Ayer contactó conmigo la amiga de una ex compañera de trabajo en Barcelona. Nunca nos hemos visto, pero el año pasado vino a Tailandia y la que fue mi colega le dio mi número para que le resolviera algunas dudas de su viaje. Buena gente. Me sorprendió que tuviera nuevas preguntas, si bien no pude darle respuestas. Porque nadie sabe cuándo se podrá volver a viajar con normalidad a Tailandia.
Me comentó que tenía un billete para julio comprado desde hacía muchos meses. «Necesitamos salir de aquí, vamos a volvernos locos en España», me dijo. Yo quise decirle que en Asia hay toques de queda, ciudades cerradas, racismos renovados y ante todo aeropuertos clausurados. Ella me contradijo. «Es que, por lo que hemos visto en las noticias, en Tailandia casi no hay Covid19 y se hace vida normal».
Me abstuve de decirle yo llevaba más de un mes contagiado por coronavirus. Que pasé diez días en un hospital público de Bangkok y que la factura médica fue de un porcentaje de daño pulmonar que aún no se ha recuperado. Porque esta pandemia mundial también golpea a esos países donde las cifras son muy bajas o simplemente lo aparentan.
«Bueno, entonces esperaremos a julio a ver qué pasa». Esas palabras fueron el consuelo de la frustrada viajera. Hasta ayer, tenía esperanza de que el toque de queda tailandés que solo se aplica a la noche no le impediría visitar templos y las manidas atracciones turísticas. Peor fue cuando le dije que los accesos a las islas estaban bloqueados.
Y sin embargo, no dudo que Asia es un mejor lugar -al menos ahora- para sufrir esta pandemia. Sea porque el contagio por Covid19 es menor aquí debido a cuestiones geográficas o porque los orientales son expertos en lidiar con infecciones y en protegerse de ellas -o por motivos que desconocemos-, la virulencia en el continente más grande del mundo es menor.
Por eso, yo no dudo que tuve suerte de contagiarme en Tailandia y no en otro lugar. Pese a que tuve que pagar bastante por ello, el 19 de marzo pude acceder a un test y comprobar que estaba infectado por Covid19. Me obligaron a entrar en un hospital público bien equipado donde me atendieron de la mejor manera. Eso hubiera sido más difícil por las mismas fechas en Europa, donde la sanidad es universal, debido al colapso que se vivía en países como Italia o España. En Tailandia, aquellos días, no se registraban ni siquiera tres centenares de casos.
Lo que Asia quizás sí ha hecho bien… o no
No todos los países asiáticos son iguales, pero en casi todos ellos la pandemia se miró con ojos rasgados y una concepción muy oriental. A finales de enero, Tailandia era el lugar al que desde Occidente señalaban como apestado junto a China, como ya relaté aquí, y en un mes y medio el territorio que se derrumbó frente al Covid19 fue Europa y no una nación del este.
En Asia, el uso de mascarillas siempre fue mayoritario y su histeria les llevó a lavarse las manos en cualquier lugar y a llevar gel sanitario a todos los lados. Algunos gobiernos lo hicieron bien, otros no tanto y unos pocos tuvieron bastante suerte.
Tailandia es un caso sorprendente. Las autoridades cometieron infinidad de errores, mantuvieron abierto el espacio aéreo hasta el último momento, permitieron un éxodo desde un Bangkok que sufría numerosos casos hacia el mundo rural y dificultaron muchísimo la realización de los tests. Sin embargo, a día de hoy no son ni tres millares los contagios oficiales por coronavirus en el Reino de Siam. Eso sí, dichos números son muy cuestionables.
Se cree que en Bangkok y otras ciudades del Sureste Asiático no hubo un gran contagio gracias al calor. Numerosos estudios confirman que las altas temperaturas y la humedad hacen que el contagio sea menor, si bien no es evitable como en algún momento se especuló. Singapur y Malasia han sufrido bastantes casos, y en Indonesia no está claro que los números estén siendo los reales. Bali, por ejemplo, sigue abierto al negocio pero Yakarta es una ciudad cerrada.
No obstante, en Asia la población le tuvo más miedo a esta pandemia en sus primeras fases de contagio que Occidente. Y, sin duda, eso hizo que los números no se disparasen al principio. Aunque se sepa que gran parte de los números en algunos países han sido manipulados.
¿Cómo se vive en los países asiáticos durante la era Covid19?
Cada país asiático está viviendo la pandemia a su modo, pero pocos son los lugares que experimentan un cierre completo. India, que es casi un continente en sí mismo, es uno de los estados que más proteccionistas han sido con la pandemia por coronavirus. No es lo mismo en los países más al este de Asia Pacífico.
Por ejemplo, en Japón se maquillaron las cifras para poder llevar a buen puerto unas Olimpiadas que estaban condenadas desde que allí se contagió el primer afectado. Pero, ahora mismo, las tabernas tienen un horario para poder abrir, ya que los nipones no llevan muy bien lo de no tomarse unas cañas después del trabajo. Y la alcaldesa de Tokio, que trata de concienciar a los suyos, tuvo que pedir que cerrasen las casas de baño y masaje para hombres, ya que hubo un escándalo cuando se contagió un importante diputado en una de ellas.
Corea del Sur es el país que mayores elogios se llevó por su protocolo de hacer cuantas más pruebas mejor, y también por ser capaces de aislar infinidad de casos vigilando los movimientos de cada infectado. Pero se ha demostrado que quizás la mejor estrategia fue la de Taiwán.
