Además de contar con una cultura milenaria, China es también el país del futuro. Trenes de levitación magnética, taxis voladores, urbes que parecen sacadas de una película de ciencia ficción…
En China, el futuro es hoy mismo. Y, además, desde hace un par de años viajar a China para ver este futuro con tus propios ojos es más fácil que nunca.
Pero, por desgracia, China también tiene una cara B. No todo es progreso y modernidad. El gigante asiático no deja de ser un país aún en vías de desarrollo, y sigue arrastrando algunas rémoras del pasado.
Viajar a China requiere cierta preparación y planificación previas, sobre todo si quieres moverte por tu cuenta. Antes de subir al avión, hay que hacer bien los deberes.
Y uno de los temas a tener en cuenta es el del alojamiento. Porque, en materia de hoteles y hostales, China no funciona como el resto de países del mundo. Por ley, los extranjeros no podemos hospedarnos en cualquier sitio.
Pero no te preocupes, para eso estamos nosotros. En ConMochila te contamos todo lo que necesitas saber para viajar por China sin sorpresas ni sobresaltos. Aunque, ya te lo avisamos: ¡en este país fascinante siempre va a haber alguna cosa que te sorprenda!
Una última aclaración, antes de entrar en harina: estos consejos se refieren únicamente a la República Popular China, lo que comúnmente se conoce como China Continental. Hong Kong y Macao son regiones especiales y cuentan como territorios separados, aun dentro de la misma China. Y Taiwán es un país completamente distinto. ¡No te confundas!
Es cierto que, en las últimas décadas, China se está abriendo al mundo. Pero aún le queda camino por recorrer. Hoy por hoy, en pleno 2025, persisten todavía algunos vestigios de los tiempos en que el comunismo de línea dura pegaba fuerte en estas tierras.
Una de esas rémoras de tiempos pasados es la limitación de los hoteles a la hora de acoger a huéspedes extranjeros.
Como lo oyes: en China, no todos los hoteles tienen licencia para alojar a huéspedes con pasaporte extranjero.
Y no te creas que eso nos afecta solo a los occidentales. También les ocurre a los ciudadanos de territorios oficialmente chinos como Hong Kong y Macao.
La burocracia en este país es compleja y, aunque se lleva hablando varios años de cambiar este sistema, a día de hoy (en 2025) aún sigue vigente. Así que mejor andarse con ojo a la hora de reservar alojamiento.
En teoría, por poder, los viajeros podrían alojarse donde les diera la gana. La restricción, en realidad, no se aplica a los hoteles, sino a los propios viajeros (sean chinos o extranjeros), que deben registrarse en la comisaría de policía más cercana siempre que vayan a hacer noche fuera de su domicilio habitual.
En la práctica, este registro lo suele hacer el propio hotel. Así les ahorran el engorro a sus huéspedes. Pero, en el caso de turistas con pasaporte extranjero, la burocracia china se complica, y muchos hoteles carecen de la infraestructura y licencias necesarias para hacer los trámites.
Por eso, no todos los hoteles están legalmente preparados para alojar a extranjeros.
Si te sobra el tiempo, y si dominas el mandarín, en teoría este trámite de registro lo podrías incluso hacer tú mismo, yendo a una comisaría de policía. Y, con el registro debidamente cumplimentado, en principio ya podrías alojarte en cualquier hotel de la ciudad.
Pero, sinceramente, para ahorrarse problemas lo mejor es optar por hoteles y hostales que sí acepten extranjeros, y que se encarguen de hacer ese trámite por ti.
También hay que tener en cuenta otro factor: las instalaciones militares que pueda haber en el lugar. Por ley, si existe alguna base del ejército en la zona, ningún extranjero puede hacer noche en un radio de varios kilómetros a la redonda. Y ahí no hay trámite de registro en la comisaría que valga.
Es poco probable que te topes con este inconveniente, que suele afectar más bien a zonas rurales y alejadas de todo. Pero algunos puntos de interés turístico tienen bases militares cerca, así que mejor andarse con ojo. No vaya a venir un sargento del Ejército Rojo a «invitarte» a salir de tu coqueto hostal montañés a las tantas de la madrugada.
Por suerte, aquí en China oferta hotelera no te va a faltar. ¡No hay que preocuparse!
Solo tienes que recordar una cosa: Cuando elijas tu hotel, fíjate bien en que acepte extranjeros. Porque, al mirar alojamiento por internet, eso no siempre viene claramente explicitado.
Si el hotel tiene restricciones, en las webs de reserva de hoteles suele poner «guests from Mainland China only («sólo huéspedes de China continental»), pero a veces ni eso. Así que ten cuidado, no te vayas a encontrar con que reservas un hotel maravilloso por un precio irrisorio y luego, al llegar a recepción, no te dejan ni entrar.
Y no, que el nombre del hotel contenga la palabra «International» o algo por el estilo no es garantía de que acepten extranjeros.
A la hora de buscar hoteles en China, plataformas como Booking.com siguen siendo un valor seguro, pero otras más específicamente asiáticas como Agoda suelen tener más variedad de oferta y mejores precios.
El truco para ahorrarse problemas es sencillo: comprueba los comentarios de otros usuarios. Si ves que hay comentarios en inglés (o en otros idiomas) de viajeros extranjeros que se han alojado allí, entonces es bastante probable que el hotel de turno sí acepte extranjeros.
Tampoco está de más enviar un email al hotel, para dejarles claro que no tienes pasaporte chino y confirmar que no va a haber problemas.
Después de leer todo esto, tal vez se te hayan quitado un poco las ganas de visitar este país… Pero no dejes que estas pequeñeces te desanimen.
Viajar a China siempre va a tener su punto de aventura e incertidumbre, sí, pero ahí reside también parte del encanto.
Además, las malas noticias respecto a los hoteles en China terminan aquí.
Lo bueno es que, en general, los precios son realmente asequibles. Por 25 euros noche es fácil encontrar auténticas suites en casi cualquier rincón de China.
La única excepción a esta regla está en Pekín y Shanghái, que son algo más caras. Aun así, en estas ciudades vas a seguir teniendo hoteles estupendos por 60 o 70 euros la noche.
Tanto en las grandes urbes como en las zonas más rurales, lo habitual es encontrarse con hoteles modernos, bien equipados, limpios y con habitaciones bastante amplias. Una gozada, y sin que duela demasiado en el bolsillo.
Eso sí, por mucho que estés en un hotel que aloje a turistas internacionales, esto sigue siendo China. No esperes que nadie te hable en inglés, ni en ningún idioma distinto al chino.
En estos casos, ya sabes: sonrisas, mucha paciencia, un poco de mímica… y, si no funciona, echa mano del traductor de Google (VPN mediante), que eso nunca falla. Si encuentras a algún recepcionista que hable inglés, considérate afortunado.
Pero, una vez más, esos pequeños inconvenientes son parte del encanto de China.