Bowen es uno de esos lugares menos conocidos de la Pacific Coast Way, pero que poseen ese encanto del tipo joya escondida que a nosotros tanto nos gusta. Una población con un poco de todo y que, a primera vista, parece más discreta, especialmente si se compara con la bulliciosa Airlie Beach o las playas vírgenes de la costa Whitsundays…
Pero ya sabes lo que se dice; «no juzgues a un libro por su portada». Porque puede que Bowen no tenga una lista interminable de cosas que hacer, pero las que tiene, bien merecen la pena.
Miradores con vistas panorámicas a toda la región de las Whitsundays, playas tranquilas donde pasar medio día es casi obligatorio, parques para relajarse y un centro ideal para reabastecerse. Acompáñanos a descubrir todo lo que este rincón puede ofrecer.

Si te encuentras en Airlie Beach y tienes menos tiempo disponible o no dispones de vehículo propio, te proponemos un par de opciones para hacer la excursión hasta Bowen acompañándote de un guía local.
Si por el contrario, te mueves a tu ritmo, un poco más abajo te indicamos cómo visitar Bowen por tu cuenta.
Bowen es una población costera ubicada más o menos a mitad camino entre Mackay y Townsville. Pertenece al Whitsunday Regional Council y se encuentra a unos 70 km al norte de Airlie Beach (que dicho así suena a mucho, pero en Australia… ¡es casi la puerta de al lado!).
La población tiene poco más de 10.000 habitantes, teniendo un núcleo urbano muy completo. Aquí puedes encontrar un supermercado Woolworths grande donde abastecerte de comida, así como un Kmart ideal para comprar cosas de campings y otras utilidades básicas. Además de, por supuesto, biblioteca, gasolineras, tiendas de regalos, cafeterías y restaurantes.
Un poco sobre Bowen, es conocida por las playas tranquilas y menos ajetreadas que Airlie Beach, destacando la Horseshoe Bay. Asimismo posee el conocido mirador Flagstaff, con vistas panorámicas a toda la región.
Los dueños tradicionales de Bowen son el pueblo Juru, parte de los Birri-Gubba Nation. A día de hoy, aún mantienen un vínculo muy vivo con la naturaleza del lugar, en especial sus playas.
El clima de Bowen es ya tropical por lo que habrá dos estaciones durante el año, la seca y la húmeda. Al igual que en Airlie Beach, lamejor época para visitarla es durante la estación seca, de mayo a septiembre.
Destacamos concretamente el mes de agosto para así evitar los «mango winds» unos vientos que soplan a finales de la estación seca y pueden agitar un poco las playas.
Estos meses son buenos por las escasas lluvias, la menor afluencia turística y un mar libre de medusas en el que podrás bañarte sin necesidad de trajes de protección.
Otros meses buenos son los de inicio de la temporada de lluvias, octubre y noviembre o marzo y abril. Con temperaturas más cálidas para disfrutar del agua. Pero, ya a partir de noviembre habrá que llevar protección para las medusas si se desea realizar actividades en el mar.
Por último, el principal problema de visitar a Bowen en plena estación húmeda (diciembre, enero y febrero) serán las molestias lluvias y el constante viento que harán del mar un lugar menos placentero para nadar.
La playa principal de Bowen, la más famosa y la que deberías visitar sí o sí en tu visita por la zona. Llegar hasta ella es tan sencillo como seguir por la carretera con el mismo nombre hasta que el inicio del mar te impida continuar….
Y no es solo fácil de encontrar sino que también de aparcar tu autocaravana, con un amplio parking que puede albergar coches y autocaravanas por igual. Además, aquí puedes encontrar baños públicos con ducha y una cafetería justo antes de llegar.
Su característica forma de herradura (de ahí su nombre en inglés) la protege del viento y mantiene el agua en calma durante casi todo el año. La costa delimita con peñones y rocas macizas a las que se puede acceder durante la marea baja (o nadando hasta ellas durante la alta).
Si te gusta explorar, puedes caminar con cuidado por las rocas y buscar pequeños cangrejos, conchas o mejillones escondidos entre las grietas.

