Uno de los templos de Angkor más impresionantes y de los más fotografiados de Camboya es sin duda el templo de Bayon. 216 rostros son el resultado del ego mostrado por el rey Jayavarman VII en su época de reinado allá por el año 1200. Bayon ocupa el centro de la antigua ciudad de Angkor Thom, y la primera vez que lo contemplas es cierto que parece un cúmulo de ruinas y piedras amontonadas. Nada te hace presagiar que luego te vas a ver envuelto en más de 200 pares de ojos que te vigilarán desde cualquier punto.
Bayon, un poco de historia
Este templo fue construido a finales del siglo XII y principios de XIII por Jayavarman VII, uno de los reyes más grandes del Imperio Jemer. Bayon sirvió como el templo estatal de la nueva capital de Jayavarman, Angkor Thom, ocupndo su centro dada la centralidad del budismo en el imperio jemer. A diferencia de los otros templos construidos por los Khmer, el de Bayon es único en que era el único templo estatal construido principalmente como un santuario budista Mahayana dedicado a Buda. Después de la muerte de Jayavarman, las características del templo fueron alteradas según la creencia religiosa de sus sucesores, así que contienen elementos budistas hindú y theravada que no eran parte de los planes originales del templo.
De todas las características originales del templo, son las más de 200 gigantescas caras de piedra las que destacan más y son de sobra conocidas por los viajeros. Estas caras, en grupos de cuatro e idénticas, apuntan a una dirección cardinal, simbolizando la omnipresencia de la persona cuya cara está siendo representada. Según algunos eruditos, las estatuas representan la cara del Avalokitesvara, el bodhisattva de la compasión. Esto es apoyado por las características de la cara, en particular los ojos cerrados y la sonrisa misteriosa, que representan el logro del estado de iluminación. Otros, sin embargo, han argumentado que las caras representaban al propio Jayavarman ya que tienen un extraño parecido con otras imágenes del rey. También es posible que las estatuas estuvieran destinadas a representar a Jayavarman y Avalokitesvara simultáneamente, permitiendo así que el rey asumiera los atributos del bodhisattva.
Vista al templo de Bayon
Bayon nos recibe desde su entrada principal, en la puerta Este, con un pasillo lleno de columnas medio derruidas por el paso del tiempo donde nos recibe una figura de Buda al cual los camboyanos siguen realizando ofrendas.
Relieves en Bayon
Al igual que ocurre con Agkor Wat, el templo de Bayon está repleto de bajorrelieves, en total 1,2 km de estas ornamentaciones en piedra que incorpora más de 11,000 figuras. Las de la zona exterior representan escenas de la vida en Camboya del siglo XII.
Igualmente interesantes son los relieves encontrados en las paredes de dos galerías alrededor del templo. En la pared externa de la galería exterior hay escenas de la historia y la vida cotidiana de los jemeres. Hay numerosos bajorrelieves que representan a los jemeres en guerra con sus vecinos, los Chams. Por el contrario, los relieves en las paredes de la galería interior representan a las deidades hindúes, incluyendo Brahma, Vishnu y Shiva, así como escenas de la mitología hindú.
El templo está constituido por tres niveles, a los cuales vas accediendo por pasillos angostos donde casi no penetra la luz. Caminar por ellos te proporciona un alivio en los días de calor, al mismo tiempo que te hace sentir como dentro de un laberinto. Al menos los que forman el perímetro suelen tener entradas de luz. Luego encuentras otros pasillos que te llevan más hacia el interior del templo, donde se mezcla el color verde del musgo con el color de la piedra, dando ese toque exótico que tienen las ruinas en países húmedos. Las escalinatas para subir de un nivel a otro suelen ser muy empinadas, y te encuentras el primer escalón casi nada más salir de uno de los pasillos. Parece que esté todo embutido, sin casi espacio. Debes ir un poco con cuidado para no caer, porque la inclinación de estos accesos te puede jugar alguna mala pasada (y si no que se lo pregunten al que vimos caer de culo).
Al fin llegas al tercer nivel, donde hay más espacio y más luz. En sus paredes vemos más relieves, muchos de los cuales están medio partidos al estar labrados en varias piedras. Y es aquí donde puedes contemplar mejor el templo y… donde más te sientes contemplado por “los ojos que todo lo ven”. Es bastante impresionante girar la vista de un lado a otro y ver que siempre hay alguna cara mirándote. Allá donde vayas te observa alguna cara.
¿Cuál es el mejor momento para visitar Bayon?
Siempre es mejor ir a primera hora de la mañana o al final de la tarde, por la cantidad de gente que visita los templos, de ahí que sea mejor quedarse unos cuantos días en Siem Reap para cada día ir a uno de los mejores templos sin agobios.
Datos prácticos del templo de Bayon:
- Fecha de construcción: Finales del siglo XII y principios del XIII, por el rey Jayavarman VII.
- De religión budista
- Tiempo para la vista: entre 1 y 2 horas.
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