Ya sabemos que Tokio es una ciudad fascinante. Pero, si te cansas de sus rascacielos y su jungla de asfalto, a pocos kilómetros puedes encontrar parajes de montaña increíbles, ideales para una escapada de fin de semana. Y el más espectacular de todos ellos es, probablemente, el Parque Nacional de Chichibu.
Bien conectado por medio de trenes y autobuses, apenas 80 km lo separan del centro de la capital nipona. Situado en la prefectura de Saitama (al Norte de Tokio), Chichibu ofrece al viajero aire puro, naturaleza, paisajes de gran belleza, y mucho más. No en vano es un monte sagrado, con templos dedicados a deidades ancestrales del sintoísmo japonés.
A continuación, te contamos los secretos de este enclave poco conocido del Japón profundo.
Parece mentira que, a menos de dos horas de la metrópolis de Tokio, se puedan encontrar parajes tan idílicos como este de Chichibu.
Chichibu es el corazón del Parque Nacional de Chichibu-Tama-Kai, un enclave montañoso en la intersección de las prefecturas de Saitama, Yamanashi, Nagano y Tokio. Por la zona encontrarás picos de más de 2000 m de altitud, diversas rutas de senderismo y, por si fuera poco, lugares de interés histórico y cultural de primera magnitud.
En estos montes hay santuarios y templos venerables, como el santuario de Mitsumine Jinja, de 2000 años de antigüedad. También vestigios de viejos castillos que datan de la era de los samuráis. Además de una gastronomía de lo más sugerente. ¡No te puedes ir de Chichibu sin probar el katsudon (arroz con filete de cerdo empanado tonkatsu) típico del lugar!
Y, tal vez lo más sugerente, es que en estos valles resuenan todavía ecos de leyendas milenarias sobre animales míticos. Toda esta zona está fuertemente vinculada con el culto al lobo blanco, un dios lobo ancestral que, según algunos lugareños, aún se deja ver por los bosques de cuando en cuando. Quién sabe, ¡tal vez te lo encuentres mientras haces senderismo por estos andurriales…!
Chichibu es un lugar relativamente apartado, pero desde Tokio es fácil llegar hasta allí. Lo más práctico es ir en tren, ya que hay varias líneas que conectan con la metrópoli. Hay muchas combinaciones posibles, pero las más sencillas son estas dos que te contamos a continuación.
Desde la estación de Ikebukuro puedes coger el tren expreso Red Arrow de la Línea Seibu, que te llevará a Chichibu en apenas 80 minutos (hay que reservar asiento, y el billete cuesta 1,700 yens, unos 10 euros). Desde la misma estación, también hay trenes más baratos que, haciendo trasbordo en la estación de Hanno, te llevan a Chichibu por unos 800 yens (5 euros) en algo menos de dos horas.
También es posible usar trenes de la Línea JR desde la estación de Tokio hasta Kumagaya (70 minutos de trayecto; 1170 yens, o sea, 7,5 euros), y allí hacer trasbordo a un tren de Chichibu Railway que te lleve hasta Chichibu (70 minutos, unos 1000 yens, o sea, 6 euros).
Ten en cuenta que los trenes de la Línea Seibu llegan a la estación de Seibu Chichibu; y los de la Línea JR a la estación de Chichibu. Pero en el fondo da casi lo mismo, ya que ambas estaciones están separadas por menos de 500 metros.
Una vez allí, lo suyo es tomar un autobús que te acerque hasta las montañas. Son sencillos de encontrar: la parada está justo en frente de la estación de tren de Seibu Chichibu. Hay varias rutas posibles, según dónde quieras ir exactamente, pero lo más habitual es coger el que leva a Mitsumine Jinja, que es más o menos el corazón del Parque Nacional.
Dependiendo de dónde te bajes (puedes hacerlo en Mitsumine-Guchi, a la entrada del parque); el paseo puede durar entre 50 y 70 minutos, y costar entre 950 y 700 yens (entre 6 y 4 euros, más o menos).
Por último, ya que se trata de un destino relativamente cercano, también puedes plantearte alquilar un coche en Tokio y venir por tu cuenta. Son apenas 80 km de distancia, si bien las carreteras de montaña complican un poco el acceso. Calcula al menos dos horas de trayecto.
Chichibu es una zona de montaña, y por tanto es fundamental tener en cuenta las condiciones meteorológicas antes de aventurarte a visitarla. Ten en cuenta que, de promedio, aquí vas a tener siempre entre 5 y 10 grados menos de temperatura que en Tokio.
En verano no tendrás mayor problema, más allá del calor pegajoso que inunda Japón en esta época del año. Pero, el ser un lugar con cierta altitud y muchos bosques, puedes esperar temperaturas más frescas y llevaderas que en Tokio.
Lo mismo vale para la primavera y el otoño. Pero, ¡ojo! No te confíes y lleva siempre algo de ropa de abrigo, ya que el tiempo puede cambiar súbitamente y encontrarte con diferencias de hasta 15 grados de temperatura. Tampoco es buena idea adentrarse en la montaña con tiempo lluvioso, ya que los caminos estarán embarrados y resbaladizos.
El invierno es una época a evitar, ya que en los montes de Chichibu acostumbra a nevar copiosamente. Si no eres un montañero experto ni cuentas con equipación adecuada para la nieve, mejor no te arriesgues.
Como ya hemos apuntado, Chichibu es un lugar ideal para visitar en una escapada rápida desde Tokio. Puedes incluso ir y venir en el mismo día, pero lo suyo es hacer noche en alguno de los hoteles y albergues de la zona y dedicar un par de días a explorar tranquilamente la montaña y sus alrededores.
