Qué ver en València sí o sí recomendado por valencianos

Aquí va nuestra propuesta para pasar 2-3 días ocupados disfrutando de la capital de la terreta.

La Llotja, la Lonja de la seda

Patrimonio de la Humanidad desde el año 1996, la Lonja de la Seda es un edificio construido en el siglo XV en estilo gótico civil valenciano. En este siglo, València se constituyó como una de las ciudades más importantes para la Corona de Aragón y su industria textil estaba en auge con cientos de artesanos trabajando la seda.

El edificio cuenta con una sala de columnas helicoidales y bóvedas de crucería. En el exterior, un patio de naranjos desde donde observar las llamativas y excéntricas gárgolas representando animales fantásticos o escenas satíricas.

Torres de Serranos

Las Torres de Serranos fueron finalizadas en 1398 y ejercieron como puerta entrada a la ciudad para los viajeros que llegaban desde Zaragoza o Barcelona.

Inicialmente construidas con una base muy sólida, su principal objetivo era el de crear una fortificación para defender a la ciudad, pero también fueron usadas para recibir a nobles y reyes. También funcionó como prisión en diferentes temporadas.

Durante la Guerra Civil española se habilitó una cámara en su interior para la protección de obras de arte del Museo del Prado. En la actualidad, estas puertas góticas pueden visitarse y seguramente te suenen de haberlas visto cuando se retransmite el acto fallero de la crida, el inicio de las fallas.

Existen otras torres que también formaban parte de la muralla que rodeaba el centro de la ciudad, las Torres de Quart. Estas datan del siglo XV y fueron construidas como puerta de entrada desde Quart de Poblet para todos aquellos que llegaran desde Castilla.

Plaza de la Virgen

En la Plaza de la Virgen confluyen tres importantes edificios de la ciudad, la Catedral, la Basílica de los Desamparados y el Palau de la Generalitat. Se encuentra sobre antiguas ruinas romanas y posee una fuente en la parte central con una alegoría al río Túria y las ocho acequias que riegan la huerta de los alrededores de València.

Ligado a esto, cada jueves se reúne en una de las puertas exteriores de la Catedral, el Tribunal de las Aguas, un clásico que ver en València que lleva cientos de años resolviendo los problemas de los agricultores con el agua de los campos. La Basílica de la Virgen fue construida en el siglo XVII y está dedicada a la Patrona de la ciudad.

Barrio del Carmen

Si quieres hacerte una idea de la vida dentro del Barrio del Carmen, lo mejor será callejear y descubrir los pequeños tesoros que alberga. Bien es cierto que en los últimos años se ha llenado de pisos turísticos, pero también sigue manteniendo ese aire de vida de barrio con vecinos de toda la vida y nuevas familias que se han mudado a la zona.

Bares para salir o tomar algo en plena calle, restaurantes, pequeñas tiendas, museos, conciertos, pequeños mercados o edificios históricos que nos cuentan la rica herencia cultural y artesana de esta ciudad.

“El Carme” sigue siendo nuestro lugar favorito de València para salir a comer cada vez que volvemos a pisar la capital.

Calle de los colores y street art

En la calle Moret, muy cerca de las torres de Serranos y del cauce del Túria, encontramos la calle de los colores. En 2016, el fotógrafo Alfonso Calza, harto de que no pasara nadie por su calle, creó esta iniciativa, en la que diferentes artistas de la talla de Deih o Pichiavo, han dejado, en sus 70 metros de longitud, su colorido sello.

El mural más conocido de esta calle es el de “El Beso”, inspirado en una foto capturada por el mismo Alfonso.

Además, en el mismo barrio del Carmen, desde hace un tiempo, la calle Alta o calle Baja, la calle Beneficencia o el Solar Corona se encuentran decoradas con murales de numerosos artistas tanto nacionales como internacionales, como Julieta Xlf, Escif o Hyuro, muchos de ellos con denuncias sociales o retratando la vida del barrio.

Si estás realmente interesado en el street art quizás te apetezca unirte a este Free tour del grafiti.

Centro del Carme

Sorolla, Benlliure o Pinazo fueron algunos de los artistas valencianos que pasaron por el Centro del Carmen durante la época en la que funcionó como Academia de Bellas Artes.

