Después de pasar la noche en Moramanga nos levantamos a las ocho para coger otro taxi-brousse camino de Andasibe. Esta vez el vehículo era más grande, lo que también daba pie a llenarlo con más gente. Una hora y media para recorrer 25 km, con subidas que el pobre vehículo era incapaz de subir a una velocidad mayor y con continuas paradas para recoger o dejar gente por el camino.
La llegada a Andasibe fue lluviosa, pero nos regaló unas bellas vistas de este pequeño y encantador enclave de Madagascar. Os mostramos también la guesthouse donde nos alojamos y algunas cosas más…
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