Si lugar a dudas, uno de los lugares con más encanto de Laos es el mercado nocturno de Luang Prabang. Se monta todos los días, al atardecer, desde el Royal Palace Museum hasta Th Kitsarat, cerrándose la calle al tráfico y dejando esta zona totalmente peatonal.
Recorrer este mercado es un momento de relajación y tranquilidad, porque aunque se trate de una zona con multitud de puestos para vender la gente laosiana no te atosiga para que compres. Puedes recorrerlo todo sin sentirte agobiado por los vendedores.
La zona tiene dos pasillos por los cuales transita la gente. Puedes encontrar de todo, desde toda clase de productos textiles hasta objetos de decoración para el hogar. También puedes llevarte a casa la típica botella de licor con una serpiente dentro o con todo tipo de lagartos e insectos.
Es inevitable llevarte a casa uno de estos farollilos cuando ves lo exóticos que resulta verlos encendidos en este tipo de lugares. Están hechos de papel y se plegan para podértelos llevar en la mochila sin complicaciones. Casi siempre suelen estar decorados con motivos propios del país, como imágenes de barquitos, simbología asiática, etc…