Este Museo de Arte Contemporáneo fue en sus orígenes, en 1281, el Monasterio de Nuestra Señora del Carmen, que dio nombre al barrio en el que se sitúa.

Su interior, es una mezcla de estilos que nos hacen vislumbrar los siglos de historia y la cantidad de modificaciones que ha sufrido.

Desde hace unos años, es un museo muy vivo, con numerosas actividades dirigidas a todos los públicos. En las noches de verano se puede asistir a conciertos al aire libre en el claustro.

Estación del Norte

La Estación del Norte de València, inaugurada en 1917, es una joya del modernismo valenciano, con reminiscencias de la Sezession Vienesa. En su fachada principal encontramos dos entradas grandes y motivos alegóricos a la huerta valenciana (como en el Mercado de Colón).

En el lujoso vestíbulo podemos ver las antiguas taquillas de madera, todavía en uso, murales de trencadís y una sala repleta de mosaicos, que suele estar abierta al visitante.

Una lástima que quienes la hemos recorrido miles de veces de camino a la universidad o al trabajo o de vuelta a nuestros pueblos, no nos paramos a apreciarla, porque es un lugar importante que ver en València.

Plaza del Ayuntamiento

“Senyor pirotècnic, pot començar la mascletà” ¿A que recuerdas haber escuchado esta mítica frase de la fallera mayor de València alguna vez desde el balcón del ayuntamiento? Acto seguido, el “senyor pirotècnic” en cuestión da inicio al espectáculo, que se da en la plaza de la que ahora hablamos.

La Plaza del Ayuntamiento es una de las más importantes de la ciudad. Además del consistorio, al que se puede acceder para visitar su famoso balcón, cuenta con numerosos edificios construidos sobre todo en la primera mitad del siglo XX. Entre estos, encontramos el Palacio de las Comunicaciones, inaugurado en 1923 representando el progreso de la comunicación en la época.

Hasta hace poco fue el Edificio de Correos pero en la actualidad lo ha adquirido la Generalitat y se ha abierto al público.

Su interior, con la sala oval como gran representante, tiene una cúpula con una vidriera diseñada por los hermanos Maumejean, expertos creadores de vidrieras de numerosas catedrales e iglesias en el resto del país. Además, en el exterior, encontramos una torre metálica que es una réplica de la original.

Mercado Central

La inauguración del Mercado Central en 1928, supuso el empuje necesario para el desarrollo del potencial de la huerta valenciana. Su estructura modernista, con cúpulas y vidrieras, columnas de hierro y cerámica alegórica son todo un canto a la fiesta visual y gastronómica que ofrece, además de integrarse perfectamente entre sus edificios adyacentes, como la Lonja de la Seda o la Iglesia de los Santos Juanes.

A cualquier hora podemos encontrar buen ambiente en cualquiera de sus calles, diferenciadas por sectores. Si buscas algún producto raro o exquisito, lo encontrarás en el Mercado Central, sin duda un lugar que ver en València sí o sí.

El Jardín Botánico

¿Alguien por aquí enamorado de las plantas? El Jardín Botánico de la Universidad de València se constituyó hace más de 200 años en su actual ubicación, la calle Quart, en lo que antiguamente era el Huerto de Tramoyeres.

Tras la Guerra Civil y el desbordamiento del Túria en 1957, el jardín entró en un periodo de declive, del que poco a poco se fue recuperando hasta lo que vemos hoy en día: un centro de investigación, que cuenta con más de 5000 árboles y plantas vivas, así como con un importante banco de semillas y esporas.

Una vez entremos por las puertas del jardín, dejaremos atrás las bulliciosas calles de la ciudad y disfrutaremos del sonido de las hojas, los pájaros, la sombra y la colonia protegida de gatos que vive allí. Un lugar perfecto que ver en València justo después de una buena comida.

El barrio de Ruzafa

Hoy en día epicentro cultural de la ciudad, el barrio de Ruzafa fue un municipio independiente hasta finales del siglo XIX. Su nombre proviene del árabe, cuando en esta zona se crearon los jardines de Abd Allah al-Balansi en el siglo IX, y posteriormente se crearon tierras de labranza hasta que se quedó en la zona extramuros.

Durante los años 80 y 90, el barrio pasó por una época de abandono de la que ha ido saliendo poco a poco cuando pequeños negocios comenzaron a invertir.

