Fue la mala suerte la que nos llevó hasta la isla de Malapascua, o mejor dicho, fue la misma Pascua la responsable de que al final termináramos visitando esta isla cuando ya dábamos por sentado que no la íbamos a ver.
Después de casi 6 meses de viaje por Filipinas la cuenta atrás había empezado y, ya con el billete a Kuala Lumpur comprado, habíamos elegido Siargao como último destino porque era el lugar que más ilusión nos hacía ver y del que más expectativas teníamos. Sin embargo, al llegar al puerto de Cebú, una taquilla cerrada nos sorprendió con un cartel que decía que debido a las vacaciones el ferry en dirección a Surigao no salía ni jueves ni viernes santo. Tras media hora de confusión, búsqueda de billetes de avión a la desesperada y mucha frustración decidimos cambiar de planes. Había otra isla de la que habíamos leído maravillas, así que cambiamos la pena que nos dio no poder visitar Siargao, por la ilusión de poder conocer finalmente Malapascua.
La isla de Malapascua
Situada al noreste de la isla de Cebú, la pequeña Malapascua de menos de tres kilómetros de largo, es un destino tranquilo en el Mar de Bisayas muy popular entre los buceadores por ser un lugar en cuyas aguas se puede ver el tiburón zorro. El snorkel alrededor de la isla no es nada especial porque el coral está muy dañado, sin embargo el encanto de este lugar reside en su propio ritmo, una lentitud y relajación que la convierten en un destino apto para el descanso. Isla de contrastes, de calles de tierra y costa de cemento, de niños que venden y de niños que juegan, de comida local y restaurantes para turistas, de gente amigable y gente enojada, de viajeros que llegan con un objetivo claro y de otros que simplemente pasaban por allí…
Pese al reducido tamaño de la isla, hay varias playas para elegir en las que darse un bañito. Bounty beach es la más popular, en la parte sur están la mayoría de escuelas de buceo, restaurantes (caros) y casi toda la gente. Sin embargo en la zona este desaparecen todos los chiringuitos, los edificios dan paso a cabañas más o menos destartaladas y las personas son sustituidas por bangkas atracados en la arena. Esa es la zona en la que encontramos nuestro bonito alojamiento de casas de madera y los únicos que osaban interrumpir nuestros relajados baños eran los traviesos niños que aparecían por la tarde a jugar saltando de las embarcaciones. La playa por cierto tiene la arena blanquísima, mirad que fotos…
Al sudoeste de Malapascua se encuentra la playa a la que llegan los barcos desde Maya, pero pese a sus cristalinas aguas siempre está llena de embarcaciones grandes por lo que no nos pareció un lugar seguro para hacer snorkel. Sin embargo esta es tu playa si lo que quieres es ver las puestas de sol.
Y al norte de la isla hay algunas playas desiertas sin chiringuitos ni gente, pero para llegar hasta allí hay que pasear un buen rato (sin perderse por el laberinto de callejuelas, o sí…) o acercarse en bangka.
¿Qué se puede hacer en Malapascua? Aparte de “nada”, la actividad estrella sin duda alguna es hacer alguna inmersión y cruzar los dedos para ver el tiburón zorro, hay muchas escuelas de buceo con infinitas ofertas, varias de ellas españolas y en todas partes verás carteles, camisetas o anuncios en los que aparece escrito “threser shark”. Sin embargo si no buceas también tienes la opción de hacer una excursión en bangka y hacer algo de snorkel. Como ya hemos dicho los arrecifes están bastante dañados, pero solamente por el paseo, por dar la vuelta a la isla y ver el buque japonés naufragado a nosotros nos valió la pena. El precio del tour fue de 900 pesos con el típico extra de “paraje natural” incluido.
Malapascua tampoco destaca por su fiesta nocturna pues, a no ser que llegues durante el fin de semana y te unas al sarao que montan los sábados en la pista de baloncesto, te encontrarás con un lugar en el que a partir de las once de la noche ya solo queda alguna mesa con los que se resisten a irse a dormir y dan tragos a la última copa.
Sin embargo son los atardeceres lo más bonito de esta isla, aunque desde la playa en la que estés no se vea la puesta de sol. El color del horizonte, los niños jugando, la curiosa marea baja y el “nada que hacer” harán que recuerdes siempre Malapascua. ¿Te vienes?
Datos prácticos de Malapascua:
Dinero: Ten en cuenta antes de llegar a la isla que allí no hay cajeros automáticos y tendrás que traer en efectivo el dinero que creas que vas a gastar.
Cómo moverse: Como ya os hemos dicho, Malapascua es una isla diminuta en la que se puede ir a cualquier lugar andando por sus callejuelas de tierra. Sin embargo si vas cargado con la mochila, tienes un poco de prisa o simplemente te has perdido, puedes pedir a la gente local que va en moto que te acerque a donde quieres ir negociando previamente el precio.
Dónde comer: Nos lo recomendaron Tamara y Marta el primer día y ya no hubo Dios que nos sacara de aquel pequeño restaurante. El Kiwi’s es un humilde negocio de comida local regentado por una familia y en el que se toman quizás con demasiada paciencia eso de preparar la comida. Podíamos pasar horas en compañía de Felipe y Lorena, esperando la cena, pero como ya hemos dicho las prisas hay que dejarlas en el bote antes de desembarcar en Malapascua. ¿Qué importa esperar una hora si hay San Miguel fresquísima? Además la espera vale la pena porque la comida está muy buena (de los pocos sitios de Filipinas que mi paladar recuerda con gusto) y tienen un postre hecho con mangos que es irresistible. Por unos 700 pesos cenábamos los dos con las correspondientes cervezas y el dulce incluidos.
Dónde dormir: Dano beach resort, situado en la zona más tranquila de Bounty beach y con cabañas de madera simples pero muy confortables. Nuestra habitación con vistas al mar tenía baño propio y una cama doble y pagamos por ella 1200 pesos.
Cómo llegar: Tenéis toda la información en el artículo Cómo ir a la isla de Malapascua desde Cebu de forma rápida y sencilla
Localización
Si estás interesado en hacer un viaje por este país te recomendamos darle un ojo a nuestra guía de Filipinas, con un montón de información que te ayudará a planificarlo todo.
Hola quisiera reservar en daño Beach Resort y no la encuentro, por donde reservaron ustedes ¿? Muchas gracias