Y si no, simplemente relájate en la playa principal, tomando el sol y dándote un baño cuando el calor apriete. Hacer snorkel también es una buena opción: aunque los corales son escasos, siempre aparecen peces tropicales y, con suerte, alguna mantarraya.

Rotary Lookout es uno de los miradores más bonitos de Bowen, con panorámicas abiertas de la región. Se puede acceder fácilmente desde el aparcamiento de Horseshoe Bay o desde el que está junto a los resorts cercanos.
Una vez aquí, una entrada claramente marcada señala el inicio del camino, imposible perderla. Es una subida sencilla, con algunos tramos de escaleras entre arbustos y enormes bloques de granito. A Thea le encantaron esas rocas: no paraba de pedirme fotos entre ellas… Subir se tarda poco menos de media hora, sin mayor complicación.

Poco a poco, mientras subes, el paisaje va abriéndose paso tras cada curva del camino. Lo más impresionante son las vistas a Horseshoe Bay, donde se distingue perfectamente su forma de herradura. Aunque las vistas a las islas Withsundays a lo lejos y los diferentes tonos azul del mar tienen también lo suyo.

Para los amantes de las caminatas junto al mar, te dejamos una ruta preciosa que recorre la costa de Bowen desde Horseshoe Bay hasta Rose Bay (o al revés, si lo prefieres).
La Cape Edgecumbe Walking Trail tiene unos 2,5 km (5km ida y vuelta). Puedes dejar el coche tanto en el aparcamiento de Horseshoe Bay como en el de Rose Bay, junto al resort del mismo nombre. Con apenas subidas, salvo un par de tramos con escaleras, y zonas entre rocas, está recomendada para el público en general.
La ruta sigue la costa y pasa por rincones más recónditos, como Murrays Bay o los antiguos radares sobre los acantilados, vestigios de la Segunda Guerra Mundial. De hecho, la playa Murray Bay es un lugar estupendo para hacer snorkel teniendo corales suaves en su zona más cercana a las rocas.
Al ser un poco más difícil de acceder (se puede llegar en coche, pero la carretera es estrecha y algo irregular), Murrays Bay se mantiene tranquila, privada y perfecta para relajarse.

Ya sea que empiezas o terminas la ruta en Rose Bay, que no se te olvide disfrutar de ella con calma. Con un ambiente relajado, los cocoteros, el mar azul intenso y las arenas doradas, da toda la imagen de playa tropical que tanto enamora.
Además el lugar cuenta con áreas de picnic y barbacoas eléctricas. Casi, casi, como si estuvieras en Mission Beach.

Este sí que es el mejor mirador (lookout) de todo Bowen. Además, se puede llegar fácilmente en coche, ya que la cima cuenta con un aparcamiento amplio. O si te apetece llegar andando, puedes tomar la ruta que parte desde la playa Kings Beach Cove, una ruta de un par de kilómetros a través de los arbustos y subiendo entre rocas.
En la cima encontrarás el centro cultural “360 on the Hill”, donde puedes tomarte un cafecito mientras disfrutas de las vistas panorámicas.

Llegues como llegues, una vez arriba podrás disfrutar de las magníficas vistas al mar azul profundo. Enfrente se distinguen el faro de North Head, la península de Cape Edgecumbe y, más allá, las lejanas costas de Airlie Beach.
Si miras hacia el interior, verás Bowen asomando entre los manglares y las montañas verdes del fondo. Una vista que te cautivará tanto como nos enamoró a nosotros. Aquí puedes contemplar toda la región de Whitsundays en su máximo esplendor.
Elige un día soleado con un par de nubes y mira a lo lejos una de las escenas más bonitas del mundo ¡Una pasada!
Una de las playas más tranquilas y escondidas de Bowen, y por eso mismo, una de nuestras favoritas. Llegar es sencillo: basta con seguir la misma carretera que lleva a Horseshoe Bay, pero detenerte un par de kilómetros antes, en un pequeño aparcamiento con baños. Esa será Greys Bay.
Como decíamos, esta playa es más pequeña; más íntima. Al estar bien protegida, esta cala es ideal para disfrutar de aguas tranquilas durante todo el año. De hecho, si no puedes nadar en Horseshoe Bay por el oleaje, puedes pasarte por esta y seguro que la encontrarás más calmada.
Esta playa tiene algo único: es de las pocas de la costa Este de Australia desde donde se puede ver el atardecer caer directamente sobre el mar.

