La crónica cósmica. Mi país predilecto, la India

EL INDOSTÁN

Ahora mismo, cuando iba a empezar a teclear esta crónica sin saber todavía de qué trataría, he advertido que últimamente he tenido olvidado a mi país predilecto, la India, y he decidido enmendarme dedicándole estas primeras páginas con una serie de anécdotas que podrían llevar el mismo título que la campaña de publicidad que hace la Oficina de Turismo: “Incredible India”.

Antes de la pandemia de coronavirus los indios ya iban destacados en primer lugar mundial en cuanto al consumo descontrolado de antibióticos, superando incluso a los adictivos chinos.

El ayuntamiento de Allahabad ha tenido el coraje de aceptar oficialmente que las aguas del Ganges están tan contaminadas a su paso por esta población como para que resulte peligroso (para la salud) el simple hecho de bañarse en ellas.

En la ciudad de Indore un hombre de sesenta y cinco años se suicidó en plan bonzo porque el capitán del equipo nacional de cricket fue eliminado de buenas a primeras en un partido internacional.

El Tribunal Supremo ha prohibido a los “panchayats” que intervengan, juzguen o dictaminen en las cuestiones relacionadas con las bodas entre distintas castas o religiones. Os recuerdo que los “panchayats” son una especie de gobierno y tribunal local con mucho poder en las aldeas más atrasadas, y que, entre otros aberrantes ejemplos, uno de ellos condenó recientemente a que una chica fuese violada por varios hombres porque su hermano había violado a una mujer.

Unos mafiosos estafaron a un “dalit” (intocable) quitándole un terreno de su propiedad, y él, tras ser salvado in extremis cuanto trataba de ahorcarse, acabó entre rejas porque en la India está prohibido suicidarse. Peor, imposible.

En el año 2016 descendió el número de suicidios entre los campesinos que habían terminado económicamente arruinados. Sin embargo, el estado de Maharashtra continuó al frente de la calificación con 3.661 suicidios, mientras que en Uttarakhand, donde están las Colinas Kumaon, no hubo ninguno.

El 1% de los indios posee el 58% de la riqueza. Un pobre necesitaría trabajar 941 años para ganar lo que un rico en un año.

Hasta el año 1952 el “bhang” (la crema de maría) se hallaba en la lista oficial de medicinas ayurvédicas (naturales) para curar o aliviar distintas enfermedades.

En el estado de Madhya Pradesh hay quince mil cultivadores legales de opio que producen anualmente dieciocho toneladas de esa resina.

Ayer el ejército de Pakistán abrió fuego contra los puestos indios de Cachemira matando a un oficial y tres soldados. Estos ataques, con sus represalias, se dan continuamente. ¿Os imagináis que sucediese igual entre países como España y Portugal, o Bélgica y Holanda?

Un policía más estúpido de lo normal (entre los de su gremio), que se hallaba en un control de tráfico, colocó un cable metálico difícil de ver que al poco decapitó a un motorista. Tal como sucede habitualmente en estos casos, el culpable desapareció de escena y se encuentra en paradero desconocido: habrá cambiado de nombre y de ciudad, y adiós muy buenas.

Un suceso con un final parecido: la afición popular india por las cometas incluye distintos tipos de cordeles resistentes (que incluso pueden llevar adherido polvo de cristal) con los que tratan de cortar el de los vecinos para mangarles la cometa; y recientemente aparecieron en el mercado unos cordeles hechos en la China que fueron rápidamente prohibidos cuando uno de ellos decapitó a un motorista.

Arrestaron a dos hombres por no ponerse en pie mientras interpretaban el himno nacional en un cine, y lo hicieron a pesar de que el Tribunal Supremo de la India decidió recientemente que no era obligado levantarse. Más de lo mismo: denunciaron a los empleados de una sucursal bancaria por no izar la bandera nacional en el Día de la Independencia.

No sé si llegó a Occidente alguna noticia acerca del escándalo que se armó con la película “Patmaavati”, basada en unos hechos históricos del Siglo XIII, cuyo estreno tuvo que posponerse porque los fanáticos, a pesar de no haberla visto, aseguraban que las cosas no sucedieron de la manera que se narraba la película. Pero la furia de esos majaras (con sus manifestaciones, altercados públicos y alguna sala de cine destrozada) no terminó ahí, pues incluso ofrecieron una recompensa por las cabezas del director Sanjay Leela Bhansali y de la actriz principal Deepika Padukone. Esta oposición continuó, y en muchas ciudades continúa prohibida, a pesar de que el Tribunal Supremo determinó que ni, ni, ni, ni, y que la película no alteraba en manera alguna lo que ocurrió realmente. Podéis ver “Patmaavati” en YouTube.

