Hasta Pelling, estado de Sikkim en el norte de India, fuimos para hacer la Ruta de los Monasterios antes de ir a Nepal y empezar con lo fuerte, el trekking de los Annapurnas. A pesar de que este pueblo no es más que dos calles hay varios alojamientos a elegir y nosotros nos decantamos por el Hotel Kabur. Puede que al entrar a preguntar si tenían habitaciones y ver la chimenea nos convenciese enseguida, pues por esa parte del norte de la India hace un frío que pela al ser una zona montañosa. Nada apetece más después de un día de paseo que sentarse al lado del fuego con una cerveza en la mano o un gatito encima de las piernas.
Además tiene una terraza en la parte trasera con preciosas vistas de las montañas en la que uno puede empezar el día cargando las pilas al sol mientras desayuna o contemplando como llega la oscuridad a las montañas cuando anochece.
La familia propietaria del hotel es muy amable y ofrece ayuda a quienes quieran hacer la ruta de los monasterios y el típico mapita hecho a mano con toda la información necesaria para hacer el recorrido. La cocina es inmejorable con platos indios y cocina más típica de Sikkim. En el acogedor comedor nos hartamos a comer momos, sopas y masala papadoums… y de beber cervecita ;-)
Las habitaciones son espaciosas, limpias y cumplen con su cometido, que es calentarte cuando llega la noche.