Las redes sociales siguen fallando contra el maltrato y comercio animal

En el año 2014, selfi fue elegida como la palabra del año por la Fundación del Español Urgente. Y es que no cabe duda de que esta práctica y esta expresión ha sido una de las protagonistas de la última década.

Una toma de conciencia

Las redes sociales, el postureo y las instantáneas como los selfies han sido protagonistas de los últimos 10 años. Sin embargo, paulatinamente ha ido creciendo también la información que teníamos sobre los peligros que estas prácticas y nuevas plataformas podían entrañar.

La fauna silvestre es una de las afectadas, y hoy en día empezamos a ser conscientes de que los selfies con animales salvajes son un problema. Tanto es así que en 2017 la popular red social Instagram comenzaba a alertar de los selfies con animales salvajes, a través de un mensaje disuasorio ante ciertos hashtags que se relacionaban con esta clase de fotografías.

Selfies con animales
Selfies con animales salvajes

Así, actualmente, quienes visitan imágenes que tienen hashtags como #monkeyselfie o sus variantes, reciben un mensaje que advierte de la relación de esta clase de fotografías con el tráfico de fauna silvestre y el maltrato animal.

A campañas como las de esta red social se suman las de ONGs como World Animal Protection o incluso campañas de países como Costa Rica, que buscan un turismo sostenible y que no dañe a los animales silvestres.

¿Una medida efectiva?

Sin embargo, no parece claro que medidas como la puesta en marcha por esta red social estén en verdad evitando que esta clase de perfiles proliferen. Basta con hacer una rápida búsqueda para encontrar cuentas donde se muestran toda clase de imágenes de este tipo que incitan al tráfico ilegal de especies.

En una era donde las redes sociales censuran imágenes como los desnudos con una facilidad pasmosa, sorprende que la única medida frente a esta clase de imágenes sea el informar sobre la peligrosidad de ciertos hashtags, cuando muchos perfiles que se basan en el maltrato y la explotación de animales silvestres tienen un altavoz tan grande.

Lo cierto es que aunque se informe de estos hashtags, las imágenes siguen siendo perfectamente aceptadas por la política de diversas redes sociales, por lo que siguen siendo contenido que se difunde y viraliza con facilidad.

Identificando explotación de fauna en redes sociales

Aunque los selfies han alcanzado cierta fama negativa en como afectan a los animales salvajes, lo cierto es que hay muchas imágenes que suelen estar vinculadas al tráfico y la explotación de fauna silvestre y que no solo no identificamos correctamente, sino que vemos graciosas.

Esto promueve que estas imágenes no solo se difundan sino que sean aceptadas como imágenes positivas y agradables. Un ejemplo claro son las imágenes de crías de animales silvestres en entornos humanos, especialmente en casas.

Una cría encadenada
Una cría encadenada

En general, estas imágenes pertenecen a animales que son mascotas o de alguna empresa que se dedica a usarlos para ganar dinero. Un santuario o una entidad conservacionista no va a tener a una cría de león o a un mono en el sofá de su casa.

Otro ejemplo son las imágenes donde vemos a personas interaccionando con animales salvajes, las cuales muchas veces parecen inocentes pero que de nuevo no solo son una forma irreal de como se trabaja con estos animales, también un peligro para sus participantes y una promoción de actividades de explotación.

El gran problema es que redes sociales como Instagram siguen siendo un panfleto gratuito donde esta clase de imágenes se viralizan, por lo que empresas de explotación animal las usan para publicitarse y ganar dinero.

Colmillos a punto de ser destruidos
Colmillos a punto de ser destruidos

En muchas ocasiones, no parece que estas cuentas estén haciendo nada ilegal. Obviamente no suelen vender abiertamente animales silvestres, pero si lo pueden hacer de forma encubierta. En general, muchas de ellas se basan en la venta de interacciones con los animales y falsos voluntariados sobre los que no es tan fácil legislar.

Un difícil trabajo por terminar

No vamos a decir que no se ha caminado en la dirección de proteger a la fauna silvestre contra el tráfico ilegal online: en 2018 se fundaba la coalición para terminar con el tráfico de fauna online, a la cual se sumaban importantes empresas como Facebook, Instagram, Google, Ebay o Etsy entre otras, bajo la tutela de WWF, IFAW y TRAFFIC.

Pero lo cierto es que el objetivo de esta coalición, el acabar con el 80% del tráfico de fauna online para este presente año, está lejos de cumplirse. Uno de los problemas es que las políticas de privacidad de estas redes sociales hacen que la colaboración con las fuerzas del orden para judicializar casos de tráfico ilegal sea inútil.

Otro problema es el ya comentado: mucha de la actividad en redes sociales que fomenta el tráfico ilegal no es verdaderamente ilegal. aunque en muchos países sea ilegal mantener en una casa a un mono, mostrarlos en estos ambientes por redes no tiene ningún tipo de penalización ya que no es una actividad ilegal a nivel global.

Pero la judicialización y la etiqueta de ilegal no es el único camino para luchar contra esta lacra. Al igual que mostrar ciertos desnudos en redes sociales es censurado aunque no ilegal, algunos nos preguntamos por qué no se censura la presencia de animales amenazados en ambientes humanizados, algo que normaliza el tráfico ilegal de especies y que hace mucho más daño que el ver cuerpos desnudos.

Fotos con fauna salvaje
Fotos con fauna salvaje

Existen muchas alternativas: desde ampliar sistemas como la advertencia utilizada por Instagram al prohibir ciertas publicaciones que retratan situaciones de maltrato animal. Tal vez la primera medida que debiera tomarse por parte de estas empresas es establecer métodos de denuncia y aviso para que los usuarios puedan señalar esta clase de imágenes de forma sencilla.

Pero tristemente hay redes sociales como la propia Instagram que a día de hoy no tienen la opción de denunciar maltrato animal, únicamente su venta. De igual manera, Facebook si tiene la opción de denunciar maltrato animal pero no parece incluir la tenencia y humanización de animales salvajes amenazados y peligrosos como parte de dicho maltrato.

La alternativa la muestran plataformas como Shutterstock, donde se están censurando muchas de las imágenes que muestran a primates en ambientes humanizados y con ropa, especialmente aquellas que no están realizadas en un contexto de denuncia o fotoperiodismo.

Mientras, los usuarios debemos denunciar este contenido con las herramientas que tengamos a nuestra mano, para hacer entender a estas empresas que se pueden dar pasos más firmes contra el tráfico ilegal de especies y el maltrato animal.

Contexto salvaje, de Eugenio Fernández
CONTEXTO SALVAJE, de Eugenio Fernández
1400 934 Eugenio Fernández

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