Si hay una ciudad imperdible en China esa es su capital. Una megalópolis que fusiona los tintes de la modernidad del país del dragón con su historia y sus tradiciones, donde se respira la historia reciente de la Revolución Comunista pero también el pasado imperial de sus dinastías milenarias. Y en esta guía de Pekín no solo queremos hablarte de lo más común de esta urbe, sino acercarte realmente a ella.

Para algunos, Pekín puede ser una ciudad difícil. Su clima puede llegar a ser cruel en sus inviernos y veranos, sus enormes distancias se coronan con unos atascos infames, y es un reflejo de la gran amalgama china como una nación de naciones. Pero eso es lo de menos, ya que Pekín es una capital cautivadora y que debe visitarse al menos una vez en la vida.
Para algunos, Pekín es una ciudad difícil. Eso puede ser porque llega a ser exigente: sus distancias son largas y es un destino que puede parecer menos internacional que otras urbes chinas como Shanghái o Guangzhou. Se habla poco inglés y a veces la modernidad choca con lo arcaico.

Eso se entiende fácilmente gracias a uno de los tópicos más habituales entre los propios chinos o quienes conocen el país: Pekín es un pueblo grande. Y aunque alguien erróneamente pueda darle una connotación despectiva, en realidad es un valor. En Pekín uno es capaz de encontrar costumbres chinas de todo el país.

Eso crea una magia urbana en la que puedes estar en un bar ultra moderno rodeado de tecnología y que luego bajes a la calle, entres a los baños públicos de un distrito tradicional, y te encuentres que los lavabos no tienen puertas y veas a los locales acuclillados charlando de sus asuntos mientras hacen sus necesidades.

Porque Pekín son más de 3.000 años de historia de imperios y revoluciones, pero además trata de mantener parte de su pasado no solo en sus monumentos, sino en sus calles. Ahí están los hutongs, esos distritos únicos de la capital.

Igualmente, quienes llevamos dos décadas visitando Pekín vemos obviamente una transformación, pero muchísimo menor que la de ciudades como Chonqing, Chengdu o incluso Shanghái. Y a nivel histórico, la capital del norte es fastuosa, con alguno de los complejos palaciegos más grandes y mejor conservados del mundo.

Pekín también combina el pasado imperial con la historia más reciente de la revolución comunista. Pocas ciudades permiten entender tan bien la continuidad entre pasado y presente. Y por si no fuera suficiente, es una gran puerta de entrada hacia la Gran Muralla, algo por lo que merece un viaje a China.

Lo del clima en Pekín son palabras mayores. Porque las temperaturas en la capital china pueden ser dolorosas. Los veranos en Pekín son calurosísimos y el invierno es demencialmente frío. Imagina cuánto que lo común en meses como diciembre y enero es llevar dos pantalones. Si solo vistes un par se te hielan las piernas.
Lo que es menos conocido es el nivel de ocio que puede ofrecer Pekín. Gastronómicamente es un espectáculo y además tienes bares y locales por doquier. Y si al principio te resulta algo extenuante, dale una oportunidad. En esta guía de viaje a Pekín haremos que tu experiencia sea más llevadera y descubriéndote lugares impresionantes.

Lo ideal es viajar a Pekín en primavera u otoño, ya sea en los meses de abril y mayo, o en los de septiembre y octubre. Se considera temporada baja a partir de noviembre y se extiende hasta marzo. Lo verás en que las entradas a los monumentos y palacios bajan de precio.

Aparte de la semana dorada de octubre, evita a toda costa viajar a Pekín durante el año nuevo chino para evitar masificaciones.
Pekín es junto a Shanghái la principal puerta de China. Así que seguramente tramites tu acceso en el aeropuerto de la capital. Te irá bien saber que, ahora mismo, es más fácil que nunca lo del visado para China porque seguramente ni lo necesites.

