La crónica cósmica. Rishikesh, la industria del yoga

ECOS DE SOCIEDAD.

Tres maridos nepaleses con tres historias distintas. El primero, que se casó por amor (o sea que no fue un matrimonio concertado por las familias) y sigue enamorado de su mujer como el primer día, me contó sollozando que últimamente ella está haciendo cosas raras, como lo es emperifollarse y saltarse el toque de queda para ir al bazar sin aclararle la razón, o comprarse innecesariamente una ropa y unos zapatos, que más falta harían a sus hijos. No valoramos debidamente lo que damos por sentado (libertad, salud, vida), y a veces nos sucede así con nuestra pareja: «Creí morir al ver que te perdía».

El segundo marido también se casó por amor, pero al poco consiguió un curro como guarda de seguridad en Dubái y solamente puede ver a su esposa y a sus hijas una vez cada dos años. Aunque gana un buen sueldo, gran parte de éste se lo gasta en vodka, tratando de atenuar la dolorosa añoranza que padece.

El tercer marido se largó de Sauraha a los dieciséis y aterrizó en Agra pensando en echarle una mirada al Taj Mahal. Allí se enamoró de una chica muy guapa (sigue siéndolo) con la que terminó regresando a casa unos años más tarde, llevando dos hijas con ellos. A la chica de ciudad no le gustó su nuevo domicilio ni tampoco la rústica familia de su marido. Las discusiones entre ellos fueron aumentando hasta convertirse en el pan de cada día.

El fin de la pareja llegó una tarde en que ella trató de partirle la cabeza con una piedra de buen tamaño. Fui testigo del incidente: ambos se insultaban a gritos, sus narices casi se tocaban y ella tenía aquella arma ovalada en la mano, con la que, de pronto, intentó pegarle en la cara. Le salvaron sus rápidos reflejos, pues esquivó la piedra por los pelos. Se separaron inmediatamente, claro, pero él, que peca de papanatas, antes de conseguir el divorcio ya se metió entre las piernas de otra joven con la promesa de casarse con ella. Promesa que no pudo cumplir porque su esposa, al enterarse de su propósito, le puso pegas al divorcio y fue alargando el proceso hasta que la nueva novia le denunció. Él terminó entre rejas y su madre tuvo que soltar un pastón para sacarle: las cosas funcionan así en el Nepal.

La madre, una guerrera cubierta de arrugas que es muy buena amiga mía, se encargó asimismo de solucionar lo del divorcio y, además, le buscó una nueva esposa. Ésta, de unos dieciséis años, tenía en común con las dos anteriores una belleza espectacular. ¡Si será cabrón! Cumpliendo con sus obligaciones le hizo rápidamente un hijo y esperó a dejarla preñada de nuevo antes de emigrar ilegalmente a Portugal, donde se lió con otra nepalesa y tardó varios años en dar señales de vida. Lo hizo anteayer por teléfono, y cuando le preguntó a su hijo pequeño, “¿Cómo te llamas?”, le respondió, “Nandu Baba”. Os lo aclaro: al crío le dieron el nombre nepalés e indio de Nandu, y al escuchar continuamente a su alrededor el mío, convertido ya oficialmente en Nando Baba (en catalán se pronuncia Nandu), le salieron automáticamente esas dos palabras.

OPERACIÓN FALLIDA

Los elefantes nepaleses montan desaguisados con una frecuencia que sería insólita en la India o en Tailandia. Es rara la semana en que el “Kathmandu Post” no publique una noticia como esta: “Una manada de elefantes destruyó veinticuatro casas en el distrito Rajbiraj”. Aparte de las casas, los elefantes se ensañan sobre todo con las cosechas sin que, a excepción de los pobres campesinos pegando gritos y encendiendo antorchas en medio de la noche, nadie haga algo para evitarlo: son animales protegidos.

A pesar de todo esto, los oficiales del Servicio Forestal en Chitwán tuvieron que ponerse las pilas ante las repetidas muertes que el iracundo elefante apodado Ronaldo dejaba a su paso. Las cosas de palacio van despacio, y tardaron varios meses en diseñar un plan: los mejores especialistas del cuerpo seguirían el rastro de Ronaldo y cuando diesen con él lo sedarían y lo transportarían a la parte más profunda del parque, lejos de cualquier población.

En teoría, nada podía fallar; pero en la práctica sí lo hizo. Sucedió esta misma semana: localizaron a Ronaldo en una jungla cercana a Sauraha, los rastreadores se aproximaron sin que él se enterase mientras se daba un sabroso atracón de bambú tierno, y le dispararon un dardo que quizás habría sido fabricado en China, pues no consiguió atravesar el duro pellejo de Ronaldo. Pero entonces Ronaldo advirtió la presencia de los guardas forestales y tuvieron que salir todos por piernas. Como colofón a esa fallida operación, una camioneta militar con megáfonos estuvo recorriendo Sauraha y las aldeas de los alrededores dando la alarma como si Ronaldo estuviese herido y, claro, se hubiese convertido en un mayor peligro: “¡Quédense en casa! ¡No se adentren en la jungla!”. Y la gente se preguntaba si acaso no era ya así debido al toque de queda de la pandemia.

