Muy cerca de la plaza Djemaa el-Fna de Marrakech se alza el Alminar de Koutoubia, un minarete de 70 metros de altura erigido en el siglo XII y en el que se han basado otros monumentos como la Giralda de Sevilla aquí en España. Revestido de escayola originariamente, en 1990 se restauró para dejar al descubierto la mampostería. Es una gran muestra de ornamentación ornamental andalusí, con proporciones armoniosas, arcos entrelazados y almenas en punta.
La llamada al salah (las 5 plegarias diarias), pueden seguirse perfectamente cuando el muecín se dirige a los fieles de los cuatro puntos cardinales desde lo alto del alminar de Koutoubia, y para los oídos de un occidental que visita Marrakech suele ser de lo más anecdótico, puesto que vas por la calle y oyes recitar los versos del corán de manera pública.
Una de las cosas curiosas sobre el Alminar de Koutoubia es que su nombre significa “vendedor de libros”, porque después de finalizar su construcción por el sultán almohade Yacoub el-Mansour se establecieron a su alrededor un centenar de libreros, de ahí su nombre. Y otra curiosidad es que en lo alto del alminar hay 3 bolas de cobre, aunque las originales fueron de oro y donadas por la madre de un sultán que comió carne un día del Ramadán, por lo que hizo este regalo en señal de penitencia.
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