Y, si te gusta la acampada, toda el área de Chichibu es un verdadero paraíso. Aquí encontrarás cámpings con vistas excelentes. Eso sí, ten en cuenta que el camping en Japón tiene sus particularidades, como te explicamos en el link anterior. También hay unos cuantos baños termales al estilo nipón, los típicos onsen, en los que ponerte a remojo un rato y relajarte.
Pero la actividad principal aquí en Chichibu es el senderismo. Hay opciones para todos los gustos: desde paseos por el bosque sin mayor complicación, hasta rutas de media montaña que harán las delicias de los más expertos.
Para más detalles, lo mejor acercarse a cualquiera de las muchas oficinas de turismo de la zona, como la Machinaka Information Centre que hay justo detrás de la estación de JR. Allí tendrán mapas en inglés y te informarán del estado de las rutas, así como de la mejor manera de llegar hasta cada una de ellas.
Si vas a hacer senderismo, ten cuidado con los osos. Abundan por toda la región, y es mejor ir preparado para no tener un mal encuentro. Normalmente, una simple campanilla colgada de tu cuello (que puedes conseguir en las tiendas de souvenirs de la estación, o en el santuario de Mitsumine Jinja) bastará para alertarles de tu presencia y ahuyentarlos.
Pero, si quieres ir más seguro, tal vez no esté de más llevarte también un spray de pimienta. El oso negro japonés no es especialmente grande, pero tiene malas pulgas. ¡Mejor ser precavidos!
Pero, además de triscar por los montes, hay otras cosas que ver y hacer en Chichibu. Aquí te las detallamos.
Las montañas de Chichibu son un espacio sagrado para los japoneses, y tienen una conexión especial con el dios de los lobos, una figura fundamental en las leyendas y mitos de la religión sintoísta. El epicentro de esos cultos ancestrales es este santuario, que se alza desde tiempo inmemorial en lo alto del monte Mitsumine.
Se dice que el santuario original se erigió hace cerca de 2000 años, si bien los edificios actuales son más modernos. En la actualidad, el santuario de Mitsumine Jinja es un complejo de templos hermosamente ornamentados que se desparraman por toda la montaña, y que te llevará unas cuantas horas recorrer en su totalidad.
El horario de apertura es de 6:30 a 17:00h, y la entrada es gratuita.
Es posible acceder al santuario en autobús (parada de Mitsumine-Jinja), y desde ahí adentrarse en cualquiera de las múltiples rutas de senderismo que lo conectan con el valle de más abajo y con los picos de los alrededores.
Además de vistas espectaculares, podrás disfrutar de la gastronomía local en las tiendas y chiringuitos que se agrupan en torno a la entrada. Incluso hay un hostal con sus propios baños termales onsen, por si te apetece hacer noche en el monte en los dominios del dios lobo.
Y, hablando de lobos, te los vas a encontrar a cada paso que des, porque hay estatuas de lobos (y perros) por todo el santuario. Se nota que el monte está consagrado a este animal. Incluso hay un pequeño museo dedicado al ya extinto lobo japonés, al que antaño se veneraba como un guardián de los bosques.
Aunque, según algunas tradiciones populares, hay quien asegura haber visto lobos por las inmediaciones del santuario, a pesar de que, en teoría, hace más de 100 años que se extinguieron. ¿Qué hay de verdad y qué hay de leyenda en todo esto? Quién lo sabe…
Hay una parte del santuario de Mitsumine que, a menudo, pasa desapercibida a los visitantes. Se trata del Oku no Miya, el sanctasantórum del templo, la parte más sagrada de todo el complejo de templos.
Situado en lo alto del pico Myohogatake, a 1329 m de altitud, se puede llegar a este pequeño templete a través de una preciosa ruta de montaña que parte de las inmediaciones del santuario principal.
Esta es la senda que recorrían antaño los monjes como parte de sus prácticas de meditación, pero ahora está abierta a todo el mundo. Subir hasta el Oku no Miya requiere cierta forma física, pero merece la pena. Es un camino realmente hermoso, y los portales torii que te vas encontrando en mitad de la espesura le dan ese toque místico y mágico que solo se puede encontrar en las montañas de Japón.
Por cierto, se dice que es precisamente en este camino hacia el Oku no Miya donde se han producido los últimos (y supuestos) avistamientos del lobo japonés, ese animal ya mítico que se cree extinguido pero que nunca parece desaparecer del todo. Quién sabe, ¡igual te lo cruzas en mitad del camino!
En las inmediaciones del santuario de Mitsumine se encuentran las ruinas de este castillo medieval, donde antiguos señores de la guerra batallaron en la época de los samuráis, allá por el siglo XVI.
No te imagines nada parecido a Himeji u otros castillos japoneses: de Hachigata apenas quedan unos cuantos fosos y empalizadas más o menos bien conservados, poco más. Aún así, si te gusta la historia y tienes un par de horas libres, puede ser buena idea visitar estas ruinas y descansar un poco de tanto monte.
Lo tienes a un cuarto de hora a pie desde la estación de Yorii, a 35 minutos de Chichibu (Chichibu Main Line), y la entrada es gratuita.
El río Arakawa nace en las montañas de Chichibu y, tras recorrer parte de la prefectura de Saitama, va a desembocar al corazón de Tokio. El tramo en torno a Nagatoro, a pocos kilómetros de Chichibu, es especialmente bonito, y los rápidos que allí se forman son una atracción turística muy popular.
Puedes recorrerlos en una barca tradicional, que opera durante todo el año excepto en invierno (o cuando las condiciones meteorológicas no son óptimas). Hay varas rutas posibles, pero el paseo suele durar 30 minutos y el precio ronda los 2000 yens (12 euros). El horario habitual es de 9:00 a 16:00h.
Llegar hasta la estación de Nagatoro es fácil, se tarda unos 20 minutos desde Chichibu (550 yens; unos 3 euros).