Se dice de Hoi An que es un destino excesivamente turístico, pero, lo cierto es, al menos desde nuestro punto de vista, que es demasiado bonita para pasar de largo y no pararse a contemplar su centro relajándose por esas callecitas de adoquines coloridas.
Hoi An es una ciudad costera de la provincia de Quang Nam cuyo puerto, muy importante para el comercio durante los siglos XVI – XVIII, despide al río Thu Bon en el final de su viaje hacia el mar de China. Situada justo en la parte central de Vietnam, da la bienvenida a los miles de turistas que, atraídos por la denominación de Patrimonio de la Humanidad del lugar, visitan su precioso y bien conservado casco antiguo.
Si te hemos convencido y has decidido hacer un alto en el camino, a continuación te contamos qué ver en Hoi An.
Qué ver en Hoi An
Casco antiguo
Edificios históricos, salones de asambleas conocidos como hoi quan, pequeñas tiendas donde comprar artesanía o souvenirs, museos, casas antiguas abiertas a los visitantes, farolillos de colores o sastrerías en las que conseguir pomposos vestidos a buenos precios.
En las coloridas callejuelas del casco antiguo podrás perderte descubriendo todo esto y, además, disfrutando de la comida local. Es lo primero que ver en Hoi An nada más llegar, te encantará.
Puente cubierto japonés
Calle arriba, calle abajo, uno al final tropezará con el puente cubierto japonés o Cau Nhat Ban (Lai Vien Kieu), situado justo en pleno centro. Construido en 1593 en madera y cemento para unir el barrio chino con el japonés, este puente que cruza el río Thu Bon y mide casi 20 metros, conecta las dos principales calles del Old Quarter: Nguyen Thi Minh Khai St. y Tran Phu St.
Su interior, adornado con farolillos, alberga un pequeño altar llamado Chua Cao, además de un pequeño museo fotográfico.
Casas de mercaderes
Entre los edificios típicos e históricos que se pueden visitar, hay algunas casas de mercaderes como Tan Ky, de dos siglos de antigüedad, construida por una familia vietnamita con marcada influencia china y japonesa en su arquitectura.
Es una casa de madera de dos pisos, muy oscura y con infinitos detalles que llegan a saturar la vista: pájaros, poemas, sables cruzados envueltos en seda. El patio interior provee de luz a la casa, además de recoger el agua de lluvia.
Casa cantonesa Quảng Đông
De las varias salas de asambleas chinas que ver en Hoi An, nosotros elegimos la Cantonesa Quảng Đông, que a la postre fue una de las visitas que más entretenidos nos tuvo. Construida en 1855 por la comunidad cantonesa que vivía en la ciudad, en el interior hay un templo en honor a un guerrero llamado Quan Cong y a la diosa del mar Thien Hau.
Una de las cosas más curiosas son unas enormes espirales de incienso que cuelgan del techo con unos papeles en su interior que por lo que pudimos comprobar al ver uno en español, eran deseos de la gente.
Paseo gastronómico
Para cargar las pilas de nuevo entre paseo y paseo hay decenas de restaurantes en los que probar platos típicos, así como otros en los que saborear deliciosa comida internacional si a uno se le antoja.
Siempre es una buena opción sentarse en una terraza con vistas al río, tomarse una cerveza, un zumo o un refresco y relajarse viendo el ir y venir de la gente o las barquitas de pescadores o turistas.
Y recuerda que algo que acompaña bien a todas las comidas en el país son los sabrosos rollitos vietnamitas.
Si te gusta aprender y conocer el secreto de alguna de las deliciosas recetas, también se realizan clases en las que aprender a cocinar algunos platos.
Pero si lo tuyo es más bien ir directo a probar esos ricos platos, quizás te interese más hacer un tour gastronómico por Hoi An ¡en bicicleta!
Hoi An de noche
Aprovecha la hora de cenar para volver a dar un paseo por el casco antiguo, si es que en algún momento has llegado a salir. Por las noches, cuando se encienden los farolillos y acudimos los viajeros como mosquitos a la luz, los tonos de sus callejuelas se transforman y el centro adquiere toda su esencia.
Mercado central
Si algo hemos aprendido nosotros después de muchos años viajando por el sudeste asiático es que el corazón de cualquier pueblo o ciudad se encuentra en sus mercados locales. Si visitas el mercado central de Hoi An, justo al lado del río, prepárate para una explosión de color, olor y sabor.
Aquí encontrarás desde puestos de fruta y pescado hasta venta de telas de seda o pequeños puestos de comida donde probar platos locales.