Y como casi siempre que exploramos nuevos lugares, la fauna local no tardó en aparecer: esta vez nos cruzamos con una serpiente marrón venenosa.
No pasó nada, por supuesto: la serpiente simplemente se deslizó hacia el otro aparcamiento y desapareció entre las rocas. Una buena forma de recordar que la flora y fauna de Australia siempre están ahí, presentes en cada rincón.
El mejor parque de todo Bowen y, siendo sinceros, el único que merece la pena visitar. Es un parque tranquilo, con un par de esculturas de inspiración aborigen y una gran laguna en el centro como protagonista.
Lo recomendamos sobre todo como lugar para descansar de una tarde tranquila y tal vez hacer una comida del día en la zona de picnic, con fuentes y sombra. La laguna está bastante guay, con pelícanos y patos flotando graciosamente por el agua.

Además, hay pequeñas tortugas que se acercan curiosas si te aproximas a la orilla.

Un mango gigante se presenta orgulloso a la entrada a Bowen, desde luego pásate por aquí antes de llegar y toma un par de fotos por la gracia. Pero hey, si fuera solo por eso no lo recomendaría. Hay un poco más de este lugar…
Aquí se sirven los mejores sorbetes de toda la región y 100% hechos con mangos locales, dulces y de temporada. Y es que hay más, también sirven helados con frutas reales siendo el de mango, por supuesto, la elección a elegir.

Tan solo imagínatelo, horas conduciendo desde Airlie Beach, con el calor abrasador de la tarde… de repente, ves un mango gigante con una promesa en sus colores… ¡Qué placer más refrescante!
Desafortunadamente no hay campings gratuitos por la zona, aún así, te dejamos un par de lugares en los que acampamos nuestra caravana a muy buen precio.
Glen Erin’s Farmstay, algo más alejado de Bowen, pero con precios tan buenos que el desvío realmente vale la pena. Lo recomendamos tanto para hacer una parada antes de llegar a Bowen como al salir rumbo a Airlie Beach.
Está a unos 20 minutos de Bowen, por un camino de gravilla que, aunque no está asfaltado, se mantiene en buen estado. Cuando fuimos había montones de autocaravanas gigantes.
El lugar tiene lo básico para estar un par de noches: duchas, cocina, lavandería… Lo que más nos atrajo del lugar fue acampar y justo detrás de la valla había caballos y vaquitas pastando…. El precio ronda los AU$ 20 por noche.
Bowen Holiday Park, la mejor opción si estás en Bowen y quieres pasar la noche cerca de las atracciones principales. Como buen Holiday Park pues tiene de todo: cocina, baños, piscina, lavandería con el añadido de estar bien mantenido.
También tiene muchos espacios y sitios claramente diferenciados por lo que es fácil encontrar lugar casi todo el año. Eso si, espérate un precio más elevado que el anterior, AU$ 30 por noche. Por último, dispone de cabinas y habitaciones dobles aunque ya más caras.

Te dejamos otro alojamiento más que está al borde del mar y a tan solo 4 minutos de Mullers Lagoon: NRMA Bowen Beach.
Si es que ya te decimos: Bowen tiene mucho que ofrecer y con unos atractivos claros comparados con Airlie Beach, menos turistas, playas bonitas, campings más baratos y miradores increíbles.
Por eso, te recomendamos dedicar al menos un día para explorar la zona y quedarte a pasar una noche. Los imprescindibles serán Horseshoe Bay Beach (y oye ya que estás por ahí mira el Rotary Lookout) y Flagstaff Lookout.
Y ya para finalizar te dejamos una serie de consejos y recomendaciones de sentido común para sacar el máximo partido de tu visita a Bowen.
Alojarse en la granja que te recomendamos es una gran opción si quieres escapar del bullicio de Airlie Beach sin llegar todavía al centro de Bowen.
Bowen es un lugar de paso, donde reponer energías y provisiones en el largo viaje que es la Pacific Coast Way.
Es importante recordar la temporada de medusas y usar protección contra ellas durante los meses de máxima incidencia, de noviembre a mayo.