El templo Kennin-ji, conocido como el templo zen más antiguo de Japón, es uno de esos rincones imprescindibles para los amantes de lo místico, lo tranquilo… No solamente es precioso, sino que representa una parte importante de la historia del país, del budismo zen y de la meditación. No deberías perdértelo durante tu visita a Kioto, eso por descontado.
Si vas a viajar a Japón te encontrarás con muchos templos que se conservan en buen estado y que todavía hoy se pueden visitar, siendo el Kennin-Ji un buen ejemplo de ello. Hablamos de un templo que cuenta con una arquitectura típica del lugar, con sus características formas y que está rodeado por árboles frondosos y jardines con arena blanca.
En definitiva, un precioso rincón que incita a la desconexión, al querer perderse dando un agradable paseo y al descanso.
Este templo fue fundado en el año 1202 por el Maestro Zen Yousai, considerado el padre del budismo japonés. Por aquel entonces era el templo de la secta budista Rinzai. Y a pesar de que fue destruido en una guerra, se reconstruyó años más tarde, concretamente entre los años 1573 y 1592 con Ankokuji Ekei al frente.
Actualmente se mantiene en muy buen estado y está abierto al público para su deleite. En él se encuentran famosas obras de arte, como Souryuzu, un inmenso mural que representa a dos dragones y que pertenece al autor Koizumi Junsaku.
Pero además, el Templo Kennin-ji es conocido por la pintura de “Fujin y Raijin”, que significa “El Dios del viento y el Dios del trueno” y fue hecha por Sôtatsu Tawaraya. Se encuentra en una pantalla plegable dentro de la gran sala de dibujo y sorprende especialmente porque está hecha con auténtico pan de oro.
No solamente deberás visitar cada rincón del templo, sino que tampoco te puedes perder el conocido como Ritual del té de Yousai. Porque en abril para conmemorar el nacimiento de Yousai se celebra una ceremonia del té Zen, de ahí a que sea uno de los meses más recomendados para visitar este lugar.
Y no olvides visitar la casa de té «Toyobo». Está claro que es un templo que incita a meditar. Pero sus hermosos jardines tampoco dejan a nadie indiferente, siendo un lugar idóneo en el que perderse y desconectar.
La visita a este edificio comienza por un gran salón con paredes de papel pintadas, muy característico de este tipo de lugares, y da paso a un jardín zen con arena blanca y donde el verde es el color predominante. La paz y tranquilidad que se respira en este lugar solo es interrumpido por algunos turistas.
Si los jardines exteriores del Houjyou son espectaculares, espérate a entrar al jardín interior del Honbou, llamado Chouontei. Mediante un pasillo puedes acceder a este edificio donde todo lo que se abre paso ante tus ojos te va a dejar sin palabras. Descanso, paz, armonía… es impresionante.
Aunque la sala «Nenge-dou» del Hatto también se utiliza como la sala principal del templo Zen, este impresionante templo budista construido en 1765 es famoso por los dos dragones de su techo, pintados con tinta en papel japonés tradicional, por el artista Koizumi Junsaku y que le llevó dos años.
Representaciones similares de estos dragones gemelos se encuentran en otros templos Zen en Japón, ya que se cree que los dragones son los protectores de las enseñanzas budistas, así como también los dioses del agua. Hay un altar con una imagen sentada del Shakyamuni Tathagata y las estatuas de los sacerdotes budistas Mahakasyapa y Ananda.
Para finalizar, solo debes darte un paseo por todo el complejo del templo Kennin-ji para encontrarte con otros edificios y templos como la puerta Sanmon, el Chahi, Kaizan-dō, etc… Te dejamos imágenes de algunos de ellos.
Si vas por tu cuenta lo mejor es ir en tren. Puedes tomar la línea de tren Keihan y bajar en la estación de Shijo Gion. Luego solo tendrás que caminar unos 6-7 minutos hasta llegar al templo.
Otra opción es que vayas en autobús. Si te encuentras en la estación JR de Kioto puedes coger el Higashiyama Yasui hasta la parada de Minamiza. Está a unos 5 minutos del templo.