Llevábamos ya unos veinte minutos buscando algo de información acerca de la isla con la que hacernos un itinerario para nuestro mes de viaje por Sri Lanka. Las casualidades hicieron que aterrizásemos en este país un 31 de diciembre y que nos recibiese con la fiesta de fin de año. La recepción del hotel se había convertido en nuestra improvisada oficina y la resaca de nochevieja había sido benévola permitiendo que nos levantáramos a una hora decente, así que tras una comilona en uno de los centenares de restaurantes de Negombo nos pusimos manos a la obra. India había acaparado tanto nuestra atención durante los últimos meses que apenas habíamos podido indagar sobre el país al que acabábamos de llegar hacía unas 24 horas. ¿Por dónde empezar?
Entonces, mientras yo me hallaba sumergida en el mundo de los blogs de viaje empezando a vivir por adelantado un montón de aventuras, Toni se volvió hacia mi emocionado y me gritó: “¿sabes que se puede alquilar un tuk-tuk para viajar por Sri Lanka?” Me quedé perpleja durante unos instantes hasta que asimilé lo que había oído, ¿quería decir con aquello que pretendía recorrer la isla con su propio tuk-tuk? Los tres primeros segundos pensé que aquello era una locura, viniendo de India y conociendo lo kamikaces que son en la carretera, aquello me parecía demasiado arriesgado. Siendo vecinos la manera de conducir no podía diferir demasiado.
Pero a partir del segundo número 4 aquello ya me empezó a parecer buena idea. Conducir nuestro propio tuk tuk significaba varias cosas: para empezar no tener que regatear con nadie durante todo un mes, cosa que se agradecería después de muchas semanas de viaje. Además no tendríamos que andar con las mochilas de estación en estación ni dependeríamos de horarios. En definitiva aquello significaba que dispondríamos de toda la libertad del mundo para descubrir aquellas tierras todavía desconocidas para nosotros.
Cuando la idea me pareció genial me entraron las dudas ¿sería tan fácil hacerlo? Ambos llevábamos el carnet de conducir internacional pero no estábamos autorizados a llevar vehículos de tres ruedas. Pero por otra parte parecía que bastante gente lo había hecho ya; a lo mejor no era tan complicado. Diez minutos nos bastaron para encontrar la agencia de Negombo que alquilaba los tuk-tuks, así que olvidamos por completo la realización del itinerario y salimos en busca de la oficina a averiguar si era tan fácil como parecía.
En la misma calle donde estaban todos los restaurante, bares y gesthouse, en la zona de la playa, encontramos la agencia. El propietario, un hombre de mediana edad que con su amplia sonrisa trataba de disimular lo huraño que era, nos recibió con los brazos abiertos. “Por supuesto que podéis alquilar vuestro propio tuk tuk, para cuántos días lo necesitáis?”. ¿Eso era todo? ¿ Ningún pero ni ninguna condición? “qué fácil” -pensé. “. “Mañana por la mañana tendréis listo un tuk-tuk” -concluyó el hombre. Concretamos con él el número de días y le pagamos la cantidad acordada, ya no había vuelta atrás.
De camino a la guesthouse nuestra máxima preocupación fue cómo llamar a nuestro nuevo compañero de batallas porque de momento no importaba dónde nos iba a llevar, ya lo veríamos sobre la marcha.
Aquella noche, mientras cenábamos, ninguno de los dos podía disimular su emoción hablando de nuestros planes porque el día siguiente empezaba un viaje especial. Motoret, que así es como lo habíamos bautizado, sería el encargado de llevarnos hasta las tierras altas del centro cruzando enormes plantaciones de té, nos acercaría a la historia del país a través de sus ruinas, nos descubriría su parte más salvaje en los parques naturales y nos transportaría hasta algunas de las mejores playas de Sri Lanka, solo teníamos que esperar unas horas…
Hola! El 27 de noviembre voy a Sri Lanka hasta el 4 de diciembre que subo para la India pero aun estoy pensando en como cruzar. A la india voy directamente al Norte Delhi., la región de Rajasthan y por su puesto Varanasi.Si podeis ayudarme o aconsejarme como ir, os lo agradezco.
Un saludo.