Muchas nacionalidades pueden obtener una exención de 30 días sin trámites al llegar a cualquier ciudad china. Esto es válido para pasaportes españoles, brasileños, peruanos, argentinos, chilenos y uruguayos, además de los de varias naciones europeas y americanas.
Con un pasaporte de estas nacionalidades no necesitas visado, solo presentarte en el aeropuerto y te pondrán un sello.
La exención de visado en China no es algo definitivo, si bien se actualiza constantemente. Cada año anuncian una nueva actualización, siendo la más reciente hasta el 31 de diciembre de 2026. Sin embargo, conviene que te informes siempre que puedas de los trámites de entrada a China. Lo tienes todo detallado en nuestra guía de visados en China.
Pekín es una ciudad moderna y bien conectada, pero en lo que respecta a la atención médica para viajeros extranjeros, la mayoría de consultas y tratamientos se realizan en hospitales privados. Aunque la calidad suele ser alta, una visita médica o una hospitalización pueden suponer costes elevados si no se cuenta con cobertura adecuada.
Además, al tratarse de una ciudad muy extensa, con jornadas largas de visitas, uso frecuente de transporte público y excursiones a zonas cercanas como la Gran Muralla, es habitual pasar muchas horas fuera del alojamiento y exponerse a pequeños imprevistos durante el viaje.
Por este motivo, muchos viajeros optan por contar con un seguro de viaje que cubra asistencia médica y posibles incidencias durante su estancia. En este tipo de viajes, IATI Seguros es una de las compañías más conocidas entre viajeros internacionales, mientras que Heymondo puede funcionar como alternativa, en función del tipo de viaje y su duración.
En China, el acceso a Internet funciona de forma diferente a la de muchos otros países. Las redes Wi-Fi públicas y las tarjetas SIM locales suelen tener restricciones que afectan a servicios habituales como Google, WhatsApp o Instagram, algo a tener en cuenta si dependes del móvil durante el viaje.

Además del Wi-Fi de hoteles o cafeterías, algunos viajeros optan por usar una eSIM, que permite conectarse a Internet desde el móvil sin necesidad de comprar una SIM física al llegar. Si quieres ampliar información sobre cómo funciona este tipo de conexión y en qué casos puede ser útil, puedes consultar esta guía sobre internet en el móvil antes de viajar.
Si hay un lugar en Asia que es de fácil acceso si viajas desde España ese es China. Sobre todo si viajas desde la capital financiera de Shanghái o desde la icónica y turística Pekín, que además de ser la sede del Gobierno.
La manera más sencilla de llegar a Pekín desde occidente es sin duda en avión, y tenemos buenas noticias. Los vuelos son baratos y además directos desde buena parte de Europa. Además, si es tu primera vez en China, en lugar de volar a Shanghái -que lleva hasta 15 horas desde España- lo ideal es hacerlo a Pekín. Está bastante más cerca.

Su nuevo aeropuerto igualmente conecta con Madrid y Barcelona, además de infinidad de capitales de todo el mundo y por supuesto de China.
El aeropuerto de llegada es el antiguo Beijing Capital International Airport (PEK), que si bien es más antiguo, son buenas noticias, ya que se encuentra mucho más cerca de la ciudad. Podrás ir al centro en metro por muy poco dinero o incluso tomar un bus directo que te dejará en la estación de Dongzhimen, muy bien comunicada.
Si viajas desde América la conexión es más larga, por lo que te interesará volar a España o a otros destinos de Asia. Pekín tiene conexiones muy económicas por aire con Bangkok, Tokio, Seúl o Taipéi. En este caso lo común es llegar al aeropuerto de Daxing.
Quizás el mejor país del mundo para moverte en líneas de alta velocidad sea China, ya por encima del Japón de los trenes bala y por supuesto de España, el número uno ferroviario en Europa. Y dentro de China, el gran destino de la alta velocidad es Pekín.

No solo la primera línea de alta velocidad se construyó en Pekín para unirse con Tianjin, sino que si viajas a la capital financiera primero, podrás ir a Pekín desde Shanghái en el tren de alta velocidad comercial más rápido del mundo para grandes distancias. Recorrerás los más de 1.300 kilómetros en menos de cinco horas por unos 65 euros.
Si te encuentras en Xian u otros destinos del norte de China podrás llegar a Pekín fácilmente también.
La mayoría de los viajeros que visitan Pekín suele hacerlo por sus palacios y su historia. La capital del norte cuenta con algunos de los complejos milenarios más importantes de toda Asia y además muchos de ellos están rodeados de naturaleza.

El más importante es sin duda la Ciudad Prohibida, o al menos el más visitado. Los propios chinos lo consideran como el palacio más majestuosos de China, pero es que además es uno de los complejos imperiales mejor conservados del mundo.
Un poco más lejos se encuentra el Palacio de Verano, uno de los lugares que fusionan palacios con un oasis natural. Allí es posible entender cómo vivían los emperadores fuera del protocolo rígido de la Ciudad Prohibida.

Igualmente en Pekín se encuentra el Templo del Cielo, uno de los santuarios más visitados e icónicos de toda China. Se trata de un recinto que une jardines y templos, y que fusiona la vida rutinaria de los residentes con el bullicio del turismo. Es tan grande y espectacular que tiene cabida para todo, y además está relativamente cerca del centro de la ciudad.