Playas Cua Dai y An Bang
Aunque no son el punto fuerte de este destino, recuerda que en Hoi An también hay un par de playas, Cua Dai y An Bang. Pero si no vas en buena época, el viento y el frío te impedirán disfrutar de ellas.
Al menos en estas playas es probable que veas las típicas embarcaciones redondas de los pescadores conocidas como thung cai.
Aldeas de pescadores
Una bonita manera de escapar del bullicio turístico de la ciudad y conocer la zona un poco mejor, es hacer una excursión a alguna aldea de pescadores, otro lugar interesante que ver en Hoi An.
Contemplarás a los pescadores cargando hielo en sus barcos y mujeres preparadas para recibir a los marinos y así comenzar con el ritual de la compraventa.
Museos
Entre los museos que puedes visitar en Hoi An encontrarás el Museum of Folk Culture, Hoi An Museum of History and Culture,The Precious Heritage Museum and Art Gallery y The Sa Huynh Culture Museum.
Termínate de empapar de conocimiento acerca de esta bonita ciudad, que como habrás podido comprobar, motivos no le han faltado para ganarse su popularidad.
Sastrerías
¿Te hace falta algún traje? Bueno, quizás suene algo rara esta pregunta estando de vacaciones pero es que en Hoi An encontrarás una de las mayores concentraciones de sastrerías, se dice que más de 700. En estos talleres hacen trajes a medida y también réplicas exactas de lo que les propongas, incluso vestidos de famosos.
Investiga bien y evita engaños, proliferan algunos timos y algunas de las sastrerías ya no confeccionan en sus talleres sino que lo subcontratan.
Qué ver en Hoi An por los alrededores
Montañas de mármol
Situadas en Danang, al norte de Hoi An, las montañas de mármol parecen unos volcanes que se levantan detrás de la población, pero en sus cuevas en vez de lava, lo que encontrarás son figuras de Buda. Dicen que cada una de las montañas representa un elemento natural (agua, madera, tierra, metal y fuego).
Para acceder a la más grande, Thuy Son (agua), hay dos senderos y, a continuación, encontraremos varias pagodas y cuevas como Tam Thai Tu, Vong Giang Dai, Linh Ong, Van Thong y otras tantas.
Si vas con el tiempo justo recuerda que puedes contratar tu excursión con antelación.
Santuario My Son
Construidos únicamente con ladrillo, los restos del santuario My Son constan de 70 templos ubicados en Quang Nam y es otro de los lugares que casi diríamos imprescindibles que ver en Hoi An, aunque haya que pillar transporte para llegar a él.
Declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad se dice que están a la altura de Angkor o Bagan. Fue un centro religioso desde el siglo IV hasta el XIII.
La mayoría de los centros estaban dedicados a los reyes Cham asociados con Shiva, considerado el fundador de las dinastías Champa. Se puede llegar por tu cuenta, si alquilas una moto, o realizarlo en una bonita excursión hasta las ruinas de forma más relajada.
Islas Cham
Las islas Cham forman parte del Parque Marino Cu Lao Cham, reserva de la Biosfera, y hasta su principal isla se puede llegar a diario saliendo del puerto de Cua Dai, ya sea en ferry o en lancha rápida en una excursión.
Esta isla es Hon Lao y una vez allí podrás visitar sus playas, como la de Bai Ong o la de Bai Xep, entre otras, o buscar zonas de coral para hacer snorkel. Si no te apetece meterte en el agua o no es buena época, también puedes visitar la pagoda Hai Tang o el museo marítimo.
Tam Thanh
Conocido como el pueblo de los murales, Tam Thanh es una localidad pesquera que en 2016 fue escogida por una organización cultural coreana para ser sede del proyecto “Art for a Better Community”.
¿El resultado? Coloridas fachadas con retratos y murales dándole un aspecto alegre y moderno que atrae a turistas, sin hacerlo de forma masiva y al mismo tiempo ayudando a la gente local. Tienes una excursión para visitar este pueblo en el link anterior.
Colina de Ba Na y Puente Dorado
En las montañas de Da Nang y más concretamente las colinas de Ba Na, se encuentra el Puente dorado, a más de 1.400 metros de altitud y una longitud que alcanza los 150 metros.
Su principal característica es el estar sujeto por unas manos de piedra que elevan el puente y, además, para cruzarlo hay que subir primero en teleférico.
Aprovecha además el fresquito de la estación para escapar del calor si viajas durante los meses más cálidos de Vietnam y contrata una excursión para visitarlo.
Recuerda
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