Otro de los lugares que tampoco querrás perderte en tu viaje a Japón es el Castillo de Matsumoto, a una pequeña distancia caminando de la estación de tren. La verdad es que impresiona por su belleza, por lo que no es raro que cada año lo visiten muchos miles de curiosos. ¿Pero qué tiene de especial? ¿Por qué debes visitarlo? Hoy te lo contamos.
El Castillo de Matsumoto (o Matsumoto-jō?) es uno de los castillos japoneses más visitados del país y que se encuentra ubicado en la ciudad de Matsumoto, haciendo alusión a su nombre. Pero también se le conoce bajo el nombre de Castillo de los Cuervos debido al color negro de sus muros.
En lo que se refiere a la estética, sigue las líneas del arte hirajiro y no solamente llama la atención por su diseño, sino que además es muy bonito. Y no es casualidad que esté considerado como un Tesoro Nacional de Japón, de ahí a que sea tan importante su visita.
Ahora sí, conozcamos algunos de los datos más interesantes sobre su historia… ¿preparado para la visita?
Sus orígenes se remontan al período Sengoku, momento en el que se construyó bajo el nombre de Castillo Fukashi. Fue Toyotomi Hideyoshi quien dio la orden de construirlo entre los años 1594 y 1597.
En lo que se refiere a la construcción, tiene un total de 6 plantas, alcanza unos 30 metros de altura y está apoyado sobre dos muros de piedra de 7 metros. Y dado que fue construido en una llanura (en tierras pantanosas) hay dispuestas estructuras muy sólidas, tales como largos tablones de madera sobre el suelo.
En el año 1635 se construyeron las dos torres de vigilancia del ala izquierda. No obstante, lo más sorprendente llegó en el año 1872, cuando el castillo se vendió en una subasta…
No obstante, una de las grandes peculiaridades de este Castillo Matsumoto tiene que ver con las bandas blancas y negras que encontramos en los muros. Tiene un diseño grandioso a la par de espectacular, y el tejado es bastante elegante, por lo que es todo un cúmulo de sensaciones para la vista.
Pero si lo que quieres es disfrutar de unas vistas magníficas, lo mejor que puedes hacer es subir a la torre de los cinco pisos. Alucinarás con las vistas hacia el valle. Por no hablar de sus alrededores y proximidades, porque podrás sumergirte en un lugar idílico en el que descansar, desconectar, dar un agradable paseo…
Además, en interior, encontrarás detalles como armas y armaduras de los antiguos guerreros de la época. Todo ello en una visita guiada por un camino predefinido por su interior que a veces se vuelve un poco angosto.
Recuerda darle un último vistazo antes de llegar a la salida del recinto y obtendrás una estampa del castillo y el puente rojo que cruza el estanque. Es un buen recuerdo el que te llevarás.
Puedes llegar a este Castillo a pie sin necesidad de coger transporte, porque se encuentra a solo 15 minutos desde la estación de JR Matsumoto. Otra opción es que directamente cojas un autobús, como los de la línea turística circular town sneaker.
Si quieres, también puedes hacer una excursión privada a Matsumoto desde Tokio, en español.