DICCIONARIO CASTELLANO Y MISÓGINO

Zorro: Héroe justiciero. Zorra: Puta. – Perro: Mejor amigo del hombre. Perra: Puta. – Aventurero: Osado, valiente. Aventurera: Puta. – Callejero: De la calle, urbano. Callejera: Puta. – Hombrezuelo: Hombrecillo, pequeño. Mujerzuela: Puta. – Hombre público: Personaje prominente. Mujer pública: Puta. – Hombre de la vida: Hombre de gran experiencia. Mujer de la vida: Puta. – Héroe: Ídolo. Heroína: Droga. – Atrevido: Osado, valiente. Atrevida: Insolente, mal educada.

MIRA LO QUE PIENSO

El arquetipo del “seguidor”, del obtuso, el fanático, el burócrata o el terrorista puede tomar cualquier camino dependiendo de las circunstancias en que se halle, incluso entre los ecologistas y otros idealistas bienintencionados. Al regresar la otra tarde de mi paseo por la jungla vi de lejos a una mujer occidental de pelo blanco que estaba sentada en el porche de esta casa y charlaba con Ranjana, la mujer que me mima y alimenta. Al ser presentados me fijé en que sonreía con los labios, pero no con los ojos, y me pregunté si formaría parte del gremio que mencionaban antes. Esto se me confirmó cuando, tras explicarnos que era canadiense de Montreal, nos confesó que estaba casada con Dios. También dijo ser vegetariana, y nos mostró su diploma de fanática cuando rechazó el chai que le preparó Ranjana porque justo antes había tenido en las manos unos huevos. ¡Ja, ni los brahmanes llegan a tales extremos!

En el arsenal de un batallón del ejército, ¿hay también una bandera blanca?

¿Existe una organización de las naciones (como los punjabis, los kurdos o los tibetanos) que se consideren oprimidas, o quieran independizarse por la razón que sea, de los países a los que pertenecen? ¿No tendrían así más posibilidades de éxito actuando juntas y exigiendo sus derechos ante la ONU, como pediría el divorcio una pareja malavenida?

Tres libros de Amitav Gosh leídos en tres sitios: “Sea of Poppies” en las Colinas Kumaon de la India; “River of Smoke, en la laosiana Vang Vieng; y el último, “Flood of Fire”, en la malaya Pulau Kapas.

Acabo de leer “Los Días de Birmania”, de George Orwell: es una acuarela en la que se detalla a la perfección la vida de los colonialistas británicos en el Sudeste Asiático. Igual que me sucede en el cine, una novela me ha de seducir y ser creíble; y ésta, entre otras razones, me lo ha parecido porque, cuando una chica ve un leopardo en la jungla bajo los árboles, tiene la impresión de que es de color gris y le tiemblan las piernas, o sea exactamente igual que me sucedió a mí (¿y a Orwell?) la primera vez que me crucé con uno de esos lindos gatitos.

Rendirse significa hacer lo que uno considera incorrecto.

Difícilmente controlarás la mente, pero sí puedes hacerlo con los ojos, y deberías evitar poner la mirada en lo que pueda alterar tu paz mental.

Cuando estoy especialmente alegre (caso raro lo de “especialmente”, pues siempre estoy alegre), siento una euforia que me obliga a reírme de todos mis males y mis tonterías.

Siempre me dicen que ando deprisa, pero en realidad son los demás los que andan despacio porque han perdido la habilidad de andar. Lo noto por la forma patosa que tienen de moverse como si fuesen viejos a pesar de ser jóvenes, e incluso es así con los actores de las películas.

Los viejos buenos tiempos fueron una mierda, y el día de ayer, también; mientas que el presente, o sea hoy, es siempre perfecto.

Supongo que Trump tendrá un Récord Guinness por aparecer continuamente en la prensa.

Tu verdad, a pesar de ser buena para tu karma, puede herir a los demás.

Eres romántico si recuerdas mejor el primer beso que el primer polvo.

¿Podría considerarse como abuso sexual el hecho de que me tocase los cojones ir a la escuela? ¿“Encuñado” es alguien que está encoñado de su cuñada?

¿Ya que una imagen vale más que mil palabras, no sería mejor que nos limitásemos a enseñar a los demás con el ejemplo?

¿Mil es el único número que es más corto escrito con letras que en cifras?

La vida es una partida de ajedrez que siempre acabas perdiendo por jaque mate.

Y esto es todo por hoy, mis queridos papanatas. Bom Bom.

La crónica cósmica, de Nando Baba
La crónica cósmica, de Nando Baba
1400 933 Nando Baba

Nando Baba

Escritor y viajero. No te pierdas las crónicas cósmicas de Nando Baba.

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