Qué ver en Jávea, nuestro increíble pueblo de acogida

¿Te preguntas qué ver en Jávea y qué tendrá esta localidad para estar en boca de tantos y atraer a tal cantidad de turistas durante todos los meses del año? A nosotros nos ha atrapado tanto que, a raíz de la pandemia, nos hemos instalado en sus afueras a vivir.

Qué ver en Jávea, te lo contamos
Qué ver en Jávea, te lo contamos

Y es que Jávea, además de los kilómetros y kilómetros de costa salpicada de playas y calas de las que presume, también tiene la suerte estar protegida por el Montgó y poseer uno de los cascos antiguos más bonitos de la zona, por no hablar de las vistas desde su colección de miradores.

Pero vayamos por partes, que te las vamos a contar todas.

Qué ver en Jávea

El centro histórico de Jávea

Se repite en casi cada localidad costera de la Costa Blanca: un casco antiguo de calles estrechas, casas encaladas y portales y ventanas llenos de macetas y plantas. La estampa perfecta y el lugar ideal para pasear o perderse entre callejones.

Jávea no tiene nada que envidiar a ninguna de sus vecinas y su centro histórico invita a deambular por sus entrañas. No te pierdas el carrer Estret, lo más parecido a la selva que encontrarás en Jávea, una calle en la que hay más plantas que ladrillos.

Calles del centro de Jávea
Calles del centro de Jávea

La Iglesia de San Bartolomé, el Mercado, el Museo Etnológico o el Ayuntamiento Municipal, son algunos de los edificios con los que terminarás tropezando, sin necesidad de ningún mapa, porque todas las calles terminan llevándote a la Plaça de Baix.

Este rincón en el que vas a querer hacer un descanso, es un compendio de terrazas de restaurantes en las que tomar algo, comer o cenar: una copa de vino en La Verema, un pad thai en El Huerto o unas tapas típicas en el Bar Imperial.

En cuanto a los restaurantes que hay en el centro de Jávea la lista es larga y escoger uno es complicado, pues todos y cada uno de los restaurantes a los que hemos ido en el centro nos han gustado demasiado, pero por citar algunos: Casa Grau, Volta i volta, La Rebotica, 9 donde Fabrizio… Venga y si nos tenemos que mojar, les damos unos puntitos extra a l’Embruix o Mi Lola.

Puerto y Duanes de la Mar

Duanes de la mar es el barrio pesquero de callejuelas estrechas que se asentó en las cercanías del puerto de Jávea. Aquí hay movimiento todo el año, tanto por parte de los locales como por los que, atraídos por la magia de la localidad, se han establecido en la zona a vivir.

En él encontrarás, además del puerto, la escollera y la peculiar Iglesia de Nuestra Señora de Loreto, un sinfín de bares y restaurantes por un paseo por el que vale la pena andar un ratito. Además, desde aquí podrás emprender la ruta de playas y calas empezando por la Playa de la Grava.

Playas y calas de Jávea

La costa de Jávea, que abarca unos 20 km en toda su extensión, posee tal variedad de playas y calas que la convierten en una de las mejores zonas de la costa blanca para disfrutar del baño. Sin embargo, como pasa en otros muchos destinos, la belleza de ciertos lugares termina siendo su propia condena y, en algunas de estas calas, en verano el acceso puede llegar a ser complicado.

En Cala Portixol, los coches aparcados ocupan varios km de la carretera de acceso ya desde las primeras semanas de junio, pudiendo convertir una visita a un lugar precioso en una experiencia agobiante.

El portitxol
El portitxol

Otro claro ejemplo es la Granadella, a la que la fama le está pasando factura, pues su belleza y popularidad recuerdan, salvando las distancias y sin necesidad de Dicaprios, a algo así como lo que fue Maya beach, en Tailandia.

Es así porque aparece en muchas listas galardonada como una de las mejores playas de España y, si la ves, no dudas que eso sea verdad. El problema es que los fines de semana de verano no cabe ni un alfiler, haciendo que la estancia sea un poquito más difícil de disfrutar.

Pero nosotros estamos aquí para hablar de las bondades de Jávea, así que vamos a romper una lanza en favor de sus playas y te vamos a recomendar que vayas en épocas menos concurridas, como pueden ser finales de primavera o el mes de septiembre, cuando el grueso del turismo se ha disipado ya.

Y en caso de que no te quede más remedio que ir en verano, ármate de paciencia porque oye, al final se acaba aparcando. Y si en una playa no estás a gusto, como hay tantas, siempre puedes ir a buscar otra más tranquila. A continuación te contamos un poquito de las más conocidas.

