Hay quienes piensan que Shanghái no es China. Y también están los que dicen que detestan las ciudades chinas pero que en cambio adoran Shanghái. Porque la ciudad más poblada del país con más habitantes del mundo es modernidad, neón y contrastes imposibles.
También es internacionalidad y opulencia. Pero igualmente es belleza. Bienvenidos a nuestra guía de Shanghái, la cara futurista de China.
Si nunca has visitado Asia ni China, quizás la puerta de entrada sencilla sea Shanghái. Porque si bien la belleza de Pekín está fuera de toda duda, la capital administrativa del país es muy local en sus aspectos sociales y culturales.
En cambio, la conocida como “la París del este” se ha engalanado para ser el escaparate de la China del futuro.
Quizás esta ciudad sea la más sencilla del país del dragón. Porque es sin duda la más internacional. Por eso quienes no están acostumbrados a Asia aquí se sienten mejor. ¿Significa eso que la urbe no tenga alma? Al contrario. Shanghái es fascinante en su fusión.
Puedes hacer taichi por la mañana en un parque mientras los ancianos juegan al ajedrez chino, desayunar dim sum en una taberna tradicional, pasear por la antigua Concesión Francesa admirando la mezcla colonial, comer fideos en un mercado callejero y luego subir a una opulenta torre de cristal en Pudong.
Igualmente, su aire internacional hará que aquí también te será más fácil conocer chinos que hablen inglés que en cualquier otro lugar.
La importancia histórica de Shanghái procede de su estratégica situación de cara al comercio mundial, lo que originó un puerto que durante el siglo XIX se convirtió en el más importante de la zona. Hace un siglo, aquí se mezclaban banqueros británicos con comerciantes chinos.
Los judíos perseguidos se refugiaban en sus barrios, y la amalgama de culturas atraía a artistas y revolucionarios, como también a hedonistas en busca de placeres. De ahí la comparación con París.
La internacionalidad de Shanghái nació en ese momento, y ni la ocupación japonesa ni la revolución comunista acabaron con su aire cosmopolita. Y eso lo vio muy claramente el aparato político chino cuando, al abrirse al mundo en los años 90, se decidió que la imagen de la nueva China sería la mítica París del este.
Shanghái en dos décadas resurgió como motor financiero y tecnológico, desplazando a Hong Kong como el principal puerto de Asia y atrayendo talento de todo el mundo. Para sacar pecho, el Ejecutivo de Deng Xiaoping levantó Pudong, una nueva zona de rascacielos que representa el auge del país.
Es tan importante para entender el desarrollo chino, que dicha jungla de acero aparece en los billetes de cien yuanes que se usan en todo el país.
Como viajero, Shanghái es fascinante. Se trata de la gran megalópolis global, cultural y financiera. Pero es igualmente una ciudad de grandes tradiciones chinas.
Es igualmente la urbe más poblada del país, con más de 25 millones de almas. Y fusiona con buen gusto tradiciones muy chinas con la modernidad más despampanantes. Es el escaparate de la nueva China.
Shanghái es la ciudad más sencilla para conocer en China, pero el país más grande del mundo tiene ciertas vicisitudes a tener en cuenta. Algunas de ellas son parejas a las que tendrás en todo el país, como por ejemplo conectarte a Internet, pero otras son muy específicas de la ciudad.
Se dice que Shanghái es una ciudad muy cara, pero quizás sea injusto decirlo. Por ejemplo, puedes ir en metro del aeropuerto al centro por poco más de un euro o comer bien por un puñado de monedas.
Sin embargo, sí es la ciudad más cara de todo el país, sobre todo en el alojamiento. Además, al estar rodeada de lujo, el presupuesto puede dispararse si visitas restaurantes en rascacielos.
Quizás la ciudad de China en la que se hable más inglés sea Shanghái y desde luego es la más internacional. Pero, si puedes, usa un traductor con tu teléfono, ya que en esta urbe el idioma que se habla es el mandarín seguido del shanghainés.
Shanghái es muy paseable y puedes ir a pie a muchísimos sitios. A nivel cartográfico es sencilla -recuerda que Google Maps no funciona bien pero los mapas de Apple sí- y la seguridad es muy elevada. Los taxis tampoco son caros.
