Aunque ya hemos sacado fotografías del Grand Tsingy en el capítulo 10 del diario de viaje queremos dejar unas cuantas más para que os hagáis una idea de cómo es el recorrido por este espectacular paraje de Madagascar. A pesar de ser un recorrido de solo 3 km, las continuas subidas y bajadas junto con el sofocante calor hace que se haga un poco pesado. La cosa mejora cuando entras por alguna gruta, que aunque puedan ser estrechas en algunos casos, el cambio de temperatura en ellas se agradece.
La roca del Tsingy es puntiaguda debido a la erosión, creando formas afiladas que le dan este aspecto característico a este lugar.
Los pasadizos que encuentras por el camino llegan a ser muy estrechos, con paredes altas, y algunos llevan a grutas donde la temperatura baja de repente.
El recorrido discurre entre subidas y bajadas, todas alrededor de las afiladas rocas, con lo que hay que ir con cuidado para no «meter la pata» literalmente.
Uno de los momentos más esperados es el del paso por el puente colgante, donde la caída debe rondar los 25-30 metros. Miedo no da, aunque a quien padezca de vértigo le puede dar un poco de respeto.
Una vez dejadas atrás las rocas viene la guinda del viaje, que no es otra cosa que encontrarte con una familia de bonitos sifakas. Verlos en total libertad dando saltos entre las ramas es muy entretenido y hace que te olvides por un momento de los sudores que has pasado hasta llegar allí, y eso que solo eran 1650m de recorrido…
Hola, voy en 1 mes. Esa excursión para mi que tengo vértigo???
Lo podré hacer o da cosilla…
Gracias.