El viajero y la huella de carbono, ¿nos estamos cargando el planeta?

El turismo responsable está por fin en boca de todos. Hablar de las actividades que podríamos evitar durante nuestras vacaciones es algo de lo que ya se habla habitualmente en las conversaciones viajeras y de lo que se escribe en muchos blogs.

Todos sabemos que no hay que acudir a actividades en las que se explote a gente local ni denigre minorías étnicas, que hay que evitar las turistadas en las que se maltrata a los animales, que se puede reducir el uso de plástico aunque se esté siempre en movimiento, que hay que cuidar el medio ambiente, incluso debajo del agua, y que no hay que derrochar recursos aunque no estemos en nuestra casa.

Que, en definitiva, somos unos turistas responsables a los que no nos gusta que nuestro paso por un destino lleve implícito un impacto negativo.

El viajero responsable y la huella de carbono
El viajero responsable y la huella de carbono

La huella de carbono

Pero, ¿nos hemos parado alguna vez a pensar que el simple hecho de movernos ya deja huella e incluso tiene un impacto negativo en el medio ambiente? Los medios de transporte necesitan energía y el resultado de su uso siempre es una gran cantidad de CO2 que se emite a la atmósfera. A no ser que seas uno de esos viajeros intrépidos que se cargan la mochila y se ponen a andar o pedalear, seguramente vas a tener que desplazarte con algún medio de transporte y, evidentemente, cuanto más desplazamientos hagas, mayor va a ser tu impacto, mayor va a ser tu huella de carbono.

¿Qué es la huella de carbono? «La huella de carbono se conoce como la totalidad de gases de efecto invernadero (GEI) emitidos por efecto directo o indirecto de un individuo, organización, evento o producto» Dicho de otro modo, el rastro que se deja con las actividades que generan GEI.

Aceptémoslo, viajar tiene un gran impacto medioambiental…

El CO2 y los aviones... Huella de carbono
El CO2 y los aviones…

Una no puede dejar de sentirse algo culpable después de haberse pasado 10 años viajando y animando a la gente a viajar (salvando las enormes distancias, algo parecido a lo que les pasó a Mark Ellingham y Tony Wheeler, fundadores de Rough Guides y Lonely planet respectivamente, cuando se dieron cuenta de que sin quererlo, oops, habían ayudado a arruinar el planeta). Y es que fue precisamente en una de estas guías, y puede que en mi primer viaje, donde descubrí la de toneladas de CO2 que se emiten a la atmósfera por cada vuelo, incrementando la huella de carbono del viajero de forma exponencial y exagerada.

Pero aprendí todavía más realizando el curso de Consumo de combate de El salmón contracorriente, en el que en uno de los temas conocí una herramienta que te permite calcular tu propia huella de carbono. Con esta se pueden calcular las emisiones de CO2 de cualquier trayecto en avión, coche, moto o autobús-tren. ¡250 kg de CO2 emitimos recorriendo Vietnam en moto!

Motos en Vietnam
Motos en Vietnam

¿Se puede reducir la huella de carbono sin renunciar a los viajes?

Sabemos que para muchos dejar de viajar no es una opción y evidentemente desde una web de viajes no es algo que contemplemos. Nosotros no podemos quitarnos de la cabeza la idea de hacer otro viaje en moto o estrenarnos en el mundo de las caravanas y en nuestros planes futuros siempre hay alguna escapada.

Pero ¿podemos hacer algo para reducir nuestra huella o nos tenemos que resignar y aceptar que nos estamos cargando el planeta al mismo tiempo que lo descubrimos?

En nuestra opinión lo que se puede hacer es, a parte de menguar la velocidad de los viajes, intentar compensar y reducir por otro lado. No dejar de darte el capricho de viajar (necesidad vital para algunos) pero disminuir la huella de carbono con las actividades que realizamos durante el viaje y el resto de días del año, ¿cómo? Pues se nos ocurren algunas ideas que te contamos a continuación.

Formas de reducir la huella de carbono

1. Viajar lento

O lo que es lo mismo, hacer menos kilómetros. Para nosotros esta es la más importante pues como hagamos un viaje de dos semanas en el que visitemos 3 países y tengamos que pillar un avión cada 2 días no va a haber forma humana de compensar la huella ni en 3 vidas.

Sabemos que no todo el mundo dispone del tiempo que le gustaría para viajar y que a todos nos gusta descubrir muchos países pero, ¿nos hemos parado a pensar si estar un día y medio en un sitio es realmente aprovechar el tiempo?