Para pagar, recuerda descargarte la aplicación Alipay y enlazarla a tu tarjeta bancaria. Es la forma común de pagar en China, y además te da acceso a la aplicación DiDi de taxis.
Podríamos decir que puedes visitar la ciudad en cualquier momento del año, y que el verano es caluroso pero llevadero si estás acostumbrado a España o a la mayor parte Latinoamérica. Pero el invierno es otra cosa.
Nos atreveríamos a decir que Shanghái es una de las urbes con los interiores más fríos en China. Y con interiores nos referimos a casas, hoteles, restaurantes o cualquier lugar entre paredes. Todo esto procede de una vieja ley de la era comunista que prohibía a la mitad sur tener calefacción. Así que las gentes de la ciudad se ven obligadas a calentar sus hogares con radiadores eléctricos portátiles.
Shanghái queda justo al empezar la mitad sur del país y eso la imposibilita para tener calefacción central. Pero en invierno puede rozar temperaturas bajo cero.
¿Hace eso menos visitable Shanghái en diciembre o enero? Solo si eres friolero. Si vienes de un clima invernal solo sufrirás un poco en interiores.
Pero si vives en un lugar cálido, ten en cuenta que el golpe es importante: porque además de hacer frío en la calle, igual en tu hotel no encuentras el confort térmico que esperas.
La temporada alta en Shanghái, o al menos cuando resulta más apetecible, es en primavera o en otoño. En los meses de marzo a mayo tendrás cielos despejados y temperaturas agradables. Y entre septiembre y noviembre un clima más seco y los parques con el mejor colorido.
El verano entre junio y agosto coincide con la temporada de mayor probabilidad de lluvia. Las temperaturas alcanzarán los 30ºC y la humedad será alta.
El invierno, como hemos dicho, puede ser muy duro. Pero igualmente es la época del año más barata y además la ciudad está vacía de turistas, por lo que tiene un atractivo especial si te entiendes bien con los abrigos y las estufas.
En la actualidad, los ciudadanos de muchas naciones europeas y otras americanas -como Brasil, Argentina, Chile, Perú y Uruguay- pueden acceder a Shanghái en particular y a China en general de manera sencilla al obtener 30 días de exención de visado sin trámites. Basta con presentarse en el aeropuerto con el pasaporte.
Dicha medida comenzó en 2024 y ha ido extendiéndose regularmente, en algunos países hasta finales de 2025 y en otros casos hasta 2026. Te recomendamos que visites la página oficial de la embajada de China del país de donde sea tu pasaporte.
Aquí te dejamos los enlaces de los consulados español y la peruano.
Para estancias superiores o procediendo de otros países es necesario tramitar un visado de China y aquí te explicamos cómo hacerlo.
Para empezar siempre recomendamos un buen seguro de viaje para China que te cubra una buena cantidad en gastos sanitarios y por supuesto que adelante el pago y no tengas que poner nada de tu bolsillo.
En el artículo anterior te hablamos más en profundidad sobre la sanidad en este país, así como consejos para contratar el mejor seguro y además con ahorro (como el IATI descuento).
Si bien en la mayoría del mundo podríamos comparar la necesidad de hacerse con una SIM local para tener Internet o de contratar una eSIM, en China todo es diferente. Si quieres conectarte como lo haces en tu país, no podrás hacerlo simplemente con una SIM local.
Ten en cuenta que existen unas restricciones gigantescas para conectarse a Internet en el país del dragón. Todas las aplicaciones que conoces como Google, Instagram, WhatsApp y muchas más dejarán de funcionar si dependes de las conexiones chinas.
¿Cuál es la solución? El carísimo roaming o la opción inteligente: la eSIM.
Si quieres tener conexión total y usar mapas, redes sociales, buscadores y otras aplicaciones como en tu país, necesitas una eSIM para China. Porque el firewall chino solo se aplica a las conexiones WiFi del país y a sus SIM locales.
Si usas Holafly o Saily, en cambio, tu móvil funciona en modo roaming y permite el acceso a todo el catálogo de Google, Meta y otras desarrolladoras que no funcionan en China.
