La espectacular Kyaikthanlan Paya es, desde hace años, la mayor atracción turística de Mawlamyine, antiguamente conocida como Moulmein, y la cuarta ciudad más grande de Myanmar, a 300 km al suroeste de Yangon.
Kyaikthanlan Paya es la pagoda más alta de la ciudad y se erige sobre una pequeña cresta con una vista panorámica sobre Mawlamyine, donde al oeste podrás ver unas islas cercanas y al este, las montañas de Hpa-An.
Observar el atardecer desde este rincón sobre el río Salween se convierte en una experiencia inolvidable, además de poder aprovechar para fotografiar las pagodas con la luz azul característica de esta hora del día.
Se dice que el famoso poeta inglés Rudyard Kipling escribió sobre esta pagoda en su poema “Mandalay” y la hizo famosa en Occidente: “By the old Moulmein Pagoda, looking lazy at the sea…”
La pagoda Kyak-Than-Lan fue erigida en el año 875 dc. durante el reinado del rey Mutpi Raha. Fue reparada por el rey Anawrahta, fundador de la dinastía Bagan.
Con el paso del tiempo, los sucesivos reyes de la dinastía Mon aumentaron la altura de la pagoda desde los 17 metros hasta los 45 metros que vemos en la actualidad, especialmente el rey Wagaru de Mottama en 1538. Su base cuenta con 137 metros de circunferencia.
Entre sus tesoros encontraremos dos reliquias de Buda, un pelo entregado por un ermitaño de Thaton y un diente enviado desde Sri Lanka por una delegación de monjes. También fueron consagrados en Kyaikthanlan varios manuscritos Tripitaka e imágenes en oro de Buda.
Este templo se encuentra rodeado por un complejo de 34 templos más pequeños llamados Zediyan, y para nosotros fue de lo mejor de la visita a la Kyaikthanlan Paya. Ir subiendo desde la calle por entre ellos te permitirá descubrir poco a poco el encanto de este lugar.
Para acceder al templo Kyaikthanlan Paya, hay una pasarela cubierta que llega desde la calle Kyaik Thank Lan Phayar hasta la parte alta del complejo. También puedes encontrar un ascensor construido para facilitar el acceso y que te lleva hasta la parte de arriba.
Si estás arriba en el templo puedes darte una vuelta por la pasarela y disfrutar de las vistas desde allí, pues te permiten ver esa zona de la ciudad de Mawlamyine.
Aunque puedes acceder al templo desde aquí merece la pena salirse un poco del recorrido y entrar por la otra zona de acceso, justo en la parte opuesta del complejo, para ver los templos de los alrededores (mencionados anteriormente) y luego entrar en otra escalera cubierta que te llevará hasta la parte más alta. La decoración interior la hace muy original.
Lo mejor de todo el recorrido viene cuando te sientas en unos escalones a descansar de la subida y a contemplar el atardecer. Las vistas son sencillamente espectaculares.
Myanmar, aunque cada vez tenga más turistas, sigue siendo un país donde disfrutar de este tipo de lugares sin darte codazos con más gente ni tropezar con 50 palos selfie.