¡¡Otro país correeeeee!!!
¡¡Otro país correeeeee!!!

2. Utilizar más transporte público

Las motos son muy golosas, dan mucha libertad y a nosotros mismos nos encanta alquilar una y visitar todo por nuestra cuenta. Alquilar un coche para recorrer una zona en concreto, moverse en caravana… ¿Tenemos que renunciar a todas las cosas que nos gustan? Nosotros creemos que en vez de obsesionarnos en intentar eliminar todo lo que creemos que tiene impacto, lo que podemos hacer es compensar por otra parte.

En las ciudades es facilísimo moverse en transporte público, en los pueblos se llega a todos los sitios andando o en bicicleta, ¿sabías que en Nueva Delhi hace unos años que han empezado a cambiar los rickshaws tradicionales por los eléctricos? Siempre hay varias opciones y una de ellas más sostenible. Tampoco hace falta pillar el coche para ir a por el pan…

3. Escoger comida local

¿Te has parado a pensar cuántos kilómetros recorre la comida antes de llegar a tu plato? Utiliza esta calculadora y hazte una idea de la de kg de C02 que se han emitido para que todos esos alimentos llegaran a tu plato.

Consumir productos locales reduce el kilometraje de tu comida. Estoy segura de que no has ido a Tailandia para terminar comiendo en un McDonalds, ni a Malasia para terminar en un KFC. Ir a Vietnam y hacerte un café en el Starbucks es pecado capital. Disfrutar de la gastronomía del país que estás visitando forma parte del viaje y es otra forma de conocer su cultura.

Comida local, ¡dónde va a parar!
Comida local, ¡dónde va a parar!

Y si estando de viaje lo más lógico es probar la gastronomía local, el resto del año podemos reducir la huella de carbono a través de nuestra compra semanal escogiendo productos de proximidad, km0. Una forma muy sencilla de empezar es comprando la fruta y verdura a algún productor local (conoce las ventajas de hacerlo).

4. Reducir o eliminar el consumo de carne y productos lácteos

Olvídalo, no es una cuestión de animalismo, ahora mismo el bienestar animal no es el tema que estamos tratando y la sensibilidad hacia los animales de cada persona es algo que no se puede cambiar, estamos hablando de SOSTENIBILIDAD.

Según greenpeace «La ganadería es responsable de la emisión del 14,5% de los Gases de Efecto Invernadero (GEI), superando las emisiones mundiales del tráfico rodado. Entre los gases emitidos se encuentran el CO2, pero especialmente el metano y el óxido nitroso, dos gases de efecto invernadero mucho más potentes que el CO2″

Sobre este tema los puntos de vista son muy variados. Yo por ejemplo elegí hace años no comer carne y Toni decidió reducir su consumo. ¿Has oído hablar de la iniciativa Lunes sin carne? Te dejo a continuación algunos enlaces en los que se aborda el tema desde diferentes puntos de vista, algunos son veganos, otros vegetarianos, hay quien decide no comer carne entre semana y hay quien prefiere comprarla ecológica, pero todos tienen algo en común, están de acuerdo en que la cantidad de carne que se consume hoy en día es insostenible y que su impacto medioambiental es enorme.

  • Why I’m a weekday vegetarian: Graham Hill ha encontrado una solución al conflicto entre su sentido común y su paladary nos lo cuenta en esta charla TED: ser vegetariano entre semana  (en youtube lo podéis ver con subtítulos en castellano)
  • Consumo de carne, contaminación y el silencio ecologista:  Rocío Vidal explica en su canal de youtube La gata de Schrödinger como «el consumo actual de carne es una amenaza creciente hacia la sostenibilidad de nuestro planeta». También nos da 3 motivos para reducir su consumo: hacerlo por el planeta, por salud o por los animales.
  • ¿Cómo elegir tu carne? Ganadería sostenible: «La visión simplista actual es que el consumo de alimentos animales perjudica el medioambiente. La realidad es más compleja. El problema no son los animales en sí, sino la forma en la que se producen»
  • ¿Te preocupa el medio ambiente? Entonces esto te interesa…: «El consumo de productos de origen animal es un problema que va kilómetros más allá de un asunto de derechos de los animales[…], Muchas personas creen que no comer carne es un asunto romántico de amor a los animales, pero están dejando por fuera una parte gigantesca del panorama […] La ganadería es responsable del 51% de la producción total mundial de gases de efecto invernadero es decir, nuestras preferencias alimenticias tienen más impacto en el clima del planeta que todos los carros, motos, trenes, barcos y aviones combinados»