Si hay un lugar en Asia que es de fácil acceso si viajas desde España ese es Shanghái. La capital tecnológica del país más grande del mundo está ampliamente conectada con los aeropuertos de Barcelona y Madrid, en vuelos que además suelen resultar bastante económicos.
El mayor número de conexiones aéreas para volar de España a China es precisamente a través de Shanghái.
La principal aerolínea es Air China, que sale de Barcelona, pero también puedes optar por la compañía China Southern, que tiene vuelos directos con Madrid. Además, sus precios son bastante competitivos.
Si viajas desde América la conexión es más larga, por lo que te interesará volar a España o a otros destinos de Asia. Shanghái tiene conexiones muy económicas por aire con Bangkok, Tokio, Seúl o Taipéi.
Si lo tuyo es ir por tierra, Shanghái está ampliamente conectada con el resto del país a través de su red de trenes de alta velocidad. Por ejemplo, viajar desde Pekín hasta Shanghái cuesta unos 65 euros en un viaje de solo cinco horas.
Un buen lugar para empezar una visita en Shanghái es a través del Parque del Pueblo (búscalo en tu mapa como 人民公园), más conocido como People’s Park.
Se trata de una explanada en pleno centro con muchísima vida y el estilo propio de China. Además es uno de esos lugares que, a nivel cultural, tienen mucho que ofrecer.
Cualquier día entre semana verás muchísima vida local, sobre todo con personas de la tercera edad haciendo taichi, jugando al ajedrez chino o incluso con grupos de personas cantando ópera. Es el lugar ideal para ver cómo viven los mayores en esta ciudad.
Los fines de semana, además, te encontrarás con el mercado del matrimonio, un espectáculo cultural en el que padres cuelgan carteles ofreciendo a sus hijos solteros, señalando su edad, educación o ingresos.
Esto nos puede chocar a los occidentales, pero la política de hijo único en China hizo mella en la sociedad.
Igualmente, en este parque puedes pasar horas a través de sus cafés. Y desde ahí puedes dirigirte a la Plaza del Pueblo, popularizada como People’s Square (人民广场), está justo al lado. Se trata del centro político y cultural de la ciudad.
Desde ahí puedes acceder al Museo de Shanghái, gratuito y de los más importantes del país, además de contar con museos de arte y el Gran Teatro de la ciudad. Las vistas hacia los rascacielos también quitan el hipo.
Las grandes ciudades chinas tecnológicas como Shenzhen o Shanghái no se pueden concebir sin sus enormes avenidas comerciales en pleno centro, donde se reúne ocio, compras, paseos y comida callejera.
Y precisamente la conocida como avenida de Nanjing es de las más reconocidas no son en China, sino en todo el mundo.
Existen dos tramos de la avenida, siendo la más animada y divertida la Nanjing East Road (南京东路), también es la más turística, aunque no esperes encontrar muchos viajeros occidentales: la mayoría de visitantes son chinos de otras provincias.
Más que un lugar donde ir de compras, aunque marcas como Apple estén ahí, es un eje desde donde ir del viejo Shanghái hacia el nuevo, disfrutando de la comida callejera y de lo bonito del paseo.
La mayoría de fotos urbanas de la ciudad se hacen precisamente aquí, al combinar la parte ancestral de la ciudad con neones y los rascacielos al fondo.
Existe también la zona oeste de la avenida, conocida como Nanjing West Road (南京西路), más enfocada a centros comerciales de lujo, aunque existe alguna librería tradicional interesante e incluso cafeterías de diseño de alta calidad.
Quizás lo más reconocido de Shanghái y de toda la China futurista sea el paseo marítimo del Bund (外滩), probablemente el lugar más fotografiado de toda la ciudad. Allí se funden armoniosamente el pasado colonial del país con su cara más moderna y futurista. Ambas zonas separadas por el río Huangpu, en una fastuosa avenida.
A un lado puedes ver el complejo financiero de Lujiazui, con sus formas geométricas características y su esplendor opulento. Todo ello presidido por el segundo edificio más alto del mundo, la Shanghai Tower (上海中心大厦).
