando, más o menos, su entorno natural.
Como imagináis, las grandes cadenas hoteleras españolas (Riu, Barceló, Meliá, Iberostar, Oasis, Sandos…) y algunas estadounidenses son las que más establecimientos de este tipo gestionan. Generalmente son hoteles con gran nivel de servicio pero suelen estar masificados por ser tan grandes y contar con mayoría de clientes de todo incluido, así que recalar en uno de ellos, a pie de playa eso sí, si se viaja por libre puede tener sus pros y sus contras.
Pero hay infinidad de opciones, desde hoteles con encanto o boutique, que se han venido desarrollando en los últimos años muy al estilo chic europeo, a casonas coloniales o tradicionales, hoteles funcionales, muchos hostales a precios muy asequibles, hostels para los más o menos mochileros y por supuesto apartamentos gestionados desde plataformas ad hoc.
Si no os gusta mucho el jaleo propio de la zona hotelera de Cancún, lo mejor es subir a Isla Blanca y hospedarnos en su bello y tranquilo entorno, aunque estaríamos bastante aislados.
Cancún ciudad es muy buena opción para los que lleguen por primera vez a México. Pocos turistas se hospedan aquí pero sí muchos viajeros, es la mejor forma de toparse por primera vez con la vida y gastronomía mexicanas, algo que no vais a encontrar en los resorts.
Yo me hospedé varios días en el hostel Mezcal, una casona espectacular con varios patios y estancias, y fue espectacular, me encantó. También os recomiendo el Mayan Monkey y el Nomads Hotel.
Desde Cancún tenemos que ir sí o sí a las ruinas maya de Chichén Itzá y a la bellísima ciudad colonial de Valladolid. Desde Conmochila os recomendamos que lo hagáis por libre o en un tour que os permita dormir al menos una noche en Valladolid.
Después de disfrutar de las pirámides nos vamos a cenar y dormir a esta ciudad tan colonial con amplia oferta de hoteles boutique con mucho encanto y desayunos espectaculares, casonas tradicionales y hostales baratos.
Casa Tía Micha, Posada San Juan y el hostel Candelaria serían tres opciones muy recomendables en diferentes órbitas de precios.
A nuestra vuelta hacia la costa merece mucho la pena hacer una parada de una o dos noches en Puerto Morelos. Aquí podríamos quedarnos en el Areia Boutique Hotel o en el Ojo de Agua, los dos con muy buena relación calidad precio.
Un poquito más al sur tenemos la bella Punta Maroma, donde bien podríamos parar una noche. El Catalonia Playa Maroma es top y a un precio más razonable el Senses Riviera Maya by Artisan.
Más al sur contamos con el otro gran centro de recepción de turistas de la Riviera, Playa del Carmen, que además es una ciudad perfecta para disfrutar del ambiente nocturno, restaurantes de todo tipo y buena vibra mexicana.
Hay miles de opciones para dormir, como os podéis imaginar. En modo baratito y de calidad yo recomendaría el Apart Hotel Casaejido o el Hostel Tropico 20 PDC, además de todas las opciones de apartamentos privados que tanto abundan en la ciudad.
Seguimos hacia el sur, camino de Tulum, pero paramos en Akumal, donde podríamos disfrutar al menos de un día con su noche incluida. Podríamos dormir en el Akumal Tanik o en el Akumal Natura Glamping.
Y por fin llegamos a Tulum, ese destino maravilloso que ya no tiene el encanto de pueblo grande y tranquilo de hace años pero tampoco ha caído en el vicio caribeño de convertirse en un sitio insufriblemente turístico y masificado.
Tulum está ahora en un término medio, sus playas siguen siendo paradisíacas y hay opciones para no aburrirse en una semana. Aquí os proponemos opciones a buen precio como la Casa Toloc Tulum o el Kanté Downtown Tulum.
Como nuestro viaje no para aunque Tulum nos atrape, seguimos camino del sur. En el paraíso perdido de Punta Allen, una de las perlas escondidas de la Riviera Maya en la que aún gobierna la absoluta tranquilidad y el ambiente puramente local, nos podríamos hospedar en las ideales Villas Roseliz o en el hotel Cielo y Selva.
Para después recalar en otro de estos paraísos sureños de la tranquilidad, pero en este caso con bastante más movimiento de día y de noche sin perder esa atmósfera placentera de ser un pueblo grande. Hablamos del pueblo mágico de Bacalar, con su laguna de los siete colores, sus deportes acuáticos y los muy recomendables comer, beber y bailar (que tres verbos más maravillosos) que el buen rollito mexicano nos ofrece durante todo el día.
En Bacalar se puede llegar andando a cualquier sitio, las calles están muy bien trazadas linealmente, no hay casi cuestas y no hay edificios altos, así que se puede dormir perfectamente en cualquier zona del pueblo. Aunque es verdad que a mucha gente le gusta hospedarse a orillas o cerca de la laguna, pero la opción puro pueblo no está nada mal.
Hay muchas opciones para dormir para dormir barato en cabañas (las Alma Verde o el Guarumbo están muy bien y a buen precio) y hostales.
También las opciones intermedias de precio como el Gran Jaguar Hotel (yo me quedé varias noches aquí) o la Casa Zazil y para los más sibaritas ya nos podríamos ir al Hotel CasaBakal, a pie de la propia laguna y con acceso para kayaks y pádel surf, o el Suites Oasis Bacalar, todos en el centro.
Más a las afueras y en modo fancy tenemos el Casa Cactus Buenavista o el Naya Bacalar Lagoon Front Hotel, entre otros muchos.
Para aquellos a los que aún les sobre un par de días y se atrevan a visitar las maravillosas ruinas de Calakmul, hermanas de sus vecinas guatemaltecas de Tikal, os propongo dormir una noche en Xpujil, en el Hotel Casa Las Lolas, que casitas y cabañitas más bien equipadas y decoradas. Todo un triunfo dormir aquí.