Si googleas imágenes del bosque de bambú de Arashiyama o abres la aplicación y buscas el hashtag en instagram, probablemente no haga falta que sigas leyendo este artículo. Se trata de un lugar en las afueras de Kioto tan bonito e impresionante que ya solo viendo esas fotografías es probable que tengas ganas de ir a fotografiarlo, así que anótalo en tu lista de cosas que ver si vas a viajar a Japón.
Sin embargo no es oro todo lo que reluce y si eres un experto viajero ya te habrás dado cuenta de que a veces las apariencias engañan, así que ojo, porque ni es tan grande como parece, ni está tan aislado. Es un lugar bastante frecuentado, así que tienes que estar dispuesto a compartir la foto con más turistas o tener mucha paciencia…
Dicho esto, porque el que avisa no es traidor, te contamos un poco más del lugar ya que a pesar de todo, sí que recomendamos la visita.
Conocido también como Sagano Bamboo Forest, el bosque de bambú de Arashiyama tiene un paseo peatonal entre miles de bambús de más de 20 metros. Recordemos que el bambú es una de las plantas más representativas de la cultura nipona y de hecho parte de su economía.
Aunque la imagen es espectacular, sobre todo si lo visitas en otoño o primavera, donde los tonos que invaden el suelo juegan con el cromatismo de todo el bosque, creo que lo más espectacular no es lo que se ve, si no lo que puede oir.
No es casual que este bosque haya sido declarado uno de los “100 paisajes sonoros de Japón”. En un país donde el silencio y la espiritualidad se premian, es interesante cómo llevan esta cultura hasta lo paisajístico. Y es que si tienes la suerte de visitarlo en relativo silencio, escucharás cómo el viento entona entre los bambús casi un mantra que invita a la meditación.
Te recomendamos visitarlo de noche. Al haber menos gente, te concentrarás en los sonidos y lo disfrutarás como un auténtico sendero de los sentidos. Además está iluminado, así que visualmente también es interesante el paseo nocturno. ¡Ah! Es de acceso libre, aquí no hay que pagar.
Arashiyama es un distrito que se encuentra a las afueras de Kioto, concretamente en su lado oeste y que, aunque famoso por su bosque de bambú, tiene otros atractivos para el viajero, como el parque Kameyama, desde el que parten algunas rutas de senderismo que recorren también el bosque de bambú, los templos Tenryu-ji, uno de los templos budistas más importantes de Japón con un bello jardín zen, Jōjakkō-ji, Nison-in o el santuario Nanomiya, entre otros.
Desde luego la excursión a este distrito vale la pena y completa una jornada en la que los protagonistas son los sonidos y colores de los gigantes bambús.
La mejor inversión, como te hemos contado en alguna ocasión, es el Japon Rail Pass, la forma más económica y rápida de viajar por el país nipón. Si la tienes, sube en la estación de Kioto en la línea Sagano hasta la estación Saga-Arashiyama, esa es tu parada. En unos 20 minutos estarás en Arashiyama.
Si no tienes el JR Pass, también puedes ir en bus o tranvía, aunque si vas a viajar por el país piensa en esta opción, pues es una buena inversión.
Otra forma muy recomendable de visitar el bosque de bambú es contratando una excursión privada a Arashiyama y la villa imperial de Uji, con guía en español. Tú decides lo que mejor se ajuste a tu tiempo y tu bolsillo.