Un lugar que cruzando por el puente puedes visitar, si bien sabiendo que es un lugar de finanzas y solo te maravillará si te gustan las construcciones modernas de acero y cristal. Puedes subir a sus alturas si lo deseas, allí está el mirador más alto del mundo.
Ciertamente la sensación que ofrece el Bund a veces es de grandiosidad, pero en otras ocasiones de un exceso de gasto presuntuoso.
Algunos dicen que tiene muy poco de China, aunque obvian que el país que ahora llamamos así es ciertamente reciente y que tan válida es la modernidad de las últimas décadas, como la belleza tradicional del imperio milenario.
En este caso, hay que entender que Shanghái exhibe mucho músculo con edificios como la torre de la ciudad y el apabullante paseo del Bund. A nosotros nos parece imprescindible para comprender lo que quiere ser el país más poblado del mundo.
Igualmente, el paseo en el lado tradicional nos ofrece una muestra de su pasado colonial, sobre todo con los edificios de la Customs House, con un enorme reloj de estilo inglés, o la joya arquitectónica del HSBC. Todo muy de inicios del siglo XX.
Por supuesto, el Bund está atiborrado de atracciones turísticas. Puedes hacer un crucero por el río, comer frente a las aguas, disfrutar de las cafeterías de diseño que ofrece la zona o simplemente pasear.
Para disfrutar de ello, trata de llegar antes del atardecer, y camina desde el sur hasta el norte. Allí podrás cruzar hacia Pudong.
Una de las zonas más bonitas y que tratan de representar la vieja China comerciante es la que rodea al precioso jardín de Yuyuan, muy cerca de la avenida de Nanjing, en la zona tradicional de Shanghái.
Lo más interesante del jardín de Yuyuan es que ha mantenido la esencia de cuando fue construido, hace 400 años. Y exhibe un exquisito paisajismo tradicional, con pabellones curvos y unos puentes preciosos que evocan al imperio milenario.
En los estanques habitan preciosas carpas en libertad, hay rocas calizas y árboles centenarios. Todo está perfectamente creado para ser armonioso, pura poesía arquitectónica.
Yuyuan fusiona arquitectura con arte y naturaleza, todo en un espacio relativamente compacto pero lleno de detalles simbólicos.
Puedes visitarlo en su esplendor si pagas unos cinco euros por la entrada. Tiene un inconveniente, y es que en día señalados hay mucha cola.
Alrededor del jardín de Yuyuan tienes un precioso bazar y un mercado de comida que tienen tanto de preciosidad como de masificación si vas en fiestas señaladas o fin de semana.
En cualquier caso, merece mucho la pena pasear por la zona, y si vas en las horas que no coincidan con el almuerzo, podrás probar algunas delicias locales en los puestos de comida.
Uno de los distritos más bellos de toda Shanghái curiosamente no es chino, sino francés. Aunque eso es relativo, más bien es una mezcla entre el pasado colonial galo y una belleza arquitectónica a destacar. Accesible fácilmente desde la estación de metro de South Shaanxi (陕西南路), es el sitio perfecto para perderse.
La Concesión Francesa de Shanghái es un recorrido de calles tranquilas con aire de café europeo y muchísima vegetación. Todo es muy de postal. Hay galerías de arte moderno y casas de época.
Y si paseas por Fuxing Road o Wukang Road es como viajar en el tiempo. Los edificios que te rodean son de estilo colonial francés, todos con cuidadísimos jardines y comercios de barrio.
Hay mucha caligrafía china tradicional y farolillos rojos. Ideal para perderse sin prisa.
Su belleza parte del siglo XIX y la década de 1940, cuando la concesión funcionaba como enclave internacional independiente dentro de China.
Dicho de otras maneras, era un lugar independiente del país, y eso la convirtió en refugio de revolucionarios, intelectuales o bohemios. De ahí viene su aire cosmopolita.
Y además no ha perdido parte de su magia, ya que por algún motivo que desconocemos, no está masificado este barrio.
Además, es el sitio perfecto para descansar. Hay bares preciosos de cervezas artesanales, restaurantes de dimsum familiares, tiendas de libros de barrio o una mezcla bohemia de arte que podríamos decir que es la Montmartre parisina de Shanghái.
