Los orígenes de la medicina: automedicación en animales

Durante los trabajos de campo del primatólogo Michael Huffman, uno de los principales científicos que ha estudiado la automedicación en primates, recogió una historia cuanto menos curiosa de uno de sus asistentes de campo, Mohamedi Seifu Kalunde, durante el estudio de los chimpancés de Mahale en la década de los 80.

Mohamedi era un conocedor de la medicina tradicional tongwe y de la fauna y flora de Tanzania, en gran parte gracias a que proviene de una familia de curanderos de este grupo étnico, liderada por su abuelo, Babu Kalunde.

En una ocasión, Babu se llevó a casa una cría de puercoespín huérfana, la cual comenzó a encontrarse enferma al poco de llegar a la aldea. El animal iba y venía libremente por la aldea, y un día Babu le sorprendió comiendo la raíz de una planta que los Tongwe conocen como «mulengelele«, considerada venenosa.

Capuchino
Capuchino

Al poco, el puercoespín se recuperó, por lo que Babu comenzó a usar la raíz de esta planta para tratar una epidemia de disentería que azotaba a la aldea. A día de hoy es un remedio que el propio Mohamedi usa para tratar algunas patologías de sus vecinos.

Dejando de lado la efectividad del mulengelele o los conocimientos del puercoespín sobre medicina, lo cierto es que son muchos los animales salvajes que tienen las llamadas conductas de automedicación. Hablamos de comportamientos en los cuales los animales usan sustancias como plantas, insectos o frutos para combatir enfermedades y parásitos.

La automedicación, una conducta extendida

Aunque pudiera parecer que este comportamiento es muy complejo y que solo estaría presente en animales como los primates, lo cierto es que son cientos las especies que presentan conductas de automedicación. Un ejemplo claro son las hormigas de la especie Formica fusca, que cambian su dieta para evitar infecciones fúngicas.

De la misma manera, la famosa mariposa monarca, que realiza impresionantes migraciones en los Estados Unidos, deja sus huevos en plantas medicinales cuando se encuentran infectadas por parásitos, lo que protege a su descendencia.

Algunas aves que encontramos en España, como los estorninos o los herrerillos, usan plantas aromáticas con propiedades medicinales para construir sus nidos, como el saúco, la lavanda o la milenrama (que sabemos que probablemente ya la usasen los neandertales hace 60.000 años), lo que podría beneficiar a sus polluelos al reducir la presencia de parásitos.

Avutarda
Avutarda

El consumo de plantas o escarabajos de otras aves, como puede ser la avutarda (Otis tarda) parece que también podría tener efectos similares en parásitos internos. De igual manera, algunas rapaces como el águila perdicera usan hojas de pino, que actúan como repelente de insectos, un ave con alto grado de amenaza en España y de la cual en centro de rescate GREFA cuenta con proyectos de conservación para proteger.

Curiosamente, estas conductas no siempre son con componentes naturales. Algunos camachuelos están usando cigarrillos en centroamérica para sus nidos, lo cual repele parásitos pero también puede ser peligroso para el desarrollo de estos animales.

Muchos animales tienen comportamientos de automedicación de lo más bizarros: algunas aves o mamíferos como los monos capuchinos practican el anting, o baños de hormigas para aprovechar su ácido fórmico. Mientras, los guacamayos, tapires, gorilas o macacos tienen por práctica consumir arcillas o la termitaria producida por las termitas para ayudar en las digestiones pesadas.

Gorila
Gorila

El consumo de ciertos frutos es practicado por carnívoros como los tigres, osos, chacales o civetas, con la posible función de eliminar parásitos. Mientras, algunos cerdos y jabalíes consumen raíces con propiedades antiparasitarias.

Los elefantes también consumen compuestos que adelantan el parto y que son usados por los lugareños.

Elefantes en el Masai Mara
Elefantes en el Masai Mara

El caso más notable es el de los chimpancés, que parecen usar más de 40 plantas en 25 regiones diferentes, la mayoría de ellas para luchar contra los parásitos. Lo mismo ocurre en otros grandes simios como bonobos, gorilas y orangutanes, que consumen diferentes partes de plantas, en ocasiones sin masticar y en ocasiones mascando las hojas cual chicle.

Chimpancé
Chimpancé

Obviamente los primates poseen muchas conductas de automedicación: muchos lémures muerden y se restriegan por el cuerpo insectos, mientras que los babuinos consumen varios tipos de plantas como antiparasitario.

Lemur de cola anillada con cría
Lemur de cola anillada con cría

Uno de los ejemplos más curiosos es como los monos capuchinos se untan en sustancias tanto solos como en grupo. Elementos picantes, hormigas, insectos, cítricos, diferentes tipos de plantas o incluso cebollas.

Parece que esta conducta tiene efectos antiparasitarios, pero también sociales, ya que para los animales es todo un evento social que los reúne para untarse las sustancias unos a otros.

¿Sabiduría natural o selección natural?

Aunque algunas especies tremendamente inteligentes como los grandes simios podrían establecer el uso de componentes medicinales mediante el aprendizaje, está claro que los estorninos o las avutardas no tienen nociones de medicina.

El uso de estos componentes se debe a la selección natural, durante generaciones, aquellos animales que seleccionan y usan plantas u otros componentes con beneficios, tenían mayores posibilidades de reproducirse.

A día de hoy, nosotros mismos somos muy escépticos (y con razón) de las propiedades medicinales de ciertos componentes, fármacos y plantas. Sin el método científico, del que muchas personas tampoco se fían, el uso de medicación recae en cultura y tradición, muchas veces mal entendida y que puede hacer peligrar nuestra salud o el medio ambiente, como el uso de animales salvajes en la medicina oriental.

Sin embargo, precisamente por ser fruto de esa selección natural es vital estudiar esta clase de comportamientos, ya que puede que sigamos descubriendo compuestos interesantes para la salud humana. Aún desconocemos la función de muchas de estas conductas en las que los animales se frotan o consumen elementos extraños, como pueden ser los baños de tierra que realizan los guirres majoreros o los quebrantahuesos del Pirineo. ¿Qué sorpresas nos depara aún la naturaleza?

Contexto salvaje, de Eugenio Fernández
CONTEXTO SALVAJE, de Eugenio Fernández
1200 800 Eugenio Fernández

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