Playa de la Grava y Playa primer Muntanyar/Benissero

Cerca del puerto, en el barrio pesquero de Duanes del Mar, encontrarás la Playa de la Grava, efectivamente de piedras, pero con un agua transparente que invita al baño en todo momento. Si decides dar un paseo hacia el sur terminarás llegando a la Playa Primer Muntanyar.

Playa de la Grava de Jávea
Playa de la Grava de Jávea

En esta zona hay varios chiringuitos y algún que otro restaurante, entre los que se encuentra uno de nuestros favoritos, el Thai Monsoon, al que te recomendamos ir si tienes antojo de curry o pad thai.

El Arenal

Abarca desde el Parador hasta el mirador de la punta del Arenal, y es la única playa de arena que ver en Jávea, de ahí que esté siempre tan tan concurrida. No es muy larga pero si ancha y, además, está en una de las mejores zonas para encontrar restaurantes de todo tipo: cocina mediterránea, india, comida rápida, helados, gofres, copas…

Vistas del Arenal
Vistas hacia el Arenal desde el mirador

En sus aguas, poco profundas, es muy frecuente ver a gente haciendo deportes acuáticos y, en la arena, hay alguna zona de recreo para los más peques, convirtiéndose esta, en una playa perfecta para ir en familia.

Segon Muntanyar

Como compensación a tener que llevar calzado apropiado como escarpines para poder andar por esta playa de roca tosca, en Segon Muntanyar podrás hacer snorkel en sus limpias aguas.

Playa Segon Muntanyar
Playa Segon Muntanyar

No es la playa más cómoda en la que tumbarse a descansar, pero allí encontrarás uno de los miradores de la famosa ruta Sèquia de la Nòria, lo que significa que las vistas bien merecen la pena.

Cala Blanca

La zona en la que está la Cala Blanca, también es rocosa, pero aquí podrás nadar en las tranquilas aguas de la cala que, en realidad, son tres: la Caleta I, La Caleta II y la Cala del Francés.

Cala blanca
Cala blanca

Cala Sardinera

Hasta esta cala se accede andando desde la Creu del Portitxol y, aunque a ciertas horas el calor pueda llegar a ser asfixiante por el camino, hay recompensa. Otra playa de piedras pero con el agua tan limpia que se puede ver el fondo sin sumergirse, a pesar de las decenas de embarcaciones que siempre hay fondeando la zona.

Cala Sardinera
Cala Sardinera

Llegando a la cala se tienen unas de las mejores vistas del Montgó, desde su perfil más triangular.

Portitxol

La reconocerás por sus casitas de pescadores blancas con puertas azules, por sus aguas cristalinas y por las vistas a la isla del Portitxol, una de las playas más bonitas que ver en Jávea, sin duda alguna. Sin embargo, ya hemos dicho que, en los meses de verano, es frecuentada por muchísima gente, así que es recomendable llegar temprano para poder aparcar cerca y disfrutarla sin las aglomeraciones del mediodía.

Cala Portitxol, una más que ver en Jávea
Cala Portitxol

Aquí encontrarás también un acogedor restaurante con una panorámica increíble y platos para disfrutar de la gastronomía local: Cala Clemence. Damos fe de que los arroces están muy buenos.

Arroz en el Cala Clemence
Arroz en el Cala Clemence

Granadella

La niña bonita de Jávea es la Granadella, condecorada, merecidamente, en repetidas ocasiones. ¿Su gran desventaja? Su tamaño, que obliga a compartir, a veces a codazos, tremenda obra de la naturaleza. Sin duda uno de los lugares clásicos que ver en Jávea.

La famosa playa de la Granadella
La famosa playa de la Granadella

Posee uno de los fondos más azules de la Costa Blanca, dejando a uno con la sensación de estar en una playa paradisíaca. Es ideal para practicar deportes tranquilos como kayak, snorkel o paddle surf, de ahí que muchas actividades organizadas empiecen en esta:

Jávea bajo el mar

Como habrás podido deducir de la descripción de las distintas playas, el fondo marino de Jávea invita a explorarlo ya sea haciendo snorkel o buceando. Encontrarás escuelas de buceo en playas como el Arenal y hacer snorkel es tan sencillo como acordarte de poner en la mochila unas gafas y el tubo y buscar el lugar que más te guste para sumergirte (recuerda que al ser casi todas playas rocosas, es buena idea llevarte unos escarpines).