La ciudad más poblada de China es el verdadero paraíso de los amantes de compras. Tienes absolutamente de todo, desde mercadillos tradicionales con figuras hasta diseño local. Sin embargo, muchos turistas caen en la trampa de lo masificado.
La avenida Nanjing, sobre todo su zona este, es un buen lugar si deseas adquirir productos internacionales. Pero ten en cuenta que suelen ser más caros que en Europa u otros lugares de Asia, a menos que desees marcas chinas. En ese caso, todo será económico.
A nivel turístico, el bazar cercano al jardín de Yuyuan ofrece muchas baratijas, souvenirs y artículos caros como joyería de jade, teteras y estuches de caligrafía china. Al haber tantísimo turista, los precios suelen ser poco baratos. Y hay que regatear.
En la línea 2 de metro, justo en la estación de Shanghai Science and Technology se encuentra en un subterráneo la galería AP Plaza. Allí abundan las imitaciones, ropa de marcas locales chinas a buen precio, tecnología y mucho más.
No nos cansaremos de repetir que la cocina china es de las mejores del mundo, pero has de viajar a este país para descubrirla. Y por fortuna, en Shanghái tienes absolutamente de todo, con especial énfasis en el estilo del este, que toma prestados algunas formas culinarias de otras zonas.
Para quienes conozcan Hong Kong o el sur de China, la cocina de Shanghái comparte muchos elementos con la cantonesa, como el uso de arroz y de fideos, además de salsas fermentadas y otras técnicas de cocción variada. Pero se diferencian en el sabor.
En cambio, la cocina de Shanghái es muy distinta a la de Sichuan, muy popular a día de hoy en toda China.
En la gastronomía del este que puedes disfrutar en Shanghái todo puede resultarte algo más dulce y suave, con una gran predominancia de la salsa de soja. Sin duda, es de las más accesibles para los paladares no acostumbrados a la cocina china.
Uno de los platos más famosos, que también está en varias partes del sur de China e incluso Taiwán, es el xiaolongbao. Y uno de los mejores lugares del país es un restaurante que es una institución, llamado Lai Lai (莱莱小笼). Está cerca de la avenida Nanjing, y si buscas en los mapas de Apple o Baidu el nombre en chino lo encontrarás fácilmente.
Shanghái es una ciudad sencilla pese a que no se hable inglés comúnmente. Puedes ir a pie, en metro o en taxi allá donde quieras. E incluso las excursiones cercanas puedes ir a tu aire.
Por supuesto, puedes contratar a un guía para que te facilite todo, pero si quieres descubrir los alrededores de Shanghái por tu cuenta, no tendrás problema.
Si eres de los que les gusta tenerlo todo organizado, puedes empezar por este par de excursiones por Shanghai:
Pasemos a los alrededores. Para orientarte hacia ellos, copia y pega los ideogramas chinos de cada destino que te damos y búscalos en los mapas de Apple si tienes iPhone al llegar a China, o en la aplicación Baidu o Maps Me si usas Android.
Por contra, si deseas ir con excursión, también te dejamos un link.
Fácilmente accesible en metro y a una hora desde el centro en la línea 17, Zhujiajiao (朱家角) es un pueblecito muy conocido en los alrededores de la gran ciudad.
Cuenta con canales tranquilos, puentes de piedra y callejuelas empedradas.
Su estampa habitual es la de las barcas cruzando por los canales. Ideal para pasear sin prisas o visitar templos. Hay mucho turismo, eso sí. Pero mantiene su encanto.
Puedes llegar en tren de alta velocidad en una media hora. Suzhou (苏州)es una ciudad conocida por sus jardines, sus canales y por la ruta de la seda.
Hay dos jardines que son patrimonio de la humanidad, y el casco antiguo aún tiene trazados medievales. Es perfecta para quienes desean descubrir la antigua arquitectura tradicional china.
A la ciudad de Hangzhou (杭州) es fácil encontrarle el punto. Se encuentra más allá del famoso Lago del Oeste, y combina naturaleza, historia y modernidad. Te plantas allí en menos de una hora en tren desde el centro de Shanghái.
Hangzhou tiene algo de poesía y se respira historia al poder entender cómo era una capital imperial del pasado. Puedes ir en bicicleta y aporta mucha profundidad cultural, además de estar menos masificada.