SUCESOS

El titular de la noticia podría ser “Asesinos Idiotas”. Cinco hombres de Sauraha planearon asesinar a un joven y, a pesar del toque de queda, le convencieron de que fuese a pescar con ellos de noche. Al llegar al Río Rapti le partieron la cabeza de un porrazo. Tras comprobar que estaba muerto, lo arrojaron al agua esperando que se lo comiesen los cocodrilos y sería el crimen perfecto: los culparían a ellos como ha sucedido otras veces con algunos pescadores que se metían en el cauce con sus redes. Sin embargo, ese día los cocodrilos ya tendrían el estómago lleno y el cadáver fue llevado por la corriente hasta un puesto del ejército. Como resultado se descubrió todo el tinglado. Uno de los asesinos acabó entre rejas, pero los demás desaparecieron de escena a toda prisa: están en busca y captura como sucede con tantos otros criminales del Nepal y la India, a los que pocas veces logran arrestar.

VIRUS Y RELIGIÓN

El número de infectados por el coronavirus en el Nepal se duplicó hace pocos días con catorce indios musulmanes a los que han puesto en cuarentena en el sitio que más les podría gustar: una mezquita.

En el estado indio de Assam han calculado que el ochenta y dos por ciento de los infectados por coronavirus son asintomáticos.

Debido a la pandemia y al cierre general de la India, unos setecientos extranjeros se han quedado bloqueados en Rishikesh, ciudad dedicada a lo que yo denomino la industria del yoga. A seis de ellos los encontraron viviendo en una cueva porque, según dijeron, se habían quedado sin dinero.

Los amigos de Sauraha me han contado que esta supuesta reclusión es de risa si la comparan con la que sufrieron durante la revolución maoísta: “En aquella época teníamos que permanecer encerrados en casa para evitar que nos pegaran un tiro. Además, no teníamos Internet para distraernos”. ¿Os imagináis cómo habría podido ser vuestro arresto domiciliario sin Internet? Reclusión, enfermedad y ruina económica, ¡pero que no deje de funcionar Internet, por favor!

Un escritor dijo: “Yo siempre vivo aislado en cuarentena”.

Según me dijeron, la RAE (Real Academia de la Lengua) ha decidido que el coronavirus es del género femenino, o sea “la coronavirus”. Si fuese cierto ¿sería legal decir la corona esto y la corona aquello y me cago en la corona?

MIRA LO QUE PIENSO

  • Una novela que me está llevando a las estrellas: “La Casa del Propósito Especial”, del autor John Boyne.
  • En la mayoría de las películas se creería que pretendan maleducar a los espectadores, o por lo menos así me lo parece a mí al ver que los actores hablan con la boca llena de comida, entran en un lugar y se dirigen a alguien con las manos en los bolsillos, o se tumban en la cama o el sofá con los zapatos puestos.
  • ¿Es cierto que en latín trabajar significa torturar?
  • La mentira es un equipaje muy pesado, mientras que la verdad es liviana: “¡Qué peso me he quitado de encima!”.
  • ¿Nos reconoceríamos al vernos por primera vez en un espejo o una foto?

Y esto es todo por hoy, mis queridos papanatas. Bom Bom.

La crónica cósmica, de Nando Baba
La crónica cósmica, de Nando Baba
1400 933 Nando Baba

Nando Baba

Escritor y viajero. No te pierdas las crónicas cósmicas de Nando Baba.

Artículos por : Nando Baba
4 comentarios
  • Pues nada, que tengas suerte. Yo estoy en Japón y tampoco sé cuándo podré salir. Malos tiempos para moverse en libertad. Salu2 ;-)

  • Hola Nando, cómo fue?
    Por curiosidad, cual es tu situación «legal» en Nepal?
    Tienes una visa indefinida hasta q todo pase o debes ir renovando?
    Otra cosa, una cerveza con…. Ahora está complicado, pero podríais hacer el vídeo por Skype. Se echan de .menos.
    Salu2 ;-)

  • Hola Nando, cómo fue?
    Por curiosidad, cual es tu situación «legal» en Nepal?
    Tienes una visa indefinida hasta q todo pase o debes ir renovando?
    Salu2 ;-)

    • Mi visado expirará el 29 de mayo, pero, mientras sigan cerrados todos los servicios, han extendido automáticamente todos los visados hasta que se reinicien las actividades. Tal como está el panorama mundial, preferiría quedarme en Chitwán una buena temporada. Bom Bom.

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