Eso no es todo. En Pekín a cada paso que das aparece historia, y alguna tan bien arropada como la zona de la Torre del Tambor. Allí se encuentra el lago Houhai, una de las más bellas zonas de la ciudad.
Para poder descubrir todo lo que ofrece la capital china a nivel histórico y milenario, visita nuestra guía del Pekín cultural.
La imagen más característica de Pekín a pie de calle son los hutongs, los distritos antiguos de la capital china que, en un país fuertemente modernizado, aún nos llevan a un pasado lejano y auténtico. En realidad, perderte por ellos es parte de la magia de esta ciudad.

Son distritos donde sobreviven las viviendas clásicas de Pekín para mantener la esencia de la ciudad en su centro histórico. En ellas se puede pasear, comer, visitar y mucho más.
Algunos hutongs son brutalmente populares como Nanluoguxiang o la zona de Qianmeng. Pero hay mucho más. Y si te gusta callejear, Pekín es un lugar fascinante en Asia.

Tienes toda la información de los hutongs de la ciudad y una ruta por ellos en nuestra guía de callejeo en Pekín.
La comida china es fascinante, si bien muchísima gente no lo sabe. Y eso es porque lo que se conoce a nivel gastronómico del país más influyente de Asia poco tiene que ver con la realidad. En realidad es mucho mejor, sobre todo en la capital. Porque comer en Pekín e ir de restaurantes es algo de otro nivel.

Cada lugar de China es diferente a nivel culinario, y la comida en Pekín es sabrosa, aromática y contundente. Esto es debido a que los inviernos son duros y el clima seco. Sin embargo, la capital china recoge todo tipo de cocinas del país y podrás probar de todo.

Podrás encontrar los estilos a la brasa de Xinjiang, las empanadillas cantonesas, los picantes de Chengdu y Guangxi o la comida callejera que se ha extendido por todo el país. Además los precios son muy razonables.
Si sabes dónde ir, disfrutarás mucho. Y para eso tienes nuestra guía de restaurantes y estilos de comida china en Pekín.
Además de su genial oferta gastronómica, Pekín cuenta con una de las noches más divertidas de toda Asia y tiene de todo. Bares internacionales, coctelerías locales, discotecas, cervecerías artesanales o restaurantes abiertos toda la noche.

Se habla mucho de la calle de los fantasmas, que une el centro histórico con el distrito de Sanlitun, la cuna de la tecnología y la internacionalidad. Pero también está la zona universitaria.
Te recomendamos que no te pierdas un día de copas en Pekín, y para eso te desvelamos todos sus secretos en nuestra guía de noche en la capital china.
Seguramente no te extrañe para nada que Pekín sea un paraíso de compras en toda Asia. Al fin y al cabo es la capital del país donde se fabrica de todo, y aunque no alcanza los niveles de ciudades como Guangzhou o Shanghái por sus actividades económicas o logísticas, sí que encontrarás de todo.
Más allá de que en toda China hay artículos que podría interesarte adquirir, como por ejemplo la electrónica del país o marcas de moda como el Zara chino de Taikoo Li, en Pekín encontrarás un poco de todo si te gusta ir de compras.

Para un primer contacto, Wangfujing es la calle más conocida: peatonal, céntrica y llena de grandes almacenes, marcas internacionales y tiendas chinas populares. Pero es demasiado opulenta y presuntuosa. Mucho más interesante es acercarse a Qianmen, donde adquirir seda o artesanía.

Sin embargo, lo que conocen los turistas son el Mercado de la Seda y el de la Perla. Son grandes almacenes monstruosos que encantan a los extranjeros por la cantidad de falsificaciones que albergan.
El Mercado de la Seda, más conocido a día de hoy como Silk Street y escrito en chino como 秀水街, cuenta cada día con menos falsificaciones y puedes encontrar tejidos de mucha calidad. Pero es turístico.
Mucho peor es el Mercado de la Perla (Hongqiao Market), junto al Templo del Cielo, donde además de perlas se venden sobre todo relojes, electrónica y souvenirs a precios negociables. Casi todos los artículos falsificados, y te advertimos que no están tan bien de precio y el lugar tiene mucho de trampa turística.

Si insistes en buscar falsificaciones y no quieres pelearte con el regateo en el Mercado de la Perla, justo al lado hay otro centro comercial sin nombre occidental: allí todo cuesta la mitad o menos y no hace falta regatear. No tiene pérdida, en lugar de entrar al popular Hongqiao accede al edificio de al lado sin nombre en inglés.
De los posibles tours que uno puede hacer desde Pekín o excursiones que duren un día más o menos, la que tiene una importancia principal es la Gran Muralla de China. Te recomendamos que no te vayas de la capital del país sin visitar alguno de los tramos accesibles a esta maravilla del mundo.