Sin embargo, si quieres llevar algo contratado o no te sientes muy seguro haciendo snorkel yendo sin compañía, siempre puedes contratar una excursión de antemano:

Y recuerda que debajo del agua tenemos que seguir siendo turistas responsables y no meter la aleta donde no debemos: Snorkel responsable: no metas «la aleta» en tus viajes.

Jávea desde el mar

Para tener otra perspectiva de Jávea, unas vistas desde el agua hacia el interior, si a uno le apetece puede salir a navegar. Si, como nosotros, no tienes barco ni amigos con uno, siempre puedes, por ejemplo, contratar un paseo en catamarán por Jávea con barbacoa, o si prefieres pasar el día en tierra firme y reservar la travesía para finalizar la jornada, tienes este paseo en catamarán al atardecer.

Ruta de los miradores de Jávea

Cualquier época del año es buena para disfrutar de alguno de los 15 miradores de esta ruta por Jávea. Desde el cap de Sant Antoni, donde se puede avistar Ibiza en los días más claros, hasta el Castell de la Granadella, pasando por l’Illa. Se trata de una colección de miradores con vistas de infarto.

Ruta de los miradores de Jávea
Ruta de los miradores de Jávea

Estos miradores se encuentran separados por varios kilómetros, así que, aunque hay recomendaciones de hacer la ruta en bici, debido a las características de la zona con sus subidas y bajadas y el tráfico en los meses de verano, puede resultar duro. En nuestra opinión, si se dispone de poco tiempo para visitar Jávea, lo mejor es elegir un par de ellos o tres y visitarlos como complemento a un día de descanso o de visita a esta localidad costera.

El Montgó

El macizo del Montgó alcanza los 753 metros, accesibles sin tener que estar excesivamente en forma, aunque el último tramo es el más escarpado y complicado, así que hay que ir mentalizado. Son varias las rutas y senderos que recorren el Montgó y sus alrededores, pero si subes a la cima desde el campo de tiro puedes tardar entre 1:30h y 3:30h en total. Una vez arriba podrás vislumbrar todo lo que ver en Jávea de un simple vistazo.

El Montgó
El Montgó

A pesar de que visto de lejos o desde la misma localidad de Jávea parece una roca pelada, cuando te acercas al Parque Natural del Montgó tienes la oportunidad de descubrir algunas de sus más de 650 especies de plantas y, teniendo suerte, parte de su fauna.

Cormoranes, halcones o escandalosas gaviotas entre las rocas o en el cielo, murciélagos en las cuevas y a nuestros pies erizos, jabalís, conejos y roedores. Dejando la superficie y adentrándose en el agua que acaricia el Montgó, rayas, morenas, erizos y tomates de mar completan la reserva marina.

Visitar la Cova Tallada

Hasta esta impresionante cueva situada a nivel del mar, en los acantilados del Parque Natural del Montgó, se puede ir haciendo una ruta de senderismo o en kayak. Esta cueva, en la que se adentran las aguas de la Reserva Marina del Cap de Sant Antoni, fue antaño utilizada para la extracción de piedra tosca y, hoy en día, es uno de los puntos más frecuentados de Jávea y su vecina Denia, pues está situada en medio.

Cova Tallada
Cova Tallada

Por eso, si decides acceder a pie, tienes que saber que lo puedes hacer desde ambas localidades. La ruta desde Dénia parte del final de la calle Vía Láctea y las de Jávea desde el puerto o desde el Santuario de la Mare de Déu dels Àngels.

Por cuestiones de preservación del entorno, en los meses de más afluencia se regula el acceso y hay que reservar la entrada para la visita, que una vez allí, tendrá una duración de una hora y media. Tienes toda la información acerca de la reserva en este enlace de Parques Naturales de la GVA.

Cova del Llop marí (Cueva del lobo marino) y Cova dels Orguens (Cueva de los Órganos)

Terminamos la lista con estas otras dos cuevas, menos conocidas pero tan merecedoras de una visita como la anterior. Partiendo desde la playa de la Granadella, en kayak, se puede llegar hasta la Cova de Llop Marí y más hacia el norte, cerca del Cabo de la Nao, se encuentra la Cova dels Òrguens.

Las embarcaciones motorizadas no están autorizadas a acercarse, pero si paran cerca puedes llegar nadando. Puedes hacerlo contratando un paseo en lancha por los cabos y cuevas de Jávea.

Y hasta aquí un resumen de todas las cosas que ver en Jávea, un destino al que le puedes dedicar tantos días como quieras, porque no te aburrirás. Te lo dicen dos que ya llevan por aquí desde el 2020.

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