Zhouzhuang (周庄) es otro de los pueblos con canales más conocidos de China, y con razón. Su entramado de canales, casas tradicionales bien conservadas y puentes centenarios le dan una atmósfera muy fotogénica.
Está algo más alejado que otros pueblos similares —a unas dos horas desde Shanghái— pero merece el viaje si buscas una experiencia más completa.
Desgraciadamente, el alojamiento más caro de toda la China continental está en Shanghái, y eso es a excepción de las regiones administrativas especiales de Hong Kong y Macao, donde dormir es mucho más costoso.
Dicho esto, los precios de Shanghái tampoco son tan abusivos como algunos dicen. Solo resultan elevados en comparación con otras ciudades del país.
Hay hostales donde la habitación compartida te costará unos diez euros en zonas moderadamente céntricas. Y hay hoteles para dos personas entre los 50 y 90 euros por tres estrellas. Eso sí, si te alojas en zonas como la Concesión Francesa y el Bund los precios subirán mucho.
En cualquier caso, hay un equilibrio correcto si tienes un presupuesto medio y eliges bien tu zona.
Yangpu es una opción muy distinta para aquellos que buscan un lugar local y con muchísima vida, lejos del turismo y del lujo. No predominan los viajeros y puedes ver el día a día de los shanghaineses. Hay mercaditos, parques, restaurantes baratos y mucha vida juvenil. Al estar en una zona universitaria, todo suele ser económico.
La zona cercana a People’s Square y la avenida de Nanjing está considerada la más heterogénea y céntrica. Tendrás opciones de todo, transportes y un ritmo intenso. El problema será el exceso de turismo, pero curiosamente aquí los precios son razonables.
El Bund es el lugar más icónico de la ciudad, y por eso también de los más caros. Tienes hoteles preciosos y de experiencia bastante lujosa. Igualmente, es ideal para familias al estar en una zona fácil de pasear con muchos servicios. El precio no obstante es caro, aunque hay hoteles de todo tipo.
La Concesión Francesa es el lugar sofisticado y cultural, muy bohemio y perfecto para parejas o aquellos interesados en una experiencia mucho más tranquila. Este Montmartre parisino en Shanghái puede ser algo más caro que otros lugares, pero no tanto como el Bund o Pudong.
Pudong es un lugar quizás demasiado suntuoso y centrado en la experiencia más elevada. Está centrado en los viajeros de negocios o aquellos que quieren estar rodeados de modernidad y rascacielos. Si quieres un hotel en un rascacielos con los servicios más top, sin duda este lugar será el tuyo. Los precios subirán mucho, eso sí.
Xintiandi es la zona más de fiesta, y quizás aquí salir de noche es algo caro. Así que puedes esperar un ambiente muy de marcha, pero caro.
Nuestras recomendaciones para dormir serían estas:
Shanghái es una ciudad magníficamente cómoda para moverte por ella. Además de que es muy paseable, con enormes avenidas y calles preciosas, el sistema de transporte público es perfecto.
Además del tren magnético desde el aeropuerto a la ciudad, de los más rápidos del mundo, tienes una enorme red de metro que cuesta cada viaje entre uno y dos euros. El precio a veces es ridículo, porque puedes hacer 40 kilómetros por un euro y medio.
Los taxis no son caros, y puedes usar la aplicación del gobierno para llamar a coches sabiendo el precio del trayecto, como si fuera Uber. Dicha aplicación es DiDi y está incluida en mega-aplicaciones como Alipay.
Eres conocedor de que existen otras compañías de seguros en el mercado y, puede que incluso suelas viajar con ellos, así que hemos conseguido un descuento con Chapka Seguros y también con Intermundial para que tengas un pequeño ahorro si los contratas desde aquí.
En los links anteriores te hemos dejado información sobre las dos compañías, aunque puedes ir directamente al descuento desde los siguientes botones (en ambos casos verás el precio final reducido en su página web):
Te dejamos un mapa con todos los puntos de interés de los que te hemos hablado en esta guía. [Haz click en la imagen y te llevará a una nueva ventana de google maps]