Si no quieres complicarte, Badaling es el tramo más sencillo de toda la Gran Muralla si estás en Pekín. Es fácil llegar, todo está pensado para que no debas preparar nada y además hay un sinfín de instalaciones para facilitarte el ascenso. Pero no es el más recomendable debido a sus enormes masificaciones.

Nosotros te recomendamos Juyongguan si no tienes mucho tiempo. Y es que seguramente sea un tramo ideal desde Pekín para no tener que viajar demasiado. Si lo haces bien, puedes incluso estar casi en soledad. Te lo contamos en nuestra guía de la Gran Muralla en Juyongguan.
Tienes tramos mucho más exigentes, destacando Jinshanling, e incluso accesibles como Mutianyu. Te los hacemos accesibles desde nuestra guía de viaje a la Gran Muralla desde Pekín.

A nivel histórico, otra gran excursión desde Pekín y muy habitual es a las tumbas Ming, que se encuentran a 50 kilómetros y donde es fácil llegar en metro y autobús viajando hasta Chanping. Se trata de un complejo funerario funerario con 13 tumbas imperiales, aunque no todas están abiertas al público. Son idóneas para entender a la dinastía Ming.

También puedes ir a Tianjin, una excursión perfecta de un día desde Pekín a la que llegar en tren de alta velocidad en media hora. La ciudad ofrece un contraste interesante entre China y Occidente gracias a sus antiguas concesiones europeas, con edificios coloniales bien conservados que se recorren a pie. Resulta espectacular al atardecer.
Pekín es una ciudad enorme y cuyo tráfico puede llegar a ser complejo. El metro funciona a las mil maravillas, pero eso no quita que será mejor que te alojes en alguna zona cómoda según tus necesidades. ¿Quieres cultura o salir de noche? ¿Prefieres ir a pie o el metro te resulta atractivo?

En nuestra guía de alojamiento y hoteles en Pekín te detallamos todas las zonas y te damos opciones de hoteles para que no falle nada en tu viaje. Y sí, te recomendamos que hayas seleccionado antes tu hotel.
Si a día de hoy es fácil moverse por casi cualquier gran ciudad china, Pekín no podía ser una excepción. Hay muchas formas de ir de un lado a otro, pero te avisamos: la capital del país del dragón es enorme. Y no solo eso, su tráfico es demencial.
Todo es a lo grande en Pekín desde el momento en que llegas al aeropuerto, sobre todo si es al nuevo aeródromo de Daxing, que se encuentra a más de 60 kilómetros por lo que requiere un tren de alta velocidad para ir al centro de la ciudad.

El metro será tu mayor aliado en la capital china. Pekín presume de contar con la friolera de 29 líneas de metro y más de 500 estaciones, y allá donde quieras ir tendrás una opción. El precio es similar al del resto del país, lo que es una gran noticia: por un euro podrás hacer trayectos larguísimos.

Pese a ello, el metro no es perfecto. A veces para un trayecto entre lugares céntricos donde haya una distancia de cuatro o cinco kilómetros te verás forzado a realizar dos transbordos. Pekín es una megalópolis enorme y, pese a que tiene uno de los mejores sistemas de transporte del mundo, a veces los trayectos serán muy largos.

Para pagar los abonos de transporte te desaconsejamos que uses dinero en efectivo, es mucho mejor que optes por usar la aplicación Alipay en tu teléfono móvil. En nuestra guía de como pagar en China te lo explicamos al detalle.
¿Y cómo está el viaje por carretera? Desgraciadamente el tráfico es complejo en Pekín, pero a la noche mejora muchísimo. Aunque puedes parar a taxis en la calle, te recomendamos usar el Uber chino, la aplicación Didi. La tienes instalada en Alipay para poder solicitar taxis a un precio muy económico. Por un trayecto de cinco kilómetros pagarás unos dos euros.
Eres conocedor de que existen otras compañías de seguros en el mercado y, puede que incluso suelas viajar con ellos, así que hemos conseguido un descuento con Chapka Seguros y también con Intermundial para que tengas un pequeño ahorro si los contratas desde aquí.
Eres conocedor de que existen otras compañías de seguros en el mercado y, puede que incluso suelas viajar con ellos, así que hemos conseguido un descuento con Heymondo, Chapka Seguros y también con Intermundial para que tengas un pequeño ahorro si los contratas desde aquí.
Te dejamos un mapa con todos los puntos de interés de los que te hemos hablado en esta guía. [Haz click en la imagen y te llevará a una nueva ventana de google maps]