Hablando de consumo de carne, algunos de los documentales más populares que tratan el tema son:

  • Ámame encarnecidamente (Love meat tender): Hace años que tropecé por casualidad con este documental mientras se emitía en La 2 de Rtve, pero me pareció que explicaba las cosas de una forma tan sencilla y tan objetiva que todavía hoy lo sigo recomendando.
  • Antes que sea tarde (Before the flood): el famoso documental de Leonardo Dicaprio donde recorre algunos puntos del planeta para que nos demos cuenta de que estamos muy cerca de llegar al punto de no retorno si no reducimos las emisiones de CO2 ya mismo.

5. Usar la cabeza

Conducir hasta el gimnasio para pasarse una hora corriendo en una cinta o una bicicleta estática no es precisamente lo más lógico del mundo; dejar de comer carne pero consumir productos que provienen de la otra parte del planeta y envueltos en tres capas de plástico tampoco. Una hamburguesa vegetariana pero hecha con mucho aceite de palma… ¡venga va!

Cambiar los hábitos e intentar incorporar en nuestra rutina actividades con menos impacto es difícil y supone un esfuerzo. No se trata de dejar de consumir unos productos para comprar otros que tengan un certificado. Se trata de pararse a pensar y muchas veces las elecciones no son fáciles. Hay que leer mucho, informarse, pasarse horas descifrando etiquetas y en muchas ocasiones enfadarse con la humanidad.

Pero antes de volverte loco piensa que cada gesto cuenta y que no hace falta ser perfecto, sino coherente (en la medida de lo posible). Ponte pequeñas metas y piensa en ello como un reto no como una obligación.

6. Compensar la huella de carbono

La última opción (la más cara pero la más cómoda) es compensar tu huella de carbono invirtiendo económicamente en programas de reducción de carbono a la atmósfera. Entre ellos se encuentran proyectos de reforestación o proyectos comunitarios. Algunos ejemplos los encontrarás en este enlace de Carbon footprint.

«Los proyectos generalmente se basan en países en desarrollo y, por lo general, están diseñados para reducir las emisiones futuras», aunque no deja de ser controvertido: A complete guide to carbon offsetting.

7. Haz lo que digo pero no lo que hago

Detrás de esta web hay dos personas en proceso de aprendizaje que cometen errores día sí y día también. Nos gustaría ser consecuentes con nuestras ideas las 24 horas del día, pero en este mundo eso es muy complicado y la fuerza de voluntad tampoco nos acompaña siempre.

Este post es, más que una guía una reflexión. Nunca hemos pensado que nuestras opiniones sean las mejores ni que hagamos las cosas siempre bien, pero nos gusta escribir de las cosas que nos inquietan, y de nuestro desasosiego este artículo.

Y tú, ¿cómo reduces tu huella de carbono? Ya sabes que somos todo oídos: cuéntanoslo en un comentario :-)

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13 comentarios
  • Hola amigos , es la primera vez que entro al blog y me parecen muy interesantes los temas, soy de Colombia y trabajo en una agencia de turismo de planes de senderismo en mi país. Me uno totalmente a las acciones en favor de la tierra desde el turismo. Pienso que las actividades turísticas deben estar estructuradas bajo un óptica de la sostenibilidad, minimizando los impactos que se puedan generar sobre los destinos receptores del turismo, No solo desde el eje ambiental, para mi sin duda alguna se deben incorporar a las comunidades locales, (campesinos, indígenas, nativos, etc), respetando sus creencias y costumbres y aportando a través de la actividad turística, empleo, ingresos, con el objeto de mejorar la calidad de vida. Me gustaría publicar o linkear sus contenidos en mi blog y yo también tener la oportunidad de publicar mis contenidos relacionados con el tema aquí en su blog. Gracias

  • ¡Gustazo de artículo, oiga! Me ha recordado a una mujer de un alejado valle del Pirineo aragonés que me recomendaba comer un ternasco en su pequeño restaurante y, mostrándome a unas ovejas que pastaban felizmente en un prado cercano, decía: «No han viajado». En cuanto a las motos, a quienes vayáis a Vietnam os recomiendo que alquiléis una eléctrica, de las que hay muchas; y de no ser posibles, usad alguno de los transportes públicos que funcionan con esa energía limpia o uno de los tradicionales ciclotaxis ricchós. Tío Nando.