En sus pequeñas calles (Calle Cádiz, Sueca, Sevilla, Ruzafa, etc) ha surgido una amalgama de pequeñas tiendas y librerías para poder perderse una tarde entera. Tiendas como Gnomo donde podemos comprar recuerdos, objetos de diseño y muchos souvenirs creados por artistas valencianos; también librerías como Bartleby o tiendas de segunda mano y galerías de arte.

Ruzafa es otro de los lugares perfectos para el “tardeo” después de una buena comida, porque la oferta gastronómica aquí es interminable. Cuando este barrio multicultural comenzó a destacar en la ciudad, muchos chefs abrieron restaurantes.

Eligiendo una sola calle, podemos encontrar una oferta muy variada, para todos los bolsillos y para todos los gustos, desde restaurantes mexicanos como La Llorona, estrellas Michelin como Canalla Bistro, vegetarianos como Oslo, cafeterías como Bluebell Coffee, mesas únicas en Fierro o cervecerías artesanas como Olhöps.

Antiguo cauce del río Túria, pulmón y corazón de València

En octubre de 1957 hubo una gran riada en la ciudad en la que fallecieron varias decenas de personas tras la inundación de numerosos barrios cercanos al río. Todavía hoy se pueden ver carteles mostrando la altura de las aguas. Este accidente supuso el inicio de los programas para desviar el cauce del río Túria y crear un gran jardín en su lugar.

Durante los años 80 y 90 del pasado siglo, el río era un lugar no demasiado recomendable. Pero desde hace 15 años, los valencianos se lanzan a realizar diversas actividades en sus casi 8 km de longitud, desde el Parque de Cabecera hasta la Ciudad de las Artes y las Ciencias.

El antiguo cauce cuenta con numerosos parques infantiles y pequeñas cafeterías o kioscos donde poder sentarse, carril bici, pistas para correr o campos de fútbol y otros deportes. Por eso, vayas a la hora que vayas verás a gente paseando, tomando el sol o haciendo ejercicio, un lugar lleno de vida al que acercarse para huir del ajetreo del resto de la ciudad.

Ciudad de las Artes y las Ciencias

Este impresionante complejo cultural fue diseñado por el polémico arquitecto valenciano Santiago Calatrava y se ha convertido en un símbolo que ver en València.

Justo en el lado sur del cauce del río, el más cercano al mar, encontramos la Ciudad de las Artes y las Ciencias, con varios edificios dedicados a diferentes temas como el Palau de les Arts para la ópera, el Umbracle con zona sombreada y bares abiertos durante las noches de verano, el Hemisfèric con cine IMAX 3 o el Museo de las Ciencias.

En los alrededores también se pueden realizar actividades y ver exposiciones.

Playa de la Malvarrosa

La Malvarrosa es la playa más conocida y un lugar icónico que ver en València. Es un largo arenal dorado con numerosas cafeterías y restaurantes en el paseo marítimo, y dispone de un montón de servicios en la playa, como alquiler de tablas para practicar surf o SUP, sombrillas, tumbonas, chiringuitos, etc.

Antiguamente, era el lugar donde descargaban el pescado para vender en los mercados de la ciudad y su nombre fue dado por un botánico valenciano. Aquí veraneaban ilustres valencianos como Sorolla o Blasco Ibáñez y Manuel Vicent se inspiró para escribir su famoso Tranvía a la Malvarrosa.

Hoy en día, ese tranvía sigue funcionando (más moderno eso sí) y también se puede llegar en bus o en bici desde el centro de la ciudad.

Mercabanyal

Ubicado en la Calle Eugenia Viñes entre antiguas casas de pescadores del barrio del Cabanyal, encontramos un gran espacio gastronómico recuperado y remodelado. Fue concebido como un lugar de encuentro donde disfrutar de sus terrazas en diferentes alturas.

Diríamos que Mercabanyal es una especie de food court mediterráneo donde encontramos desde montaditos hasta pescadito frito o delicias italianas.

Durante el verano, mejor acudir por las tardes a disfrutar de la brisa del mar. En invierno, gracias al maravilloso y soleado clima de la ciudad, se puede visitar durante el día.

