Cuando desperté la siguiente mañana en la habitación del hotel Karibo no podía creer lo bien que me encontraba. Atrás quedaban las náuseas y el malestar general y otra vez…
La última jornada de navegación por el río Tsiribihina se auguraba tormentosa y no por el tiempo, pues el sol ya había empezado a salir y en el cielo ninguna…