Peñíscola es una localidad costera de Castellón que hay que anotar en esa lista de lugares de nuestra geografía que se tienen que visitar. Playas, rutas de senderismo, un casco antiguo fortificado, calles adoquinadas y muchos otros detalles únicos conforman este pueblo. Hoy nos salimos un poquito de lo habitual en el blog y te contamos qué ver en Peñíscola.
Como se trata de un pueblo bastante pequeño, que concentra muchos de sus puntos de interés en un relativamente pequeño peñón, se puede visitar en un par de días. Vamos, que es el lugar perfecto para pasar un fin de semana cuando viene el buen tiempo, que en esta zona se podría decir que es casi todo el año.
Sin embargo, te recomendamos que, si puedes, te tomes varios días para hacerlo porque así vas a poder disfrutar mucho más de todo lo que tiene para ofrecerte, incluída la Sierra de Irta. Porque no solo se trata de visitar sus lugares de interés, visitar Peñíscola también es conocer su cultura, disfrutar de su gastronomía y si te apetece, también de sus alrededores.
Qué ver en Peñíscola
Castillo de Peñíscola
Si hay una visita que se pueda considerar casi casi obligada en Peñíscola, esa es la de su castillo, ubicado en el punto más elevado de la ciudad. Fue construido por los templarios a partir de una vieja alcazaba árabe entre 1294 y 1307 y posteriormente, en 1411, fue el lugar en el que se instaló a vivir el conocido como Papa Luna, convirtiéndolo en Sede Pontífica. En la entrada del castillo podrás ver inmortalizado en una estatua al mismo Benedicto XIII.
Impresiona por fuera, pero no te quedes solo con eso y entra a descubrir su interior. Lo puedes hacer por tu cuenta o contratando una visita guiada por Peñíscola + Entrada al Castillo del Papa Luna.
Entre sus estancias podrás recorrer las caballerizas, el cuerpo de guardia o imaginar la vida del Papa visitando las dependencias pontíficas, su sala de trabajo o el comedor, lugar en el que seguramente ingirió el postre con el que le envenenaron, pese a que no pudieron acabar con su vida.
Tras la visita por el interior del castillo, no olvides subir a la terraza para tener unas de las mejores vistas de Peñíscola, sus playas y la Sierra de Irta.
Un dato curioso es que este lugar ha sido escenario de grandes producciones como “El Cid” o la famosa serie “Juego de Tronos”, lo que, por supuesto, ha hecho que ganara una mayor popularidad.
Casco antiguo: Portal de Sant Pere, el bufador, parroquia de Santa María
El casco antiguo de Peñíscola o ciudad antigua se ubica en la parte baja del castillo, en el mismo peñón, y fue declarada Conjunto Histórico-Artístico en 1972. Lo mejor que puedes hacer cuando llegues a esta localidad es perderte por sus empinadas y estrechas calles de adoquines engalanadas con muy buen gusto con plantas de variadas especies.
Aquí vas a encontrar varios puntos de interés como el Portal o la fuente de Sant Pere, la Iglesia de Santa María, El Portal Fosc o El Bufador entre otros que te contamos a continuación.
Y entre una parada y otra, detente a tomar algo o a comer en alguno de sus muchos restaurantes. La calidad de la comida es buenísima en general.
Ermita de la Virgen
La Ermita de la Virgen es otro de los lugares con los que uno tropieza paseando por el casco antiguo y, de no ser así, acércate para verla. Esta impresionante estructura se construyó entre 1708 y 1714 sustituyendo a la antigua capilla.
Casa de las conchas
La casa de las conchas es una de las más famosas que puedes encontrar en el pueblo y, seguro, que también la más fotografiada. Tal y como sugiere su nombre, la fachada de la casa está completamente cubierta por conchas marinas. Obviamente este tuvo que ser un trabajo enorme, ya que sus propietarios las recogían por sí mismos de las playas y de algunos marineros que se las daban.
Llama la atención a cualquiera que pase por delante y, resistirse a hacerse una foto en su portal puede ser complicado, si no se ha formado cola delante, que también pasa. Puedes encontrar esta casa en la calle Faraones y vas a saber exactamente cuál es en cuanto la veas. No tiene pérdida.
Museo de la mar
El Museo del Mar es el lugar en el que conocer toda la historia marinera del pueblo. Contiene una gran exhibición entre la que se encuentra documentación, cantidad de material audiovisual, dibujos, grabados, fotografías e instrumentos de navegación y maquetas de nave.
Si te apasiona la historia naval, este es uno de los lugares que no puedes dejar de visitar. Se encuentra ubicado sobre el Baluarte del Príncipe, en el famoso edificio que pertenecía a “Les Costures”. Justo delante del museo podrás parar y relajarte con las vistas al mar
El faro
Los faros son siempre ese bonito sitio al que hacerle una visita romántica en cualquier ciudad costera y el de Peñíscola, construido en el siglo XIX, no es una excepción.
Este faro se encuentra subiendo al castillo y puede verse fácilmente desde el pueblo. A pesar de que es un sitio bastante visitado, no es posible acceder al interior. Sin embargo, vas a poder disfrutar de unas hermosas vistas al mar, cómo no, así como también del castillo de Peñíscola.
Parque de artillería
La entrada a este jardín, antiguo parque de artillería, está incluída en la del castillo del Papa Luna. En el lugar encontrarás unos hermosos jardines que cuentan con muchos tipos de plantas entre las que destacan palmeras y olivos.
Se encuentra ubicado justo al lado del castillo y, por supuesto, también presume de vistas a la bahía de Peñíscola. Amantes de la naturaleza o los que simplemente tengáis ganas de dar un tranquilo paseo, no os perdáis este parque.
Playas y calas
Teniendo unas de las playas más populares de la región, es un delito ir a Peñíscola y no visitar alguna. Cuenta principalmente con dos, una ubicada al norte del pueblo y otra al sur.
La playa norte se extiende a lo largo de 5 kilómetros, lo que hace que también sea la más concurrida. Miles de turistas llegan a sus aguas cada año, desde donde uno nunca llega a perder de vista el castillo.
Por otro lado está la playa sur, mucho más pequeña con unos 300 metros. Esta se encuentra al lado del puerto pesquero y cuenta con un agua limpia y tranquila.
Si uno sube al coche o hace una excursión en bicicleta hacia el sur, irá tropezando con algunas otras playas y calas de aguas muy limpias y con un ambiente bastante más relajado, como la Cala del Moro o Cala Badum.
Merece la pena ir parando para apreciar las vistas desde los acantilados o la torre Badum, vigilados constantemente por gaviotas.
Parque Natural y Reserva Marina de la Sierra de Irta
Y así, de cala en cala y maravillándose con el paisaje es como uno entra en el Parque Natural y Reserva Marina de la Sierra de Irta, espacio protegido entre localidades como Alcocebre, Alcalá de Xivert y Santa Magdalena de Pulpis, con 12.000 hectáreas de extensión.
Es aquí donde tendrás que llegar si lo que te apetece es hacer senderismo, pues encontrarás varias rutas en las que descubrir diferentes especies de flora y fauna del Mediterráneo. Podrás elegir, además, entre hacerlas por la costa, por barrancos o por la montaña y tendrás oportunidad de visitar lugares como el Castillo de Xivert, la Ermita de Sant Antoni o el Castillo Polpis.
Puedes ver las rutas en la web de Parques Naturales de la GVA donde podrás comprobar que también hay algunas para hacer en bicicleta.
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