  • Genial artículo como siempre chicos, es tan importante compartir este tipo de info porque nos concierne a todos y todos tenemos algo que mejorar. A mi algo que me choca mucho es lo poco que encontramos aquí tiendas de segunda manos mientras que en paises como Estados Unidos y sobre todo Australia/Nueva Zelanda es lo más normal del mundo. No sé si tendrá mucho que ver la cultura de moda lowcost que hay por Europa pero puf…
    Y luego pequeñas cosas como no utilizar bolsas de plástico (la bolsa de tela de La Maleta de Carla es preciosa además jeje), no despilfarrar agua (cerrar el grifo cuando te lavas los dientes, o la ducha mientras te enjabonas), intentar no tirar nada de comida y dar la precedencia a comidas locales (a poder ser km O). También os dejo un par de enlaces por si quereis hacer un regalo a alguien sensible al tema ambiental:
    1- se puede apadrinar un arbol aquí https://www.reforesta.es/colabora/regala-un-arbol
    2- apoyar https://shareacoffeefor.org/ (tiene unos cuantos proyectos guapos, en concreto «a coffee for earth» se encarga de reforestar bosques incendiados en Galicia https://shareacoffeefor.org/acoffeefortheearth/

    ¡muchas gracias por el post y por seguir concienciandonos cada vez más!

    • ¡Hola Lety!
      Gracias por los enlaces, me gusta el de regalar un árbol :) La verdad es que siguen siendo demasiadas las cosas que tenemos que cambiar, pero al final todo es cuestión de hábitos y cuando te acostumbras a, por ejemplo, llevar siempre una bolsa de tela encima, luego no sabes salir de casa sin la bolsa. A ver si Carla nos hace una personalizada #yoviajo #sinplástico y #conmochila XD jajajaja
      Sí que es verdad que en España tenemos muy poca costumbre de comprar de 2a mano, yo creo que es porque se sigue viendo como algo malo, como de pobres que no se pueden permitir ropa nueva… pero muchas ONG y organizaciones hacen mercadillos solidarios de 2a mano en los que encuentras de todo
      ¡Un saludo!

  • Muy buen articulo!
    Se me ocurren muchas otras formas de reducir tu huella de carbono.
    1 Cambiar de compañía eléctrica por una 100% renovable a poder ser cooperativa.
    2. En las próximas elecciones votar a algún partido que realmente «piense en verde».
    3. Comprar menos ropa y donarla al final de su uso.
    4. Hacer tu vivienda mas sostenible (ventanas, puertas, aislamientos, luces, electrodomésticos)
    5. RECICLAR RECICLAR RECICLAR
    6. Abandonar la gran banca que financia proyectos de hidrocarburos por todo el mundo como explotaciones de aceita de palma, prospecciones en el ártico, campos de petróleo a cielo abierto en Canada, oleoductos, gaseoductos, etc etc etc)

  • Gracias por este artículo, me siento identificadísima. Siempre esa contradicción entre saber que al viajar contaminas muchísimo y buscar la manera que menos impacto tenga.

    Si no lo habéis visto, Cowspiracy (Netflix) también trata el tema de las emisiones por ganadería.

    Un abrazo!

    • Hola Carla,
      Gracias por el aporte :) Conozco la existencia del documental pero no me atrevo a ponerlo, soy extremadamente sensible a las imágenes de maltrato y me da un poco de miedo mirarlo… (Con que te diga que no me he atrevido a ver Okja por no pasarme la peli llorando…) Algún día lo veré, ¡gracias de nuevo!

      • Me pasa lo mismo, no he querido ver Okja porque me dejara jodida dias como cuando vi Earthlings…puff. Cowspiracy lo he visto y no es tan heavy o explicito. Por suerte o desgracia, ya no necesito ver estos documentales porque ya di el paso. Me encantan vuestros post! Tenemos una manera similar de ver los viajes y la vida. Y con Carla y el «Sin plastico» tambien :)

        • ¡3 minutos de Earthlings aguanté yo!
          Bueno pues seguiremos escribiendo, nos gusta ver que hay gente interesada en este tipo de artículos y que compartimos la forma de entender el mundo con nuestros lectores :)
          Un saludo Sara

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