Las altas temperaturas que se suelen registrar en Marrakech en verano hacen que todavía valores más la visita al Jardín Majorelle. La actual sede del Museo de Arte Islámico es un esplendoroso y colorido jardín regalado por el modisto francés Yves Saint Laurent a la ciudad de Marrakech.
Situado en la Ville Nouvelle, este jardín y su casa de estilo art decó, fue comprado por el modisto francés y su socio al pintor Jacques Majorelle, el cual llenó de color este jardín con su pintura y con los colores de las flores como por ejemplo la buganvilla fucsia.
Para dar más vida al jardín hay un estanque donde las tortugas campan a sus anchas, así como zonas pobladas por plantas de zonas áridas como los cactus.
Algunos de sus pasillos ofrecen una fresca sombra fruto de la densa población de bambú de una de las zonas, donde los visitantes se han entretenido a lo largo del tiempo de dejar constancia de su visita.
Pero sin duda, una de los recodos más placentero es el pequeño estanque cubierto por un toldo natural de plantas y con peces de colores en su interior. Las paredes azules junto con las exóticas ventanas y la densa sombra que te cubre hace que todo visitante haga la parada de rigor por un buen rato.
Y en honor al Yves Saint Laurent, en una de las zonas del jardín Majorelle, podemos encontrar una pequeña estatua a modo de memorial que le ofrece la ciudad de Marrakech.
Es un sitio ideal para relajarse después de pasar el día en el bullicio de la Medina. Es con mucho el más interesante de los tres principales jardines de Marrakech con su combinación de frondosos árboles, cactus y flores de vivos colores entre pabellones pintados de un malva intenso.