La Casa de la Mar

Una pequeña escuela de surf en La Patacona (playa de Alboraya) decidió cambiar un poco las riendas de su barrio, y se encargó de remodelar una nave industrial y convertirla en un lugar tropical al que no solo querrás ir para alquilar una tabla para practicar SUP o surf.

Adaptado para todos los públicos, es el lugar perfecto para comenzar o terminar un día de playa. En La Casa de la Mar puedes disfrutar de conciertos, ir a la cantina para tomar algo y encontrar arte, yoga, charlas divulgativas y buen rollo.

Poca gente sabe que en València también se puede practicar surf y la mayoría de las tardes, en La Casa de la Mar se puede hacer. Y si lo que te interesa es el SUP, por las mañanas, gracias al viento, puedes practicarlo.

Viveros o Jardines del Real

Los Jardines del Real o Jardines de Viveros se sitúan en el emplazamiento original del jardín de recreo de la Taifa de València en el siglo XI. Posteriormente se construyó aquí el Palacio Real, de donde proviene su nombre, que fue destruido a principios del siglo XIX.

Una amalgama de árboles de diferentes especies y parterres, con zonas temáticas como rosales, parques infantiles y hasta un circuito infantil de tráfico, hacen de la visita a este parque algo muy agradable. En verano se celebran conciertos multitudinarios en su explanada.

Parque de Cabecera

Al final del río, en la zona que nos lleva hacia el noroeste, nos encontramos con el Parque de Cabecera. Este parque fue inaugurado hace poco menos de 20 años y cuenta con varias zonas bien diferenciadas, pero basado en el aspecto original del río, con el agua como protagonista.

Un mirador desde donde se puede observar la Sierra de la Calderona, un lago, un anfiteatro y el Bosque de Ribera, convierten a este parque en un imprescindible para pasear en familia o practicar deportes.

IVAM

El Instituto Valenciano de Arte Moderno se encuentra en la Calle Guillem de Castro, justo en el anillo interior de la ciudad, en la frontera entre el barrio del Carmen y Extramuros. Inaugurado en 1989 en el Centro Júlio González, en su interior podemos encontrar exposiciones temporales que difunden el arte moderno y contemporáneo.

Cuenta con más de 12000 obras de Júlio González y de Ignacio Pinazo, además de otros tantos artistas dedicados al diseño gráfico o la fotografía. La Sala de la Muralla pone en valor los restos de la muralla de la ciudad construida en el siglo XIV.

Si estñas buscando un museo que ver en València sin duda el IVAM es un indispensable.

La Albufera y el Saler

Si dispones de un poquito más de tiempo y algo de ganas de desplazarte hasta los alrededores, quizás te interese esta propuesta. Si quieres comer un buen arroz, es una cita obligatoria.

El Parque Natural de la Albufera es uno de los humedales más importantes de la cuenca mediterránea. Su valor radica no solo en los cultivos de arroz sino en la rica fauna y flora que lo habita.

Muchas de las aves que acuden en verano a la Albufera son aves migratorias que nidifican en diferentes zonas. El parque cuenta con un Centro Ornitológico para la observación de las mismas.

Además, al estar tan cerca de la ciudad, es el lugar ideal para escaparse y disfrutar de las playas kilométricas de El Saler, de un paseo en barca, de una ruta o de una buena paella en alguno de los restaurantes de los municipios de la zona como el Palmar.

Si no dispones de medio de transporte o te apetece ir con algo organizado, puedes contratar esta excursión a la Albufera porque este enclave es un must que ver en Valeència.

Moverse por València

Moverse por València es muy sencillo pues en tranvía, metro y bus puedes llegar a todos los rincones (échale un vistazo a la Valencia Tourist Card, con la que tendrás uso ilimitado en estos medios de transporte, además de descuentos y entradas gratuitas a algunos sitios).

Pero lo es también si lo haces en bicicleta, y no solo por ser una ciudad llana sino porque el carril bici se extiende a lo largo de ella en una red de varias decenas de kilómetros. Puedes alquilar una bici para el tiempo que quieras o desplazarte utilizando las de valenbici (hay abonos de corta duración ideales para turistas).

Y en caso de que te apetezca unirte a más gente, puedes unirte a alguno de estos tours en bicicleta por València.

¡Disfruta de València y del buen tiempo! ¡Volverás…!

Recuerda

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