La isla de Formosa, que casi ningún país en el mundo reconoce su valía como país y hasta la Organización Mundial de la Salud no le da ni voz ni voto, fue capaz de contener el contagio. ¿Cómo? Cancelando los vuelos con China desde un buen principio, vigilando la entrada de viajeros y aupando el uso de las mascarillas. A día de hoy, Taiwán es un territorio donde la gente va a los restaurantes, a los bares e incluso a los cines. Estos últimos están vacíos, pero siguen en activo. Hay fuertes medidas de distanciamiento social que nadie se salta, y con ello conviven con la pandemia.
Un país que ha sido muy estricto pero ha podido mantener el contagio a raya es Vietnam. A día de hoy, suman solo 270 casos y en la ciudad hay una normalidad bastante aceptable para los tiempos en los que vivimos. ¿Cómo lo lograron? Con la mano dura que suele tener un estado autoritario, pero también destinando recursos y poniendo la salud como algo prioritario.
En Vietnam pusieron en marzo fuertes restricciones para la entrada de ciudadanos a través de los puestos fronterizos o de los aeropuertos. Obligaron a absolutamente todo el mundo a ponerse en cuarentena en hospitales militares o centros especializados por, al menos, dos semanas, pero a veces fue un mes de encierro. Se les hicieron pruebas a todos ellos para que ningún infectado entrase en contacto con los ciudadanos.
Fue sonado en Vietnam el caso de un piloto inglés de Vietnam Airlines que logró eludir la cuarentena de entrada y se fue a festejar a Buddha Bar, en Saigón. Desconocía que estaba infectado, y estuvo en el local tres horas, tiempo suficiente para contagiar a una veintena de personas. Ahora mismo, el británico se encuentra muy grave y las autoridades vietnamitas se plantean si fletar un avión hacia su país por si muriese, ya que no quieren que se produzca la primera defunción en la nación de origen comunista.
El caso tailandés: ¿turismo y economía o salud y protección?
Tailandia vive un momento crítico. Las cifras de contagio son pequeñas comparadas con Occidente y se ha esquivado un desastre sanitario notable. Los números oficiales están manipulados a base de no realizar suficientes tests -en el pico de contagio se realizan unos 200 diarios-, pero es innegable que el sistema médico no está colapsado aún. Aun así, ha habido 51 muertes.
El problema de Tailandia es que el Gobierno está en la dura posición de elegir si regresa a una normalidad similar a lo que había antes o si extiende las medidas de contención. Es cierto que hay libertad de movimientos y que los controles en las carreteras son poco eficientes, ya que solo revisan la temperatura de algunos viajeros. Pero también es verdad que todos los restaurantes y comercios están cerrados. La venta de alcohol lleva dos semanas prohibida.
Demasiada gente vive en Tailandia con lo que ganan a diario, y ahora muchos de ellos están en una grave situación de indefensión. Las ayudas del Gobierno son mínimas y no alcanzan para casi nada, además que no ponen soluciones para los pequeños empresarios. Haber cerrado un mes los restaurantes está haciendo mucho daño al sector, y ya son noticia los suicidios de gente que no llega a fin de mes.
Desde la administración central han de decidir si aligeran las medidas o las mantienen, ya que se ven incapaces de sufragar a los ciudadanos y a los pequeños empresarios. Algunas ciudades turísticas quieren reabrir todo en mayo, pero seguramente el Ejecutivo opte por destensar las prohibiciones solo en aquellas provincias con pocos contagios.
¿Y cuándo se podrá viajar?
Ayer fue la amiga de mi ex compañera la que quiso saber si podría viajar en julio a Tailandia. Pero la pregunta es habitual y se hacen apuestas. Incluso en Tailandia hay muchos profesionales liberales que no están atados a ningún lugar y se están planteando si ir a otros lugares.
Pero no es tan fácil. El cierre de fronteras y la cancelación de vuelos es algo que no va a aflojar pronto. Veremos qué ocurre, pero en la mayoría de países a los que dejan acceder a extranjeros suele ser obligatoria una cuarentena de al menos dos semanas. Cada vez hay más racismo hacia los extranjeros y se acusa a los viajeros de expandir el virus.
En Tailandia, donde necesitan el regreso del turismo cuanto antes, se habla de noviembre desde la Autoridad del Turismo para reemprender el turismo masivo de grupos de viajeros chinos. Otra fecha a tener en cuenta es la de finales de julio, ya que muchos países que han ofrecido amnistía de visados estiman que ese será el momento de retomar los viajes.
AirAsia, ahora mismo, ha anunciado que reanudará los viajes domésticos en muchos países este mes de mayo. Pero serán necesarias mascarillas durante todo el vuelo, distancias sociales y otras formas de higiene. Vivimos la era Covid19, y seguro que volveremos a viajar. Pero no será hoy.
Buenas tardes.
Ayer noche lei tu articulo y como siempre me gusto mucho.
Al cabo de un rato, me puse a ver la TV, y como no me gustaba nada lo que daban, conecte el chromecast a la TV y me meti en YouTube y aquí te adjunto el concierto.
https://www.youtube.com/watch?v=dvdsl3BpsE0
Por el lugar donde tuvo lugar el mismo, me refiero a la ciudad, y ademas que sé que te encanta la musica, te lo adjunto y dedico para que se levante la moral.
Te diré que este grupo lo descubrí por casualidad hace unos 8 meses en la tv3 y me vi otro concierto entero y de madrugada, y ello pese a que no son de mi edad, me gustan cantidad, espero que a ti también te guste el documental.
Un saludo.