Banteay Kdei es un templo más tranquilo y con menos visitantes que el resto de los templos de Angkor de los alrededores, lo que lo convierte en un lugar ideal para huir de las masas por un rato y disfrutar de su visita con calma. Es fácil acceder a él porque está localizado muy cerca de Ta Prohm y, aunque su estado de conservación es mejorable, tiene algunas zonas en ruinas y con líquenes que lo hacen muy especial, además de estar prácticamente fusionado con la naturaleza que devoró esta famosa zona de Camboya.
Frente al templo Banteay Kdei se encuentra el Srah Srang, un lago artificial construido por el rey Jayavarman VII que era el lugar de baño para el rey y sus consortes. Muchos visitantes escogen ver el amanecer desde este templo y con vistas al lago aprovechando su tranquilidad.
Edificado en el siglo XII por el rey Jayavarman II, se cree que Banteay Kdei pudo levantarse encima de un templo anterior y fue originalmente un monasterio, por eso se le llama La Ciudadela de las Celdas. La muralla que rodea al templo fue construida con piedras reutilizadas de otros templos, y el material utilizado para su construcción fue arenisca por lo que, debido a ello, muchas de las galerías han colapsado.
Como ocurre con otras construcciones en Angkor, Banteay Kdei, diseñado en una sola planta, era un templo con una muralla exterior casi cuadrada de 500×700 metros y cuatro gopuras (puertas-torre) orientadas hacia cada uno de los puntos cardinales.
La entrada al templo, atravesando el foso, se realiza por la parte este del mismo, por una gopura con cuatro rostros, similares a los que se pueden encontrar en Angkor Thom y con representaciones de Garuda, el hombre pájaro, en la parte inferior.
Siguiendo la calzada elevada, encontraremos “La Sala de la Danza”, con varios patios rectangulares que contienen múltiples relieves de apsaras, bailarinas mitológicas, en sus paredes.
Para acceder al centro del templo, al santuario propiamente dicho, también rodeado por cuatro gopuras, atravesarás varias galerías donde resguardarte del intenso sol de Camboya durante un rato, que siempre viene bien.
Y para rematar la visita puedes aprovechar para sacarte unas cuantas fotos sin que nadie te moleste.
La visita la puedes hacer por tu cuenta, negociando con algún conductor de tuk-tuk o yendo en bici, o puedes contratar alguno de los tours que te mostramos a continuación, con guías en español que te facilitará la visita. Te dejamos estos que consideramos interesantes: