No descubrimos nada si decimos que la gastronomía es uno de los grandes atractivos de Japón. Si te gusta comer, vas a disfrutar de lo lindo en el País del Sol Naciente, gracias a su variada y deliciosa cocina. Afortunadamente, en la mayoría de los restaurantes que te vas a encontrar tendrán menús con fotografías, para que todo sea más fácil a la hora de pedir la comanda.
Por eso, para que vayas preparado, vamos a hacer un repaso a los platos más habituales (y también otros menos conocidos) de la cocina nipona, que no te debes perder en tu viaje a Japón.
Por supuesto, esta es una guía incompleta, porque sería imposible recopilar los cientos de platos e ingredientes diferentes que pueblan las mesas japonesas. Simplemente, hemos querido hacer una pequeña selección de los más representativos, a modo de introducción, para que te hagas una idea de las maravillas que ofrecen las islas niponas a la hora de comer.
Cocina japonesa
- Noodles y fideos varios
- Tempura
- Donburi: arroz con cosas
- Sushi y Sashimi: el famoso pescado crudo
- Gyoza: empanadillas a la japonesa
- Arroz con curry
- Omu raisu: tortilla de arroz
- Carne a la japonesa
- Okonomiyaki
- Comida para llevar
- Teishoku: menu del dia al estilo japonés
- Tsukemono: encurtidos nipones
- Snacks y aperitivos de taberna
- Recuerda
Noodles y fideos varios
Como en otras partes de Asia, los noodles, tallarines y fideos de todo tipo son una de las bases de la dieta local en Japón. Te los encontrarás por todas partes, y hay cientos de estilos y variantes para prepararlos. A continuación te detallamos algunas de las especialidades más típicas.
Ramen
El ramen es, sin duda, uno de los platos estrella. Lo que todo el mundo quiere probar cuando visita Japón por primera vez. Se trata de un tazón de fideos (generalmente de trigo) nadando en caldo caliente, con sus tropezones y sus toppings varios. Que no falten el huevo escalfado (onsen tamago) o los brotes de bambú (menma).
Hay un montón de variedades de ramen, algunas más contundentes y otras más ligeras, pero las más habituales son: Shoyu ramen (caldo de soja), Shio ramen (caldo con una pizca de sal), Miso ramen (caldo a base de miso, y Tonkotsu (caldo de huesos de cerdo).
Cada región, cada ciudad, cada Ramenya (restaurante de ramen), tienen su propio estilo. Hay cientos de variantes, sorprendentemente distintas entre sí. Pero, si eres completista y quieres probarlas todas, ¡no te preocupes! En las grandes ciudades, como Tokio, es posible deleitarse con ramen al estilo de todos los rincones de Japón, sin tener que dar muchas vueltas.
Tsukemen
El Tsukemen es una variante del ramen en la que los fideos y el caldo se sirven por separado. La gracia es ir pillando poco a poco los fideos con los palillos y untarlos en el caldo antes de comértelos. Tanto los fideos (bastante gordos) como la sopa suelen ser más contundentes que en el ramen normal.
Abura soba
Esta variante del ramen se toma sin apenas caldo, y los fideos suelen ser más bien gordos. Aunque se le llame «soba», en realidad no es más que otro tipo de ramen. El escaso caldo es bastante aceitoso (de ahí el nombre del plato; «abura» es aceite en japonés) y, a veces, con un punto picante, pero siempre muy sabroso y de un regusto bien intenso.
La gracia está en mezclar bien los fideos con el caldo, para que se impregnen de sabor.
Soba
Se dice que el ramen es originario de China, pero los fideos soba son puramente japoneses. Estos fideos de alforfón, bastante ligeros, se pueden servir tanto fríos (Zaru Soba), en cuyo caso los fideos y el caldo vienen por separado; como calientes (Kake Soba), en un tazón nadando en caldo humeante.
La variedad de posibles toppings y acompañamientos es abrumadora, pero te aseguramos que cualquier combinación está deliciosa.
Udon
Los fideos udon, de trigo y muy gordos, son sorprendentemente suaves al paladar. Se sirven y preparan de manera parecida al soba, tanto fríos (Zaru udon) como calientes (Kake udon), y los posibles acompañamientos también son incontables.
La base del caldo suele ser de pescado, soja y vinagre mirin, pero las variedades son casi infinitas. Es habitual servirlo acompañado de tempura.
Tempura
La tempura es otro de esos platos que apenas necesita presentación. Se trata de una fritura en la que los ingredientes se rebozan y se sumergen en aceite a alta temperatura. Se dice que el invento es de origen europeo, de cuando los portugueses visitaban Japón con sus galeones allá por el siglo XVI, pero desde entonces se ha japonesizado totalmente.
Puede hacerse tempura de casi cualquier cosa: pescado, marisco, verduras, setas, pollo… Y, a la hora de servirla, se pueden sacar las piezas de manera individual, o esparcir varias de ellas sobre un bol de arroz, o en un tazón de udon o de soba.
Donburi: arroz con cosas
Los Donburi son tazones de arroz blanco con toppings y condimentos variados. Arroz con cosas, vamos. Estos toppings pueden ser prácticamente cualquier cosa: carne, verduras, pescado crudo o cocinado, tempura…
Las variantes más habituales son el donburi con tempura (llamado Ten-don), el de pollo salteado con huevo (Oyako-don), el de cerdo rebozado (Katsu-don), o el de ternera con verduras (Gyu-don).
Pero también es muy habitual encontrarse Donburis de sushi, con infinitas combinaciones posibles de pescados: atún, salmón, huevas, erizo de mar, etc. Los donburis siempre están deliciosos y te llenan el estómago en un santiamén. ¡Una inversión excelente a la hora del almuerzo!
Sushi y Sashimi: el famoso pescado crudo
Llegamos a otra de las estrellas indiscutibles de la cocina japonesa: el pescado. Que no te dé cosa probarlo, porque aquí en Japón el producto siempre es increíblemente fresco y la manera de prepararlo especialmente escrupulosa, por eso se puede consumir crudo sin problema. Te parecerá que estás llevándote a la boca un pedazo del mismo mar.
La variedad de pescados y mariscos que se consumen en Japón es inabarcable, pero tradicionalmente se sirven de dos maneras diferentes, aunque parecidas: en forma de sushi, o de sashimi.
No cualquier pescado sirve para hacer sushi o sashimi. Es necesario refrigerarlo, conservarlo e incluso cortarlo de una manera muy específica, para evitar riesgos alimentarios. Puedes comer sushi tranquilo; los japoneses lo llevan haciendo cientos de años y, de momento, no se han extinguido. Saben lo que se hacen.
Sashimi
El sashimi son los cortes del pescado servidos así, crudos, sin condimentos, para poder apreciar mejor la pureza de su sabor. Las piezas (llamadas neta) se cortan con el tamaño y grosor perfectos para poder comértelas de un bocado.
Las puedes mojar en salsa de soja o añadirles un poco de wasabi (picante) para potenciar el sabor, pero nada más.
Solo el pescado más fresco y de mejor calidad se destina para hacer sashimi, así que suele ser la variante más cara.
Sushi
El sushi no son más que piezas de pescado (o marisco) crudo colocadas sobre pequeños puñaditos de arroz blanco. Este arroz está aderezado con vinagre, sal y azúcar, lo que le da una consistencia y sabor especiales.
El sushi (también llamado nigiri-sushi, o sea, «sushi para agarrar») está pensado para comerlo en pequeños bocados; cada pieza (también llamada neta) tiene el tamaño justo para cogerla con la mano o los palillos y zampártela de una sola vez.
Al igual que con el sashimi, puedes echarle salsa de soja o wasabi (picante) para condimentarlas. También te puedes encontrar el sushi en forma de Maki, o sea, un rollo de arroz envuelto en algas, con el pescado en su interior.
Chirashi Sushi
Esta variante combina el sashimi con el sushi, y presenta (generalmente en un tazón) varias piezas de pescado sobre un lecho de arroz blanco, condimentado como el que se emplea en el sushi.
De hecho, Chirashi Sushi quiere decir, precisamente, «sushi esparcido» o «desparramado» sobre el arroz. O sea, un tazón de arroz con sushi, como los Donburis que mencionamos más arriba.
Lo suyo es mezclar el pescado con el arroz, echarle un chorrito de salsa de soja por encima, y disfrutar del festín.
Piezas (neta) de sushi
Ya hemos dicho que la variedad de pescados que se emplean para hacer sushi o sashimi es casi infinita. Y eso sin contar las especialidades locales, ya que cada región tiene sus propios pescados, algunos bastante exclusivos.
Pero, para guiarte un poco ante lo que te puedes encontrar, vamos a enumerar algunas de las piezas (neta) más habituales, que verás en toda Sushiya (restaurante de sushi) que se precie.
Gyoza: empanadillas a la japonesa
Por influencia de la vecina China, los dumplings y empanadas de todo tipo son muy populares en Japón. Pero los nipones también tienen su propia versión autóctona de este plato: la gyoza (pronunciado «guioza»).
Fritas o al vapor, las gyoza suelen estar rellenas de carne con especias, y se acompañan de distintas salas, a veces muy picantes. Son el complemento ideal para un cuenco de ramen… o de una jarra de cerveza bien fría.
Arroz con curry
Aunque tiene poco que ver con el curry indio, el curry a la japonesa es igualmente contundente. Más parecido a un estofado a la europea, el caldo no pica demasiado, pero llenar llena lo suyo.
De un color marrón intenso, con sus tropezones de carne y verdura, se sirve acompañado de una copiosa ración de arroz blanco, y se le pueden añadir toppings variados, generalmente carnes o mariscos rebozados en tempura.
Omu raisu: tortilla de arroz
El nombre de este plato viene de omelette (tortilla) y rice (arroz), pronunciado a la manera japonesa, y no es más que una tortilla de huevo rellena de arroz. La combinación puede sonar un poco extraña pero, si lo piensas, tampoco es tan diferente del clásico arroz a la cubana.
Aquí el arroz se baña en ketchup para que quede bien sabroso, y a menudo se saltea también con carne picada, setas, u otros ingredientes para darle más gracia al asunto. Luego se envuelve todo en una tortilla de huevo, normalmente bastante cremosa, y se corona con un buen chorretón de ketchup u otra salsa cualquiera.
Carne a la japonesa
Japón es un país sin una gran tradición carnívora. Hasta hace poco más de un siglo, la dieta nipona apenas incluía productos cárnicos. Pero, por influencia occidental, poco a poco han ido introduciendo las carnes en su cocina, y hoy en día la cosa ha cambiado radicalmente.
En Japón vas a poder encontrar un montón de platos que harán las delicias de los más carnívoros.
Wagyu: ternera japonesa
Wagyu (pronunciado «waguiú») es el término general con el que se conoce a las distintas variedades de ternera del país, Hay diversas denominaciones de origen, pero la más conocida, seguramente, sea la de Kobe.
¿Quién no ha oído hablar de las famosas vacas que son alimentadas a base de cerveza? Pues esa es la ternera de Kobe (Kobe-gyu), cuya carne, de alto contenido graso, se deshace literalmente en la boca.
Pero en Japón también hay otras variedades de ternera que merece la pena probar, como la de Matsuzaka (Matsuzaka-gyu; originaria de la región de Mie, cerca de Kyoto), o la de Hida (Hida-gyu, de la región de Gifu, cerca de Nagoya).
Todas ellas son carnes de altísima calidad y muy grasas, con un sabor y textura algo distintos a lo que estamos acostumbrados en Occidente. Estás avisado: tal vez no sean del gusto de todos los paladares… ni estén al alcance de todos los bolsillos.
Tonkatsu: filete de cerdo empanado
El tonkatsu es un filete de cerdo empanado, que a veces puede ir sobre un lecho de verduras rebozadas. Se suele servir cortado en tiras, para que sea más fácil de comer, y se le pueden acompañar de diversas salsas, algunas bastante contundentes.
Hay diversos tipos de tonkatsu, según el grosor y tipo de corte de carne del que se trate, pero en todos ellos te vas a quedar más que satisfecho, puesto que es un plato que llena lo suyo. También es habitual servirlo como topping en un tazón de arroz blanco, en cuyo caso se lo denomina Katsu-don.
Kara-age: pollo frito
El kara-age es un snack tremendamente popular, que te vas a encontrar por todas partes: desde restaurantes de menú del día hasta puestos de comida callejera, bares y tabernas. Se trata de una especie de bolas de pollo frito, rebozadas en diversos aderezos para darle más gracia.
Crujientes y sabrosas, pueden comerse tanto solas como en brocheta, acompañadas de arroz, o como topping de otros platos.
Yakitori: pinchitos morunos de pollo
Yakitori (literalmente, «pollo tostado») es el nombre genérico que se le da a las brochetas de carne de pollo que, normalmente, se preparan a la brasa. Parecidos al satay del Sudeste Asíatico, existen montones de variedades posibles, según el tipo y corte de carne que se use.
Las más habituales suelen ser de pechuga o muslo, pero no te extrañes de encontrar pellejo, corazones, hígado y casquería varia.
Se suelen preparar de dos maneras: con sal («Shio») o con salsa («Tare»), aunque cada sitio tiene su especialidad propia. Estos pinchitos morunos son el menú por excelencia en las izakayas (tabernas tradicionales), y combinan a las mil maravillas con una buena cerveza.
También puedes encontrar brochetas similares de otros tipos de carne, como cerdo, ternera, o incluso cordero, pero las de pollo son las más habituales.
Jingiskan: cordero con verduras
Típico de la isla de Hokkaido, la más norteña del archipiélago japonés (el único lugar de Japón donde la carne de cordero se consume de manera más o menos habitual), este plato es una verdadera delicia. Consiste en asar bocaditos de carne de cordero y verduras varias en una pequeña parrilla portátil.
Y, efectivamente, el nombre le viene del mismísimo Genghis Khan… suponemos que por eso de que en Mongolia se come mucho cordero.
Basashi: carne cruda de caballo
Este no es un plato para todo el mundo pero, si te gusta la carne, merece la pena probarlo. El basashi es una especie de sashimi de carne de caballo. Los distintos cortes se sirven crudos, como si se tratara de sashimi de pescado, y la manera de comerlos es más o menos la misma: acompañados de wasabi (picante) y salsa de soja, para apreciar mejor la pureza del sabor.
Sukiyaki: puchero de carne y verduras
En Japón hay una gran tradición de cocina al puchero, en la que, de forma parecida al hot pot de China y de Corea, los comensales se reúnen en torno a una pequeña olla con caldo y van cocinando ahí los ingredientes.
El Sukiyaki (generalmente de carne de ternera con verduras y setas) es la variante más popular en Japón, aunque hay montones de combinaciones posibles, según los ingredientes y el tipo de caldo (picante, cremoso, etc.). El Shabu-shabu, también bastante popular, es otra variante de este mismo concepto.
Lo fundamental es que se trata de un plato para comer en grupo: te sientas con los amigos a la mesa y, todos juntos, vais echando mano de lo que hay en el puchero. Ahí está la gracia, en compartir como buenos hermanos.
Okonomiyaki
El Okonomiyaki es uno de los platos más populares de la gastronomía nipona. Se trata de una especie de mini-pizza o pancake, con infinidad de rellenos y toppings posibles, que se prepara a la plancha. O, más bien, te lo preparas tú mismo, que ahí está la gracia del invento.
Una vez listo, lo coronas con un poco de salsa especial, unos copos de atún, y ya está listo para comer. Una delicia.
Monja-yaki
Esta variante del okonomiyaki es típica de Tokio, y la puedes encontrar en barrios con larga tradición histórica, como Asakusa.
Es básicamente lo mismo que un okonomiyaki, solo que, en vez de darle forma redondita, aquí el mejunje se desparrama sobre la plancha y se lo deja que se tueste bien, hasta que se quede un poco pegado (pero sin dejar que se queme, claro). Como el socarrat de la paella, vamos.
Luego, la gracia está en ir rascando y, poco a poco, rescatar pedacitos de la masa, tostados y crujientes. Así contado igual no suena muy bien, pero el resultado es verdaderamente exquisito, ¡damos fe de ello!
Comida para llevar
En una sociedad con un ritmo de vida tan frenético como la japonesa, donde la gente rara vez tiene tiempo de poder almorzar tranquilamente en su casa, existe una larga tradición de comida preparada, lista para llevar.
Muchos sufridos oficinistas se compran algo rápido todas las mañanas en el 7-Eleven de turno para luego comérselo en el trabajo.
Y a nosotros, viajeros de visita en el País el Sol naciente, esto de la comida para llevar nos va a venir de maravilla para estar abastecidos cuando salgamos de excursión.
Además de una gran oferta de bocadillos, sándwiches y bollería de lo más variado, hay algunos tipos de comida para llevar típicamente japoneses, que te va a gustar probar. Los encontrarás por todas partes, en cualquier supermercado o convini, que es como llaman los japoneses a los mini-supermercados abiertos 24 horas, tipo 7-Eleven.
Bento box: cajas de Bento
Los Bento son almuerzos que se preparan en una especie de tartera o caja, para transportarlos fácilmente. De ahí el nombre genérico de Bento box. En teoría también te lo puedes preparar en tu casa, meterlo en una fiambrera y llevártelo a la escuela, la oficina o donde sea menester.
Pero, como no a todo el mundo le gusta cocinar, en Japón vas a encontrar bentos ya preparados y listos para llevar (¡y comer!) por todas las esquinas. Algunos pueden comerse fríos, sin más, y otros requieren ser calentados al microondas.
En una bento box puede meterse prácticamente lo que le dé a uno la gana; las combinaciones de ingredientes son casi infinitas. Pero, por lo general, siempre vas a encontrarte verduras encurtidas, un poco de carne o pescado, y una buena ración de arroz blanco para acompañar. Lo suficiente para conformar un almuerzo nutritivo y equilibrado.
Onigiri: bolas de arroz rellenas
Los onigiri vienen a ser la versión japonesa de nuestros bocadillos. Solo que, en vez de pan, los nipones usan arroz blanco. Los onigiris son bolas de arroz rellenas, ideales para guardarlas en cualquier sitio y poder transportarlas cómodamente.
Pueden estar rellenas de muchas cosas, pero por lo general se prefiere el pescado (hervido o frito) y las verduras, y suelen llevar un poco de alga seca para envolverlas. Si vas con prisas, un par de onigiris te pueden solucionar perfectamente el almuerzo o la merienda.
Inari-zushi: tofu frito relleno de arroz
Esta variante del onigiri no es muy conocida fuera de Japón, pero te prometemos que no te vas a arrepentir de probarla. Aquí la bolita de arroz se envuelve en una fina lámina de tofu frito, y a veces se acompaña de verduras, legumbres hervidas o frutos secos.
Además de ser muy nutritivo, el tofu frito le da un punto dulzón que resulta irresistible.
Teishoku: menu del dia al estilo japonés
A la hora del almuerzo, que aquí en Japón suele ir de las 11:30 hasta las 14:30 horas, más o menos, muchos restaurantes ofrecen menús especiales, algo más baratos. Son los llamados Teishoku, menús individuales con algunas de las especialidades de la casa, acompañadas de un cuenco de arroz blanco y un poco de sopa de miso. La bebida (agua o té) suele ir incluida.
La variedad de ingredientes es infinita, pero es habitual ver menús teishoku de carne (ya sea pollo, cerdo o ternera), pescado a la parrilla, pasta, arroz con curry, etc. Las raciones están pensadas y calculadas para llenarte sobradamente el estómago, por un módico precio.
Tsukemono: encurtidos nipones
Una guía de gastronomía japonesa nunca estaría completa sin mencionar la enorme variedad de encurtidos que pueblan las mesas de los nipones. Verduras, frutas, algas, pescados… Esta gente te mete cualquier cosa en vinagreta o en salmuera y te hace un encurtido con ella. Aunque, en realidad, hay montones de maneras diferentes de prepararlos.
Los tsukemono se suelen servir como acompañamiento a otros platos, o también como aperitivos con entidad propia. A continuación te presentamos algunos de los más habituales.
Snacks y aperitivos de taberna
En Japón no se concibe salir a beber solamente. Aquí, cuando se sirve la bebida, siempre se acompaña de algo de comida. La idea no es muy diferente de los pinchos o las tapas de España.
En las izakayas (tabernas típicas) niponas vas a encontrar un variado menú con aperitivos y snacks de lo más diverso, ideales para acompañar el trago que te vayas a tomar. La variedad es infinita, pero aquí te contamos algunos de los más populares.
Eda mame: vainas de soja
Siempre que haya bebida de por medio, no puede faltar el eda mame. Estas pequeñas vainas de soja se cuecen y se sirven (a veces frías, a veces calientes) con un poco de sal. La cosa es comerte el pequeño fruto (una especie de habichuela) que tienen dentro, como si fueran pipas.
El eda mame es un aperitivo saludable, ligero, y entra de maravilla a cualquier hora del día. Además, es adictivo como él solo; ¡una vez empiezas a picotear, no hay forma de parar!
Kyuri: pepino
Otro aperitivo típico, sobre todo en verano, es el pepino. Tremendamente refrescante y fácil de comer, se suele servir crudo y cortado en tacos o rodajas más bien gordas, aderezado de una salsa vinagreta, aunque la condimentación puede variar a gusto del chef… y del consumidor.
Kyabetsu: ensalada de col
La ensalada de col (kyabetsu, del inglés «cabbage») es otra de esas tapas que siempre verás en una izakaya. Es un plato muy sencillo: hojas de col picadas con algún aderezo, como aceite de sésamo o salsa vinagreta, y poco más. Pero resulta un acompañamiento ideal para otros aperitivos más contundentes.
Tako-yaki: bolitas de pulpo
El tako-yaki, estas bolitas rellenas de pulpo y crema dulce, hacen las delicias de grandes y pequeños en los festivales veraniegos japoneses. Y también son un aperitivo muy típico en los bares e izakayas de todo tipo.
Las verás siempre en packs de 6 u 8 unidades, aderezadas con su salsa especial, algo de mayonesa y copos de atún espolvoreados por encima.
Pero, ¡ándate con ojo, no te vayas a quemar! Porque las bolitas de tako-yaki se sirven muy, muy calientes. El que avisa no es traidor…
Tamago-yaki: tortilla a la japonesa
Los japoneses tienen su propia versión de la tortilla de huevo, hecha con una pizca de azúcar y caldo de pescado, lo que le da un sabor y dulzor muy especiales.
Además, la forma también es distinta a lo que estamos acostumbrados en Occidente porque, al cocinarla, los japoneses enrollan la tortilla sobre sí misma, para luego cortar el canuto resultante en trozos pequeñitos, ideales para comer de un solo bocado.
El tamago-yaki admite todo tipo de toppings y acompañamientos, pero la salsa de soja y el nabo rallado (daikon) no pueden faltar.
Otras especialidades típicas de las tabernas e izakayas niponas son platos que ya hemos mencionado más arriba en esta guía, como las Gyoza, los pinchitos Yakitori o el pollo frito Kara-age. ¡Que no se te pase probarlos!
La lista de comidas típicamente niponas podría alargarse eternamente pero, con estas que hemos mencionado, creemos que ya tienes suficiente para empezar.
Y eso sin salirnos de la cocina tradicional japonesa. Porque en las calles de cualquier ciudad del país también te vas a encontrar una cantidad abrumadora de locales de comida china, india, del Sudeste Asiático, francesa, italiana, española… Y de cualquier rincón del mundo que te puedas imaginar.
Variedad y opciones para elegir no te van a faltar. ¡Lo que es seguro es que, en tu viaje a Japón, no vas a pasar hambre!
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